DEPORTIVO ALAVÉS 0 - RCD ESPANYOL 1

Una discoteca en el vestuario y el 'espíritu Camacho' le marcan el camino al Espanyol: "Ya lo vimos en el Liverpool-Real Madrid..."

Con las paradas de Joan García, los refuerzos y el talante de Manolo González, el equipo perico sueña con la permanencia.

La alegría del Espanyol, en Mendizorroza, después de que Calero marcara el 0-1. /EFE
La alegría del Espanyol, en Mendizorroza, después de que Calero marcara el 0-1. EFE
Alberto Martínez

Alberto Martínez

Omar el Hilali fue Don Omar, no solo por seguir afianzándose como uno de los mejores laterales derechos en fase defensiva de LaLiga, sino porque fue el maestro de ceremonias en el vestuario de Mendizorroza. El Espanyol acababa de ganar por 0-1 al Alavés en un partido trascendental por la permanencia que significó el primer triunfo de la temporada lejos del RCDE Stadium. Y el canterano, "un orgullo" para la entidad como dijo Manolo González, sacó su teléfono y empezó a grabar la fiesta que se había montado entre esas cuatro paredes. Saltos, bailes, cánticos... Todo resumido después por el artífice del tanto: "Fue increíble, no se escuchaba a nadie, sólo gritar y cantar, estamos superunidos y queremos seguir así".

Ahora mismo, el Espanyol está más cerca de seguir un año más en Primera División que de descender, algo que se puso en duda especialmente en diciembre, cuando los blanquiazules cayeron ante el Solares en la Copa del Rey y se precipitaron al descenso, incapaces de ganar, inoperantes lejos de casa y con empates que le lastraron en su casa. Pero este 2025 es para enmarcar: tres victorias, tres empates y solo una derrota. Y, en medio, ese 1-0 al Real Madrid. "No estaremos tranquilos hasta que el equipo se salve matemáticamente", frenó euforias el técnico del Espanyol, que un día anterior instó a todo el entorno a destacar los aspectos positivos dentro de esa atmósfera de autodestrucción que se ha creado en el último lustro.

El gran momento del Espanyol se explica primero en el entrenador de Lugo, más que un técnico para la entidad, quien ha sabido contagiar a sus jugadores bajo un mismo objetivo y con unos criterios realistas, que resumió a la perfección Roberto Fernández, el delantero centro: "Era un partido en el que tenía que correr, y en este caso matarme con los centrales. Así ha sido". Correr, correr y correr, no negociar ni un esfuerzo, "saber sufrir"... Valores que ha inculcado el técnico del Espanyol, quien ha labrado su carrera en categorías más modestas, y que ahora evoca aquella casta y entrega con José Antonio Camacho cuando cogió al Espanyol en la temporada 1993-94 y lo estabilizó en Primera después de años luctuosos.

También el equipo perico venía de dos descensos, de una inestabilidad institucional -conversión a Sociedad Anónima- que había hecho aumentar la deuda tanto que en 1997 se tuvo que vender Sarrià, y ese vacio lo cubrió Camacho con un espíritu que impregnó al club y le dio una identidad. "Me recuerda a aquel Espanyol, al del primer Camacho", explica uno de los jugadores que vivió aquello de cerca. La última respuesta de Manolo González lo resume: "Esto va de ganar. Fíjate en la final de la Champions Liverpool-Real Madrid donde Courtois fue el mejor... No voy a quitar al portero. El defensa y el portero son jugadores también. Ha habido días en que hemos perdido mereciendo más. El acierto en las áreas es clave. El equipo ha defendido bien y de las tres que ha tenido ha acertado una".

«La salud del vestuario», «el ABC» y un portero que es una maravilla

El viernes el técnico ya puso el acento en cómo los suplentes están aportando su grano de arena en los entrenamientos y que eso hablaba de la "salud del vestuario", algo que ha destacado ya en numerosas ocasiones. Llano y directo en el discurso, con un manual del "ABC en los entrenamientos y en el modelo de juego", el Espanyol se ha convertido en un equipo sin adornos, incómodo y en ocasiones feo, pero rentable, lo que a fin de cuentas es lo que importa para mantenerse en Primera. "En la segunda parte nos ha costado mucho, pero al final tocaba defender, resistir y tendríamos una ocasión o dos que tendríamos que aprovechar", dijo el técnico.

A la identidad que le ha dado Manolo González al equipo, se le une el salto que le da tener un portero como Joan García. Bajo el radar de Luis de la Fuente, seleccionador español, de nuevo dio otra cátedra ante el Alavés en una semana en la que el director deportivo, Fran Garagarza, ya habló honestamente en Radio Marca de que "si te llega una oferta a 14 de junio que no es la cláusula pero se aproxima en fijos y variables, el Espanyol no va a decir que no. No puede decir que no". El propio entrenador elogió al meta y siguió con la honestidad: "Lo de Joan es lo de cada semana. Ojalá esté mucho tiempo en el Espanyol y si no es así que tenga un gran futuro".

El portero no es solo el que más paradas realiza en LaLiga (92), sino que cada semana salva a su equipo con alguna de mérito, al alcance de muy pocos. "Para eso estamos los porteros, para parar las que nos llegan. Muy contento por dejar la portería a cero. Me estoy sintiendo muy bien desde la vuelta tras la Navidad", comentó. Sujetados a Joan García, que ha ido a más durante el curso, el Espanyol puede presumir de haber recibido solo seis goles en este 2025.

El acierto de Garagarza en enero y un futuro más esperanzador

De Manolo y Joan García a dos fichajes que apenas llevan un mes y medio en el Espanyol -o menos- pero que le han dado equilibrio y mordiente al Espanyol. Urko González, que regresa a Vitoria, donde se formó, ha entrado con el pie derecho y fue uno de los jugadores destacados en el centro del campo una vez más. El propio Pol Lozano, durante la semana, destacó que "ha venido a sumar y nos aporta muchísimo". Garagarza contrató al exjugador de la Real Sociedad, del que hablaban maravillas pero a quien se le cerró la puerta por la competencia, porque respondía al perfil de mediocentro equilibrado que buscaba para reforzar la plantilla de Manolo González. Y, por lo visto, ha resultado un gran acierto que potencia al equipo.

Lo mismo ocurre con Roberto Fernández, el delantero centro que acumula dos goles pero cuyo trabajo es clave en la presión y en el juego directo. Son incalculables los kilómetros que corre por encuentro. "Roberto desde que ha llegado nos da mucho. Es un incordio para los rivales porque lucha y se pelea", destacó el técnico.

A la espera de cómo acabe la temporada, a estas alturas el Espanyol navega por aguas más tranquilas con el renacido espíritu de Camacho, el acierto en los fichajes en el mercado de invierno y un portero que es una maravilla y que, en breve, podría debutar a la Selección española.