Los diez mandamientos que cuelgan de un tablón en La Masia

El momento cumbre de la cantera del FC Barcelona tuvo lugar en Japón, en la final del Mundial de Clubes ante el Santos en 2011, cuando el técnico por aquel entonces, Pep Guardiola, exponente como pocos de lo que representa la entidad, alineó a nueve jugadores formados en La Masia (Valdés, Piqué, Puyol, Xavi, Iniesta, Thiago, Cesc, Messi, Busquets) y dio salida posteriormente a Fontàs y Pedro.

Una situación excepcional para una cantera con altos y bajos, que ahora acoge a otra generación llamada a tener un largo recorrido con futbolistas como Gavi, Balde, Fermín o Lamine Yamal, criados bajo los diez mandamientos de un fútbol base que intenta formar a sus talentos con unas normas de 360 grados, que van de aspectos más disciplinarios hasta otros como el uso del móvil o el trato con los medios de comunicación. Una preparación idónea para el salto a la elite que les espera solo a unos elegidos.

Al margen de aspectos relacionados con la disciplina, el respeto o el cuidado del material, hay una parte de entrenamiento invisible, pues la dirección de La Masia aconseja en su normativa al cuidado de la salud mental y mantener unos hábitos saludables. En el organigrama del fútbol base la psicología es una rama que ha ido ganando mucho peso, con ejemplos a mejorar que ocurrieron en el pasado como el de Bojan Krkić, como bien explicó en su profundo y sentido documental en el que explica sus problemas de ansiedad.

Los diez mandamientos de La Masia se engloban en el término Heart, cuyas siglas representan las palabras (en inglés) humildad, esfuerzo, ambición, respeto y trabajo en equipo, que forman el manual de buenas prácticas de los jugadores.

Al margen de los diez mandamientos, los jugadores del fútbol base reciben charlas de vez en cuando de futbolistas del primer equipo o deportistas ya retirados que pueden ver el proceso de formación desde otra perspectiva. Lewandowski, referente del equipo de Xavi y criado en otra cultura; un campeón del mundo como David Villa; el extenista, entrenador y comentarista Álex Corretja; o el exportero Juan Carlos Unzué, enfermo de ELA, un ejemplo de vida para concienciar a la sociedad sobre la vitalidad pese a las enfermedades o las situaciones de la vida.

En el corazón de La Masia hay otros referentes, jóvenes aún, pero un espejo para los más pequeños. Las camisetas de Gavi, que ahora afronta un nuevo desafío en su carrera con su lesión de gravedad, Lamine Yamal y Pablo Urdangarín, con el dorsal 77, jugador de balonmano del primer equipo y quien también residió desde 2021 en La Masia, cuelgan de uno de los espacios del casa de la cantera ubicada en Sant Joan Despí, fuente de talento inagotable, y que desde 2021 también es el hogar de los nuevas Balones de Oro del fútbol femenino.