Las desconexiones de Frenkie de Jong que no se puede permitir un Barça que aspira al triplete: "Se puede perder el balón y hay que estar preparado"
El técnico alemán le exige al vestuario ser perfeccionista para este final de temporada, en especial, al centrocampista neerlandés.

El Barça afronta un tramo de temporada crucial. Los de Hansi Flick están inmersos en la lucha por todas las competiciones. Una responsabilidad mayúscula, pues el vestuario azulgrana tiene que estar preparado para lo que se viene. En Copa, el equipo disputa la final este sábado frente al Real Madrid. En Champions, los de Flick vienen de sellar el pase a semifinales y se medirán la próxima semana al Inter en Montjuic, y en Liga, el conjunto catalán es líder, a cuatro del Madrid y a seis jornadas del final del campeonato. Tras el último encuentro liguero, en el que el Barça logró 'in extremis' la victoria ante el Celta de Vigo (4-3), Hansi Flick fue crítico con su equipo. El técnico alemán quiere preparar a los suyos de la mejor forma posible, arriesgando o sin arriesgar, con el objetivo de lograr el objetivo más ambicioso: el triplete.
El equipo cometió errores ante el conjunto vigués, es evidente, y Flick, que uno de sus rasgos más característicos es el de ser perfeccionista, le exigió más a su plantel pese a lograr la victoria. Concretamente, a Frenkie de Jong, imprescindible en los últimos onces del Barça: "Hubo 4 o 5 situaciones con las que no estuve satisfecho en el partido contra el Celta, y les dije que tenemos que mejorar", dijo Flick cuando le preguntaron sobre Frenkie de Jong.
Flick le pide al vestuario arriesgar y lidiar con los errores
Desde el inicio de temporada ya hemos visto que Flick es un entrenador con ideas fijas. El técnico alemán tuvo muy claro a qué quería jugar 'su Barça', y hasta ahora el equipo se ha arraigado a un estilo de juego: el de salir con el balón, arriesgar y tirar la línea del fuera de juego, pase lo que pase. "Analizamos el partido de hoy y les explicamos a los jugadores cómo queremos jugar. Tenemos que recordar que se puede perder el balón y hay que estar preparados para ello", dice el técnico alemán.
Uno de los jugadores que tiene que cumplir esa función es Frenkie de Jong. El neerlandés dio un paso adelante en los esquemas de Flick a principios de año, y tras la lesión de Marc Casadó, no falla en ninguna titularidad. De hecho, la última vez que se perdió un encuentro fue el 12 de enero en la victoria por 2-5 en el Clásico de la Supercopa de España. Esta temporada ha disputado 37 partidos, es decir, 1910 minutos entre todas las titularidades, casi el doble que la temporada pasada (20 participaciones). Aunque su capacidad para conducir el balón, romper líneas y ofrecer salidas limpias desde atrás sigue siendo incuestionable, ha tenido momentos de desconexión que preocupan al cuerpo técnico. El último, ante el Celta, que estuvo desacertado en una acción que costó el gol de Borja Iglesias. En encuentros recientes, especialmente ante rivales que presionan alto, se le ha visto dubitativo en zonas comprometidas y Flick sabe que es un jugador que puede ser muy importante en este tipo de situaciones para ponerle calma al juego y desahogar salidas de balón.
El entrenador azulgrana entiende que el margen de error es mínimo en este tramo decisivo de la temporada. "Frenkie tiene una responsabilidad enorme en la base de la jugada. No solo debe construir, también tiene que anticipar. No podemos permitirnos regalar transiciones al rival", dijo Flick hace semanas.
Frenkie de Jong tiene que dar un paso en frente
En un equipo que aspira al triplete, cada detalle cuenta. Y si bien De Jong es una pieza insustituible por su inteligencia táctica y su despliegue físico, necesita corregir ciertas acciones que, a estas alturas, se pueden pagar caras. Su lectura del juego es privilegiada, pero ahora más que nunca, Flick le exige ser constante, seguro y líder.
Con la final de Copa a la vuelta de la esquina, las semifinales de Champions en el horizonte y una Liga que puede decidirse por detalles, el Barça no puede permitirse lagunas. Y eso empieza por la solidez en la base. Flick lo sabe: "Es más bueno de lo que cree", decía. El Barça necesita a de Jong, porque si él brilla, el equipo es más sólido, más valiente y más candidato que nunca.