La era de lo previsible en las cinco grandes ligas, donde ya sucede lo que se teme de la Superliga

Sea Superliga o Unify League, la nueva competición anunciada por A22 encuentra de frente a detractores como Javier Tebas. "Solo favorece a los grandes clubes", publicó en Twitter (X) ante las novedades del formato en diciembre de 2024. Una crítica que es constante: tras la sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea que dictaminó el abuso de FIFA y UEFA (aunque no por ello la puerta a aceptar directamente la Superliga), la cuenta corporativa de LaLiga apuntó que se trataba de "un modelo elitista y egoísta".

Pero LaLiga no es precisamente un ejemplo de equidad entre clubes. A tres meses de terminar la temporada, ya el escenario es el mismo que otros años: Real Madrid y Barça peleando por el título, esta vez con el Atlético. Los rojiblancos son los únicos que han roto la hegemonía de estos clubes con sus títulos en la 20/21 y en la 13/14, ambos en la era del Cholo Simeone, y esperan volver a hacerlo en este curso.

¿Pero se puede calcular el elitismo en Primera División? Podemos llamar 'dominantes' a los equipos con más de cinco títulos en los últimos 20 años. Real Madrid y Barcelona en el caso de LaLiga. Entre ambos acumulan 18 ligas en 20 años, nueve de cada diez.

La competición española es la que menos campeones diferentes ha tenido en los últimos 20 años, tres en total. Le siguen Serie A con cuatro, Bundesliga y Premier con cinco y Ligue1 con siete, la que más ganadores distintos aglutina. Las ligas alemana y francesa solo cuentan con un equipo dominante (al menos cinco títulos) en estas dos décadas: Bayern y PSG, respectivamente.

De media, los clubes dominantes han ganado el 77,8% de las grandes ligas en las últimas 20 ediciones. Acaparan el 90% de los títulos en Premier (entre City, Manchester United y Chelsea) y LaLiga (entre Real Madrid y Barcelona), el 75% en Bundesliga (por Bayern) y el 50% en Ligue 1 (por PSG). En Serie A, la proporción es del 84,21% (entre Inter y Juventus), aunque en este caso sobre 19 títulos y no 20 al declararse desierto el ganador de 2005 por el escándalo 'Calciopoli'.

Este curso, sin embargo, las ligas no reman a favor del líder habitual en todos los casos. En Inglaterra, el mal año del Manchester City deja vía libre al Liverpool en la lucha por la Premier. En Italia, a la Juventus no se le espera y el Inter, el equipo más ganador en las dos últimas décadas, tiene segura la Serie A ante Napoli y Atalanta.

Los líderes de Francia y Alemania de la última década siguen acaparando sus ligas. Destronar al PSG es ya muy difícil para Marsella y Niza. Lo intenta el Leverkusen en la Bundesliga con la intención de repetir título, aunque la distancia con el Bayern (8 puntos) hace difícil pensar que pueda ser posible.

Esta desigualdad se nota después en competición europea. Sea con el antiguo formato de Champions o con el nuevo, los dominantes de las grandes ligas tienen asegurada su plaza al quedar por costumbre en lo alto de la tabla. Esto se traduce en más dinero para estos clubes frente a los que no llegan. Ya no solo por participar o pasar de ronda, sino también por los ingresos por emisiones y taquilla. El resultado es más poder económico para unos y, en consecuencia, más inversión para que puedan seguir arriba.

En casos como LaLiga, las entradas y audiencias también tienen impacto en el reparto de derechos televisivos. Un 25% de los ingresos a los clubes de Primera depende de su influencia social, marcada por la venta de entradas, las audiencias y las acciones voluntarias. Ganar más títulos potencia esa masa de seguidores y, aunque Real Madrid y Barcelona no queden ahora primeros en liga, seguirán beneficiados por esto por la tracción que ya han generado.

LaLiga da un 50% de los derechos audiovisuales del ingreso neto destinado a Primera División a todos los equipos de LaLiga por igual. Del 50% restante, la mitad depende de este impacto social de los clubes; la otra mitad, del desempeño en la competición a cinco años vista, con más peso de la temporada actual (35%) que la anterior (20%) y las tres restantes (15% cada una). Para cada porción, el rango varía según la posición: del 17% del primero al 0,25% del último de la tabla. Todas las grandes ligas reservan una porción al rendimiento deportivo, dentro de los matices del reparto en cada competición.