RAYO VALLECANO

El pinchazo de James Rodríguez en Vallecas choca con el éxito de Hugo Sánchez: "Entendió que estaba en un equipo de barrio, sin el lujo del Madrid"

Fernando Zambrano y Onésimo, entrenador y capitán del equipo rayista en la temporada del mexicano cuentan a Relevo cómo se adaptó al ambiente y no entienden la situación del colombiano

Hugo Sánchez posa en su presentación en Vallecas como jugador del Rayo. /EFE
Hugo Sánchez posa en su presentación en Vallecas como jugador del Rayo. EFE
Enrique Ortego

Enrique Ortego

La de James Rodríguez es la excepción que confirma la regla. Pocos clubes en el fútbol español han sido, históricamente, tan propicios y favorables para el triunfo de sus grandes fichajes: Fernando Morena, Anton Polster, Hugo Sánchez, Cunningham, Rubén Cano, Falcao... El Rayo siempre destacó por ser el 'pobre' que fichaba como un 'rico'. Y casi siempre medio bien. Unos llegaban a Vallecas como trampolín de lanzamiento de sus respectivas carreras. Otros, aterrizaban ya medio de vuelta, o en el ocaso de sus trayectorias, pero casi todos dejaron su huella en la afición vallecana, siempre orgullosa de recitar de memoria ese puñado de futbolistas de postín que han vestido su camiseta.

Aunque entre los jugadores citados existan otros casos con ciertas similitudes, a principio de temporada la llegada de James a Vallecas se comparó bastante con la de Hugo Sánchez en 1993. De los 33 años del colombiano en el siglo XXI a los 35 del mexicano del siglo XX. Ambos habían jugado en el Real Madrid y habían elegido el Rayo como el último, o penúltimo, escaparate de sus carreras. Venían de ganar mucho, pero, en los dos casos, pensaron que todavía les quedaba dentro un último regate, una postrera chilena... o, quizás, la jugada que nunca pudieron hacer o el gol que nunca pudieron marcar.

Aunque el Rayo terminara descendiendo a Segunda en aquella temporada 93-94, la experiencia de Hugo en Vallecas fue bastante más rica e intensa que la de James que, a mitad de curso, ha pasado a mejor vida. Sus cifras lo dicen todo. Seis partidos de Liga, solo uno de titular (63 minutos) y cinco ratos (72'). Además, uno de Copa en el once inicial (68 minutos). En el caso del mexicano, mucho más que recordar y contar. Jugó 29 partidos de Liga, 20 completos, y marcó 16 de los 40 goles que hizo su equipo.

Para acercarnos en el tiempo al Hugo Sánchez del Rayo, nada mejor que los relatos y las memorias de uno de sus compañeros, quizás con quien más relación tuvo, hasta el punto de ser camaradas de habitación: Onésimo Sánchez. Y también el de uno de los tres entrenadores que tuvo a lo largo de la campaña: Fernando Zambrano. Tras reconocer públicamente que tomaba tierra en Vallecas más por despecho con el América de su país que por gusto, Hugo se fue haciendo un hueco en Vallecas y hasta los dos últimos meses, que tuvo problemas con la propiedad, la familia Ruiz Mateos, y con el tercer entrenador de la temporada, David Vidal, su rendimiento fue notable.

Onésimo es una cascada de recuerdos. No hace falta hurgar mucho en su cerebro para que traiga al presente aquel curso 93-94. "Para nosotros entonces Hugo era una estrella del fútbol mundial aunque tuviera 35 años. Al principio le costó entrar en su papel. Se podría decir que venía un poco de vuelta, pero en el área no había perdido su habilidad para jugar y rematar a un toque. Vallecas le acogió bien. Le adoptó como un ídolo. Es una afición muy agradecida. Su final de temporada fue más confuso. Tuvo problemas con el entrenador y con la propiedad, pero hasta esos dos últimos meses, era nuestra referencia, Arriba jugábamos: Hugo y Urzaiz, de jovencito, cedido por el Castilla y yo. Nos llamaban "los Sánchez, los reyes del gol". El gol lo hacía él, yo hacía todo lo demás. Yo no era goleador, pero generaba mucho. Algunos compañeros decían que el mexicano iba de estrella, pero 'qué coño', es que era una estrella. Los malos son los que van de estrella y no lo son. Cuando me dijeron que venía a Vallecas, no me lo creía. ¿A qué viene, a dar una charla? ¿A hablar con los delanteros? 'Tú te pinchas chaval', le dije a quien me lo dijo...".

Rememora que se atrevió a darle consejos para que se adaptara cuanto antes a su nuevo equipo y su nueva situación. "Me acuerdo de que venía a los entrenamientos con un cochazo y yo le decía, 'gilipollas' trae un utilitario, que este carro no cabe en los aparcamientos'. Era el campo del Moscardó. Yo era el capitán y le ayudamos mucho al principio y luego se adaptó bien. Me fui de compañero de habitación para intentar ir diciéndole las cosas poco a poco. Se tenía que dar cuenta, y lo hizo, que estaba en un equipo de barrio, que no era el lujo del Real Madrid. En el Rayo, la actitud era lo primero, a mí me querían más porque me tiraba al barro que por mis regates. Tuvo un tramo de temporada que metía todo lo que remataba y, de repente, los últimos partidos dejó de marcar. Y en los tres encuentros de promoción, porque hubo desempate, tampoco. Por eso nos fuimos a Segunda. Nos faltaron sus goles cuando más falta nos hacían. Hacer 16 goles en el Rayo era como hacer 30 en el Madrid".

También se atreve a comparar la experiencia de Hugo con la de James. "Lo del colombiano no ha sido normal, pero está claro que algo tiene que estar viendo Iñigo para no ponerle. Lo más extraño es que no está teniendo ni las opciones. Darle cinco o seis partidos y si no está, pues no está. Cuando vienes de vuelta algo, por lo menos, tienes que demostrar. Hugo apenas ni sudaba, Jugaba a perfil área, a un toque como toda su vida. El equipo jugaba mucho para el '9'. Si jugara, James tendría que hacer más cosas. Es otra posición, ahí entre líneas, y ahí tiene mucha competencia, es otra manera de jugar. Venía de una Copa América decente, aunque era otro nivel, otro fútbol, otro ritmo... Aquí en Primera división, jugando así, te pasan por encima. Puede que sea eso precisamente lo que le esté pasando, que no se acopla a ese ritmo y por eso Iñigo no le ha dado más oportunidades".

Fernando Zambrano se hizo cargo del banquillo del Rayo en la jornada 10. El equipo perdió contra el Real Madrid y Felines fue destituido. Tuvo la suerte de disfrutar el mejor Hugo. "En los 13 partidos que yo estuve marcó ocho goles. Lo recuerdo porque fueron muchos y lo he comentado varias veces. Marcó exactamente la mitad de los que metió en toda la Liga. El Hugo que yo conocí fue el Hugo que estábamos acostumbrados a ver en el Madrid. Entrenaba antes y después de los entrenamientos colectivos. Era muy cuidadoso con eso. Aunque el equipo terminara bajando, se puede decir que, en su paso por Vallecas, él personalmente, cortó orejas y rabo. Conmigo su comportamiento fue excepcional. Nunca fue de divo, aunque lo fuera. Se implicaba con el equipo. Sabía que tenía que trabajar como los demás. Era generoso en el esfuerzo. No era egoísta. Buscaba el gol, pero también compartía con los compañeros".

Recuerda el técnico que con el mexicano y el resto de los compañeros se trataban de tú. "Era un equipo muy unido, muy humano, muy sencillo. Puede que fuera el futbolista más importante que entrené, pero no me olvido de mi etapa del Atlético con Kiko, Valderón... Estuve poco tiempo, pero teníamos veinte internacionales. Incluso algunos del Rayo, como Onésimo, Calderón, aunque no fueran Hugo... eran grandes futbolistas. Desde luego, para mí trabajar con él como técnico fue una experiencia importante".

En la comparación con James, Zambrano muestra su sorpresa. "Lo que le está pasando al colombiano es raro porque en Vallecas triunfaron todo ese tipo de jugadores de calidad, reconocidos mundialmente. Camacho a Polster el año anterior le sacó un rendimiento increíble. Y con Morena, anteriormente, ocurrió lo mismo. Salió de Vallecas al Valencia. Lo que sí tengo claro es que si el entrenador no le saca, será por algo. Siendo una estrella como ha venido, lo normal es que jugara... Claro si viene de divo y no se adapta a las necesidades del equipo... no puede jugar. Yo no puedo dudar de Iñigo porque además le valoro mucho. El Rayo está jugando muy bien. Jugar en Vallecas siempre es un escaparate, un orgullo... Por eso al Rayo siempre han querido venir este tipo de jugadores de los que estamos hablando. El entrenador no va a tirar piedras contra su tejado. Visto lo visto, yo admiro a este técnico".