FC BARCELONA

Descifrando la 'bronca' de Gündogan, el "capitán silencioso" que no contempla perder

El ruido no ha llegado al vestuario y el cuerpo técnico valora muy positivamente su mentalidad ganadora.

Gündogan celebra su gol en el Clásico./EP
Gündogan celebra su gol en el Clásico. EP
Jordi Cardero

Jordi Cardero

La mañana después del Clásico, con la derrota todavía en el estómago, el barcelonismo se despertó alterado tras unas declaraciones de Gündogan recién aterrizadas en redes sociales. "No vine aquí para perder este tipo de partidos", espetó el fichaje. "Tienen que aflorar más emociones cuando pierdes", añadió. Sus palabras no sentaron mal en el vestuario. Al contrario, desde el cuerpo técnico destacan su mentalidad ganadora.

El ruido que se ha generado por las declaraciones de Ilkay no ha llegado al vestuario blaugrana. Sí que se ha comentado, pero no se ha entendido como algo negativo. Xavi no se ha planteado en ningún momento llamarle a su despacho. "Es la mentalidad que deberían tener todos. Perder un Clásico tiene que enfadarte", cuentan desde dentro.

Gündogan vio alguna cosa que le molestó, pero aquello no fue algo representativo del vestuario. Araujo y Gavi, que también se expresaron con honestidad ante los periodistas, eran de los que estaban más tocados. También Ter Stegen o Iñigo Martínez. "El vestuario era un drama", cuentan fuentes presentes tras el partido.

«No parece que venga de ganar la Champions»

Gündogan llegó hace apenas algunos meses y ya se siente una voz suficientemente autorizada como para reprimir al equipo cuando debe hacerlo. Se lo pide la experiencia. Ya lo hizo durante toda su etapa en el Manchester City. Sus compañeros lo sintieron desde el primer día. "No parece que venga de ganar la Champions", se comentaba cuando Gündogan aterrizó para disputar la gira de pretemporada.

El vestuario skyblue reconocía su jerarquía. "Era un capitán silencioso. No daba voces, no gritaba... Llegaba el primero y se iba el último", explica una persona con quien compartió tiempo en Mánchester. Quienes le conocen no entienden sus declaraciones como una rajada, sino como una muestra de carácter. No acepta la autocomplacencia, quiere a compañeros con carácter a los que les duela perder partidos en que se fue superior. "Es un gran líder. Y como persona, un diez", apuntan fuentes del vestuario blaugrana.

Cuentan aquellos que le conocen que es una persona positiva y que siempre te recibe con una sonrisa. Pero que también será el primero en decir: por aquí no vamos bien. En Mánchester era una persona "referencial y respetada". Cuando hablaba, el vestuario escuchaba. Tan grande es su figura que recientemente, por su 33 cumpleaños, el City puso su nombre un campo de entrenamiento.

Horas extra como entrenador de los juveniles

También lo hacía Pep Guardiola. Gündogan estaba siempre pendiente de todo. Antes de los partidos, le comentaba a su entrenador algunos puntos débiles que había visto en el rival. Además, también le preguntaba qué objetivo se planteaba en los ejercicios de los entrenamientos. No hay ninguna duda de que terminará siendo entrenador. En Mánchester, en su tiempo libre, se acercaba a la ciudad deportiva para ayudar y aprender en las sesiones del juvenil. También lo hizo alguna vez con la Selección Alemana.

«Es el mejor jugador que he entrenado»

En Barcelona están encantados con Gündogan. "Es un jugador superlativo, un regalo caído del cielo. Lo mejora todo, jugamos mejor por este tipo de futbolistas", dijo Xavi Hernández el mes pasado. "Es una auténtica locura en el campo y en el vestuario. El mejor jugado que he entrenado. Será difícil superarle", enfatizan fuentes del cuerpo técnico.

"Creció en el Dortmund, peleando con el Bayern. Ha ganado a todos los grandes de la Premier League. Ha abandonado su zona de confort para seguir ganando", enfatizan desde su entorno. La bronca de Gündogan fue, según comparten en el vestuario, el camino a seguir. Es la mentalidad ganadora que necesita el equipo.