El Barça puede caer en la tentación que ya pronosticó Guardiola: "Es momento de confiar más que nunca en el modelo"
Relevo charla con entrenadores acerca del modelo del FC Barcelona para abordar el debate sobre el estilo blaugrana.

Cada cierto tiempo, el FC Barcelona siente el impulso de autodestruirse, renegando de un pasado que no sabe gestionar porque de tan romantizado que lo tiene, de tanto que le dio, prefiere verlo como un animal en formol y no como algo vivo y útil. El modelo o el famoso estil se ha ido convirtiendo en parte de la jerga popular, desvirtuando así su significación fundacional y sustituyéndolo por una serie de frases vacías que se señalan a sí mismas. Después de la entrevista de Deco en Nascer do Sol (retractada por el propio medio), en la que el director deportico aseguraba que se necesitaba "un nuevo paradigma", vuelve a ser debate en Can Barça su propia identidad.
Cuando Pep Guardiola ganó su última Champions como técnico azulgrana, en 2011, dijo lo siguiente: "Ahora que ganamos, el modelo les parece bueno y no se cuestiona, pero tengan en cuenta que no se va a ganar siempre. Y entonces llegarán las dudas. Ese será el momento en el que habrá que confiar más que nunca en el modelo, porque la tentación para apartarse de él será muy fuerte". Esta reflexión regresa cada cierto tiempo porque existe un problema de base, cultural, que confunde el modelo con la identidad, el estilo con sus formas de expresarlo.
Un problema de nomenclatura... y de conceptos
Martí Perarnau, que ha estudiado desde dentro a Pep Guardiola durante años, contó en Relevo la clave de la evolución de Pep y el problema existente en el Barça: "Mantiene el filete pero varía la guarnición, como dice Lillo. Uno lo hace con patatas, pero el otro con pimientos. El filete lo mantiene. En el Barça se confunde el filete con guarnición. 'Tiene que llevar patatas fritas', pues mire, no. Las patatas son el acompañante, el filete es la esencia." En esta confusión, el aficionado ha ido mirando con recelo cada derrota, pasándola por el filtro de una frase hecha que se repite hasta la saciedad y que sirve para menospreciar una identidad colectiva: "El fútbol está cambiando", dicen muchos buscando tirar por el suelo un modelo que lleva años sin aplicarse.
Un exentrenador del fútbol formativo apunta a uno de los principales problemas. "No hay tanta gente que conozca a fondo la idea, y en el Barça cada vez hay menos. Los que están quizás no la saben desarrollar y transmitir al jugador, que al final es la clave de todo. El modelo es la metodología que aplicas para que se vea reflejado tu estilo e identidad", subraya este técnico con años de experiencia a sus espaldas. Modelo no es decir que Guardiola se aleja porque juega con cuatro centrales o usa un doble pivote; esto es el contorno, las variables que cada técnico maneja en función del momento o la temporada. El entorno confunde la variable con la parte fija, que ha dejado de existir.
La necesidad de actualizarse
Un extrabajador de la parte de metodología del club azulgrana ha explicado en Relevo que puede existir un problema de relacionar "los éxitos del club con nombres propios y no con ideas. El club ha perdido mucho conocimiento futbolístico desde que Guardiola se fue". Otra persona que estuvo relacionada con la metodología señala que las supuestas palabras de Deco no pueden referirse al Barça de Xavi. "El equipo actual no tiene nada que ver con este modelo, se tiende a hablar más de espacios predeterminados que de espacios dinámicos. Me choca que se ponga en duda un modelo ganador: Arsenal, City o Leverkusen."
Es entendible la queja de la gente porque uno solo quiere ver ganar a su equipo. Y que juegue bien. Cuando un entrenador, en este caso Xavi, se apropia del modelo y de las ideas cruyffistas y el equipo es incapaz de llevarlas a cabo, lo lógico es ver en esa idea algo caduco y disfuncional. La confusión, en caso de derrotas y mal juego, lleva a una histeria compartida que busca refundar al club ignorando que sus mejores activos, que son los jóvenes, están rindiendo tan bien porque tienen mucho talento y porque haberse criado en un lenguaje compartido posibilita su transferencia al máximo nivel.
El cambio de paradigma que el Barça ha ignorado
El fútbol ha evolucionado muchísimo desde 2008. En eso todo el mundo lleva razón. Las soluciones que valían en aquella época, y de las que Xavi aprendió y dominó como ningún otro centrocampista, probablemente ya no sean válidas. "Se cree que situando al jugador en zonas determinadas (cuadrados), aparecerán las ventajas, cuando el tema va de relacionarse, de aparecer y no estar. La defensa zonal de hace 15 años permitía a jugadores en esas zonas, ahora es mucho más difícil", comenta a Relevo un profesor de la Escola Catalana d'Entrenadors y de la RFEF.
Los espacios han cambiado, también el tiempo que cada jugador tiene para maniobrar y ejecutar sus acciones. La clave de Guardiola, Arteta, De Zerbi o Xabi Alonso, por citar algunos técnicos de vanguardia, es que sus equipos, siendo muy diferentes el uno del otro, han encontrado respuestas actualizadas usando un juego de ubicación moderno que sí permite enlazar con su pasado. El Barça, club que llevó al cénit una forma de entender el juego, es ahora quien más la manosea tanto desde dentro como desde el famoso entorno.
Bastaría con observar cuántos Barça desde que se fue Josep Guardiola en 2012 han aportado respuestas de peso al debate futbolístico global. De hecho, el gran problema del Barça es que desde 2017, el equipo ha sido totalmente inoperante en Europa, sufriendo eliminatorias dolorosísimas ante Juventus, Roma, Liverpool, Bayern, PSG, Eintracht y United. Las derrotas no se han dado solo porque el Barça fuese, en algunos casos, un peor equipo a todas luces, sino porque las respuestas para ritmos y escenarios de máximo nivel no han sido las adecuadas. No ha habido un modelo ni una estructura en el largo plazo más allá del momento conciso de cada curso.
El modelo corre el peligro de transformarse en algo abstracto, porque como toda idea, deja de verse útil cuando nadie la sabe usar. El Barça no puede cometer el error de fosilizar algo que es vivo y que es un abono cultural y futbolístico potente, transformando su pasado en un legado estático que se observa con inquietud cuando se pierde porque uno ya no sabe qué significa. Las ideas, en todo ámbito, funcionan cuando la gente ve su aplicabilidad, y para ello el Barça necesita reinvertir en capital futbolístico. Si no puedes fichar nombres, ficha quienes dominen la idea.