FC BARCELONA

Detrás de los números defensivos de récord del FC Barcelona: ¿Colectivo o individualidad?

El Barça sigue sumando cifras para la historia a nivel defensivo, con 19 porterías a cero en los primeros 25 partidos, pero los de Xavi están defendiendo cada vez más cerca de su portería.

Kounde y CHristensen son dos de los pilares del FC Barcelona /AFP
Kounde y CHristensen son dos de los pilares del FC Barcelona AFP
Albert Blaya

Albert Blaya

Cuesta mucho desafiar la numerología en un deporte que prima única y exclusivamente el resultado final. Poco importa el resto, que se viste de atrezzo, a la hora de analizar lo que sucede alrededor de ese número que genera narrativas. El marcador es lo más relevante y nos dice que el Barça tiene la mejor defensa de Europa y una de las mejores de la historia de La Liga: 19 porterías a 0 en 25 partidos (récord de la competición a estas alturas) y solo ocho goles encajados. ¿Realmente el Barça defiende bien?

La respuesta, corta y al pie, es que sí. Sería absurdo negar estas cifras que sitúan al FC Barcelona como un bastión inexpugnable, pero también es evidente que la temporada de los de Xavi se partió, como la de la mayoría de equipos, durante el Mundial, dibujando dos tendencias distintas. En este segundo tramo, Xavi ha perdido a Lewandwoski (cuatro encuentros), Pedri (seis partidos) y Dembélé (diez), tres de sus pilares, por lo que el juego ha pegado un bajón considerable. Desde el Mundial, el Barça ha encajado 13 goles en 19 partidos, pero solo tres en Liga. Los números dicen que el Barça defiende muy bien, mejor que nunca. Pero si escarbamos un poco más, vemos que en realidad... han empeorado.

De color rojo, el Barça después del Mundial, en azul, todo el curso. Como se aprecia, desde el parón el Barça permite más goles esperados, recibe más disparos en transición, defiende más cerca de su portería y es más pasivo, además de condecer casi un tiro más por partido.  StatsBomb
De color rojo, el Barça después del Mundial, en azul, todo el curso. Como se aprecia, desde el parón el Barça permite más goles esperados, recibe más disparos en transición, defiende más cerca de su portería y es más pasivo, además de condecer casi un tiro más por partido. StatsBomb

El Big Data orienta, es una herramienta muy útil para ver el reverso de las cosas, aunque no narre lo que termina sucediendo, sí da pistas valiosas sobre tendencias y dinámicas concretas. En este caso, las métricas muestran un desplome defensivo del Barça respecto a antes del Mundial, uno que ha coincidido con bajas sensibles en el centro del campo y delantera y no en la zona defensiva. Es decir, el Barça defendió mejor (permitiendo menos tiros, menos ocasiones y con su línea defensiva más lejos) antes del Mundial, cuando Christensen, Kounde o Araújo fueron baja, que después, cuando la defensa ha estado siempre disponible.

Desde el Mundial, el Barça ha marcado un gol o menos (cero ante el Almería) en 11 partidos, transformando el unocerismo cholista en su nueva condición. El técnico del Atlético de Madrid se expresó después de la victoria ante el Girona por 0-1 diciendo que se alegra de ver que ahora se valora ganar por la mínima. "Se requiere concentración para defender este resultado". La principal diferencia con aquel equipo que generaba 1-0 como churros es de concepción. Mientras el Barça de Xavi nace para dominar en campo rival y termina defendiendo cerca por impotencia, aquel Atlético lo hacía por convicción.

Las cifras siguen siendo buenísimas porque el Barça tiene una defensa élite, individualmente de las mejores de Europa. Piezas que ganan duelos, evitan tantos y reducen riesgos. Y un portero que está al nivel del mejor del mundo. Pero lo colectivo, salvo el partido en el Bernabéu, viene escaseando.

A partir del cambio de Kessie por Ferran, el Barça perdió altura defensiva en su bloque y empezó a defender más cerca de su portería, con De Jong incrustándose con centrales en algunas ocasiones.
A partir del cambio de Kessie por Ferran, el Barça perdió altura defensiva en su bloque y empezó a defender más cerca de su portería, con De Jong incrustándose con centrales en algunas ocasiones.

El fútbol no puede ser desglosado, sino que debe ser leído como un tríptico que se abre y se pliega al unísono. El Barça pierde altura en su bloque porque las bajas de Pedri y Dembélé, sobre todo la del canario, han despojado al equipo de claridad y celeridad en la medular y de amenaza real en banda. Esto hace atacar peor al Barça que, al perder más balones ( de un 13% de pérdidas con Pedri a un 21 sin él) se ve obligado a defender más atrás. En los últimos cuatro partidos, el equipo ha recuperado 68 balones en el último tercio, por los 80 en los cuatro anteriores con Pedri. Sin esa presión efectiva, el equipo recula.

Esta gráfica muestra los goles esperados concedidos (lila) y la distancia a la que se mantiene la línea defensiva (verde), y se aprecia el bajón de la altura a la que defiende el bloque desde el 31 de diciembre así como un repunte en los goles esperados en contra.  StatsBomb
Esta gráfica muestra los goles esperados concedidos (lila) y la distancia a la que se mantiene la línea defensiva (verde), y se aprecia el bajón de la altura a la que defiende el bloque desde el 31 de diciembre así como un repunte en los goles esperados en contra. StatsBomb

El centro de gravedad está mutando. De la delantera, como lo era al inicio del curso, al centro del campo con las cuatro piezas que situó Xavi a la defensa desde la baja de Pedri. El Barça se hunde replegándose alrededor de sus individualidades, aquellas que sostienen el colectivo. Kounde, Araújo, Christensen, Balde y Ter Stegen, un centro de gravedad distinto, más austero y que al no contar con jugadores que castiguen los espacios, da la sensación de quedarse corto... aunque los resultados marquen lo contrario.

Con el añadido de las pocas cartas que tiene Xavi en el banquillo que realmente cambien dinámica, los números confirman esta tendencia: mientras el Barça ha recibido 45 disparos en los primeros tiempos después del Mundial, la cifra crece hasta los 64 en los segundos 45 minutos. En vez de calmar los partidos y anestesiarlos, los de Xavi los sufren, perdiendo el control y terminando defendiendo mucho más cerca de su portería. Entonces, ¿Por qué, pese a todo, el equipo encaja tan poco?

De los 5 goles que debería haber encajado el FC Barcelona tras el parón a partir del minuto 65, solo ha encajado 1 (sin contar el penalti del Espanyol), que fue el marcado en propia meta por Kounde.  StatsBomb
De los 5 goles que debería haber encajado el FC Barcelona tras el parón a partir del minuto 65, solo ha encajado 1 (sin contar el penalti del Espanyol), que fue el marcado en propia meta por Kounde. StatsBomb

Los datos nos muestran algo que todos los grandes equipos tienen: sobreproduce. Está viviendo por encima de sus posibilidades, algo que es lógico en los equipos campeones. El Real Madrid mereció encajar 43 goles en Liga el pasado curso, pero terminó encajando solo 28. 15 goles menos. Este curso, los de Ancelotti han merecido encajar 17, y la cifra se sitúa en 15 goles concedidos. Ha desaparecido ese enorme margen que escondía flaquezas. El Barça está ganando y dejando su portería a cero, pero normalmente la sobreproducción marca una rareza, algo difícilmente sostenible a lo largo del tiempo.

Lo paranormal es que el nivel individual del Barça no se asemeja a ninguno que el culer haya conocido los últimos cursos. Tampoco el trabajo grupal. El retorno de Pedri debería reunificar al equipo alrededor de la pelota y volver a modificar el centro de gravedad. Es tarea del club y de Xavi construir a un equipo que no sufra tanto la baja de un futbolista y que la defensa, como en otros momentos del curso, se de en campo contrario más que en el propio.