REAL SOCIEDAD

La doble operación en una del exmédico de la Real Sociedad para curar el cruzado: "Te aseguro que no se ha vuelto a romper ninguno..."

Eduardo Escobar, el que fuera médico de la Real Sociedad durante 18 años, no cree que se rompan más cruzados ahora que antes, pero defiende una fórmula que no todos los profesionales comparten.

Aihen Muñoz se retira en camilla después de romperse el cruzado. /EFE
Aihen Muñoz se retira en camilla después de romperse el cruzado. EFE
José Luis Lorenzo

José Luis Lorenzo

Aihen Muñoz se perderá lo que resta de temporada después de la grave lesión sufrida este pasado sábado frente al Celta. El lateral de Etxauri se une a una larga lista de futbolistas del primer equipo de la Real Sociedad que han sufrido una rotura del ligamento cruzado anterior de su rodilla de la que forman parte, entre otros, Mikel Oyarzabal, Sadiq Umar, Carlos Fernández o el ya retirado David Silva. Cinco casos en dos años y medio. El de Aihen es más doloroso si cabe porque ya sabe lo que es sufrir una lesión de este tipo, ya que padeció la misma (y en la misma rodilla) el verano de 2016 cuando era integrante de la plantilla del Real C.

Relevo se ha puesto en contacto con Eduardo Escobar, médico que trabajó durante 18 años en la Real, para saber su opinión sobre esta plaga de roturas de ligamento cruzado anterior, ya no solo en la Real Sociedad. Él no cree que se rompan más ahora que antes, pero entiende que la cantidad de partidos que integran el calendario no ayuda. Desde su experiencia aboga por una fórmula que ha defendido a capa y espada y que no todos los profesionales comparten.

La pregunta del millón. ¿A qué se debe esta plaga de ligamentos cruzados rotos?

Es una plaga que se ha repetido constantemente en toda la historia del fútbol y cada vez que ocurre una sucesión de hechos como este, siempre se hace la misma pregunta. La contestación es la misma, no es un hecho puntual ni temporal. Es algo que ocurre continuamente porque estamos hablando de un deporte de choque en el que además se dan circunstancias como la de la gran adherencia de la bota al campo para poder sujetarse habitualmente y tiene el inconveniente de que cuando se queda firme y gira la rodilla, se produce la rotura del ligamento cruzado.

¿En qué consiste exactamente una rotura del ligamento cruzado? ¿Qué es lo que pasa para que se rompa esta articulación?

La rodilla está formada por dos huesos, uno encima de otro, de carga, que son el fémur y la tibia. Y por delante tienen otro hueso que es la rótula, que sirve de fulcro, de apoyo a los tendones que vienen desde el cuádriceps hasta la tibia. Los huesos no están solamente uno apoyado en el otro, sino que tienen una serie de amarres para que no se luxen, para que no rompan su articulación. Los ligamentos principales de la rodilla, porque luego hay infinidad de pequeñas fibras ligamentosas, son el medial, o ligamento lateral interno, que es el que está en la cara interna de la rodilla, y luego está el lateral externo, o colateral externo, que va desde el fémur hasta el peroné, pero protegiendo también la articulación de la tibia. Esos son los ligamentos laterales, los que impiden que la rodilla se tuerza lateralmente, o bien para dentro o bien para afuera. Dentro, están dos ligamentos cruzados, porque se cruzan dentro de la articulación y van desde la tibia a un hueco que tiene el fémur en el interior. Todos los ligamentos son elásticos, pero tienen un límite de elasticidad y cuando los sobrepasas, los llegas a romper.

Si te tuerces tirando el pie hacia afuera y la rodilla hacia dentro, lo que se rompe es el ligamento lateral interno. Si es al revés, lo que se estira es el ligamento lateral externo. Pero si resulta que dejas el pie fijo en el suelo y giras la rodilla, estás separando el fémur de la tibia en el centro hasta que no aguantan los dos ligamentos cruzados y son los que se rompen.

¿Hay más roturas de cruzados ahora que antes?

Creo que no. Hay momentos puntuales en los que se da la casualidad de que se juntan dos o tres y llama mucho la atención, pero históricamente siempre hemos tenido ligamentos cruzados. Me acuerdo de que estando yo estaba en la Real hubo una epidemia de roturas de cruzados en el Barcelona. Se lo rompieron hasta seis jugadores y saltaron todas las alarmas. Nos hicieron una encuesta a todos los médicos de los clubs de Primera y de Segunda, pero dijeron que los resultados no fueron concluyentes. Nosotros, por nuestra cuenta, llegamos a la conclusión de que podía haber una causa determinante. El mecanismo es que el pie queda fijo en el suelo mientras giras las rodilla, supera el límite de elasticidad y rompe el cruzado. Cuando el calzado tiene una adhesión mayor al terreno, resulta que es más fácil que se llegue a romper el cruzado. En aquel caso hubo una moda de botas de fútbol que tenían un sistema de anclaje al terreno, pero se anclaban demasiado. Hay que tener en cuenta que el ligamento cruzado se rompe en deportistas que practican fútbol, baloncesto o balonmano y por eso mismo, porque hay un momento en el que el pie queda fijo en el suelo, se tuerce la rodilla y esa torsión exige tanto de la estabilidad que llega un momento en el que no lo soporta y se acaba rompiendo y eso va a pasar toda la vida, hagamos lo que hagamos. Se hacen cosas para prevenir…pero nunca se puede llegar a evitar. No me parece que sea más frecuente ahora que antes.

Eduardo Escobar, exmédico de la Real Sociedad.  DIARIO VASCO
Eduardo Escobar, exmédico de la Real Sociedad. DIARIO VASCO

Cuando un futbolista se rompe una vez el cruzado, ¿es más factible que haya una segunda rotura?

Hay un aspecto de las roturas del ligamento cruzado anterior que no se tiene en cuenta. La actual de Aihen le ha ocurrido en la misma rodilla y es un tema que hay que tratar. El doctor Atxalandabaso y yo hemos sido los defensores, los apóstoles, de una filosofía de tratamiento en las inestabilidades de rodillas, que hemos intentado esparcir por todo el país y en los congresos en los que hemos tenido voz y posibilidad para explicar lo que pensamos. Cuando se rompe un ligamento cruzado hay varios tipos de inestabilidad. Se puede romper solo el cruzado, pero también otros ligamentos acompañantes. Cuando hay dos tipos de inestabilidad, una en anteroposterior y otra en rotatoria, como no soluciones, además de la inestabilidad evidente, la rotatoria, te puedes cargar la plastia porque la otra no está solucionada y es la que te tira al suelo. Nosotros, y no lo digo porque fuéramos los mejores, porque tuvimos fallos como todo el mundo, de manera sistemática, cuando nos encontramos con los dos signos de inestabilidad, hacemos dos operaciones en una porque al final se trata de un profesional del deporte que va a requerir una rodilla segura y estable. Le ponemos el ligamento cruzado dentro y por fuera, un refuerzo extra, una segunda plastia, un segundo refuerzo y teniendo esos dos, te aseguro que no se ha vuelto a romper ninguno. Habrá que tenerlo en cuenta para que en la mente de todos los profesionales prolonguemos un poco más la operación. Aumentas las posibilidades de riesgo porque son dos intervenciones, pero el resultado es infinitamente más exitoso teniendo las dos plastias que una sola.

¿Cuál ha sido la rotura de ligamento más fuerte que ha visto?

He visto varias, pero la más llamativa fue la de Mikel Aranburu. No solo se rompió el cruzado, sino que se rompieron un montón de estructuras de la rodilla, hasta siete.

¿Cómo consiguió volver a jugar a fútbol?

Lo consiguió, primero, porque fue diagnosticado inmediatamente, nada más entrar al vestuario. Recuerdo que salí a rueda de prensa porque me lo pidieron el presidente y los consejeros, porque ni siquiera le habían sacado tarjeta amarilla al infractor (Albiol, del Racing de Santander), y me pidieron que dejara constancia de la gravedad de la lesión porque la entrada había sido brutal. La primera causa fue esa, coger la lesión rápidamente, trasladarlo y tener un equipo quirúrgico maravilloso. Actuábamos en aquel momento de forma conjunta el doctor Atxalandabaso y yo y estuvimos toda la tarde, con todos los medios técnicos a nuestra disposición, reconstruyendo poco a poco cada estructura, algo que nos parecía increíble que volviera a funcionar porque el destrozo fue brutal. Por último, después de haber hecho todo muy bien, de haber hecho muy bien la rehabilitación con Iñaki Anza, Zapiain, Josu Busto y compañía, después de todo eso, tuvimos una potra inmensa porque semejante lesión, por muy bien que la trates, puede dejarte muchas secuelas y en aquella ocasión contamos con la estructura mental y física de un jugador extraordinario.

"La rotura más llamativa fue la de Mikel Aranburu. No solo se rompió el cruzado, sino hasta siete estructuras de la rodilla"

¿Cuánto tiene que ver la cantidad de partidos programados en las lesiones de cruzados?

Es algo evidente. Si en cada partido o en cada entrenamiento tienes un riesgo de lesión, si multiplicas las horas de intensidad en los partidos y las de preparación con los entrenamientos, la posibilidad de que haya una lesión es mayor. Los equipos que están en la elite ya saben que al estar en varias competiciones, necesitan tener una plantilla suficientemente amplia porque ese riesgo existe.

¿Hay alguna posibilidad de que este riesgo sea menor?

Va a ser así siempre porque la máquina humana está diseñada para lo que está, tiene sus límites y cuando los sobrepasas, se produce la rotura de una estructura, que es lo que ocurre aquí. Y no va haber manera de evitar esto si queremos que sigan jugando a fútbol.

¿El cruzado puede romperse por desgaste?

Me imagino que lo dices por el caso de David Silva. Me respuesta es que no, pero siempre digo lo mismo. En medicina ser tajante y, sobre todo, ser pragmático no va a ninguna parte porque hay muchas cosas en las que hemos cambiado de opinión a lo largo de los años y nos hemos dado cuenta de que opiniones muy seguras no lo eran tanto y hemos tenido que cambiarla. Y en este caso pues tampoco te lo digo al cien por cien. Pero en mi opinión, habiendo tenido muchos años de práctica y habiendo operado muchos cruzados rotos, yo pienso que lo que pudo ocurrir no es que hubiera un deterioro y se rompiera. Lo que pudo haber fue la existencia de roturas parciales previas que originaron la fractura final. ¿Y eso no se puede ver? Pues no, porque muchas veces nosotros lo que exploramos es la estabilidad y si la rodilla es estable, no tienes porqué pensar que no lo es totalmente. Es posible que haya habido roturas parciales y sin una gran torsión, haya terminado por romperse, pero lo de la sobrecarga o desgaste del cruzado no cuadra con mi experiencia.

También ha variado el periodo estimado de recuperación. Antes se hablaba de seis meses y ahora de ocho. ¿Por qué?

Es verdad. No es una cifra exacta. Hemos variado el criterio por un motivo. El proceso postquirúrgico de una rotura de cruzado es de unos dos meses de recuperación para que el paciente pueda hacer una vida normal, no deportiva. A partir de los dos meses puede hacer ejercicios en descarga. A partir de los cuatro, carrera continua, suave y progresiva hasta que vaya alcanzado un nivel y a partir de los seis, si está bien el paciente, desde su punto de vista subjetivo o desde el punto de vista de la exploración médica, en ese momento se le autorizaba a la práctica deportiva. ¿Por qué seis meses? Porque es el tiempo que se ha calculado siempre para que el ligamento se recupere y se complete, se adhiera, se regenere y se transforme en un verdadero ligamento porque lo que hemos metido ahí son tendones y estos tienen que convertirse en ligamentos. Es un proceso biológico que dura un tiempo y si corremos el riesgo, aunque la rodilla esté muy estable y el ligamento esté aceptado, pero por dentro no tiene la sensibilidad propioceptiva que le permite al organismo responder ante exigencias, puede ser que se nos rompa con más facilidad. Hay que esperar a que se produzca ese proceso regenerativo. Hemos llegado a la conclusión que a lo mejor en seis meses sí, pero no es tan seguro, y ya que nos hemos metido en harina, es preferible esperar a los ocho meses, cuando ya es más completo ese proceso de recuperación.