Dentro del negocio de las redes sociales de los futbolistas: "Algunos te entregan las llaves"

Isabel Pacheco

Publicado23 de octubre de 2022, 7:34 h

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"¿Has visto el vídeo que ha subido Messi con su perro a Instagram?" "¡Mbappé ha colgado una foto con Achraf en Madrid!" Día tras día los aficionados se preguntan qué estarán haciendo sus ídolos. Con quién pasarán el tiempo y qué harán en su día libre son algunas cuestiones que hoy tienen respuesta gracias a las redes sociales. Plataformas como Instagram o Twitter se han convertido en un pilar fundamental para los futbolistas de élite, hasta el punto que la mayoría necesita a profesionales que los guíe.

"En una profesión como la del futbolista todo tiene que estar profesionalizado al máximo. Al igual que los jugadores confían en un preparador personal, en un fisio y en un nutricionista, la comunicación no se puede quedar atrás", afirma Nacho Silván, director de proyectos de la agencia de comunicación para deportistas de élite Imago Sport. Trabajan, entre otros clientes, con Carlo Ancelotti y Denis Suárez.

 "Las redes sociales son la manera más directa de llegar a los fans. Trabajarlas bien puede traer muchos beneficios, pero si las trabajas mal te pueden acarrear problemas", añade en esa misma línea Luiz Aznar, Director de Offside Communication. "La mayoría las ven como si fueran las redes sociales de cualquier otra persona y se equivocan. Es una herramienta para forjar sus carreras y hay que saber aprovecharlas. No puede llevártelas cualquiera", añade.

Con un crecimiento exponencial en los últimos años, "al principio había dos y ahora hay más de cincuenta ", apunta Luis Aznar. Cada vez son más los jugadores que confían sus perfiles personales a este tipo de agencias. Pero ¿se desentienden entonces los futbolistas de sus redes sociales?

"Depende de cada jugador. Hay quienes que te entregan las llaves de su reino y te dicen que puedes poner lo que quieras, que confían en ti. Otros confían, pero antes de que publiques nada quieren dar el visto bueno y los hay que prefieren trabajar en paralelo contigo. A mi me gusta eso, que haya consenso", cuenta Luis Aznar.

No obstante, pese a que todo el contenido que haga el jugador tiene que pasar previamente por la agencia para su revisión, quien siempre tendrá la última palabra es el futbolista. "Nosotros podemos asesorarles, pero quienes deciden son ellos. Son los responsables de sus redes y si quieren publicar una cosa lo van a hacer. Es así como tiene que ser. Yo no puedo ni debo quitarle la cuenta a nadie porque ellos son adultos. Por eso la comunicación con deportistas es tan compleja y tan bonita a la vez (...) A veces hay que explicarles la regla de que las cosas se ven mejor dentro de unas horas. El deportista no es un medio de comunicación y no tiene que ser el primero en dar una noticia", apunta Nacho Silván.

Pero en las redes sociales también se cometen errores y muchos se recuerdan mucho tiempo después.

En 2013 Sergio Ramos escribió un tweet felicitando a la selección femenina de waterpolo tras la conquista del Mundial. ¿El problema? Que el por entonces jugador del Real Madrid las felicitó 24 días después. "Hora de descansar después de ver ganar a la selección femenina de waterpolo. Enhorabuena chicas..!!", tuiteó Ramos tras la repetición de la final contra Australia (8-6) emitida en diferido por Teledeporte.

"Las crisis en redes son muy volátiles. Duran un poco y luego se olvidan. Una metedura de pata normal hay que verla con naturalidad. Darle más bola solo te va a traer problemas", confiesa el director de Offside Communication.

Sin embargo, las crisis no siempre giran en ese tono y a veces hay que tratar con cuestiones más delicadas. Una de las más recientes tuvo como protagonista al jugador del Celta Denis Suárez. El centrocampista gallego estuvo apartado del equipo durante toda la pretemporada por sus discrepancias con la directiva. Se entrenaba al margen y pese a su deseo de salir, finalmente no pudo abandonar al equipo en el mercado de fichajes.

"Ojalá estuvierais todos los días en la Ciudad Deportiva. Cuando venís a vernos es el único día que me dejan entrenar con el equipo todo el tiempo. Casualidades de la vida… Seguimos", escribía el jugador en su perfil de Twitter.

"Toda la maquinaria del club estaba trabajando para menoscabar su imagen y su carrera. Es una crisis que desde hace tiempo estamos trabajando con él para que sepa gestionarla de la mejor manera posible. Hablamos con Denis antes de que lanzara ese tweet para gestionarlo. No está siendo fácil para él", apunta Nacho Silván.

Quienes poco a poco se van introduciendo también en el mundo de las agencias de comunicación son las jugadoras. El crecimiento del fútbol femenino y el camino hacia esa profesionalización ha llevado a muchas futbolistas a confiar sus cuentas personales en busca de un mayor impacto.

En España, una de las agencias que se dedican exclusivamente a la representación y a la comunicación de jugadoras es BePlayer. "Empezamos con cuatro jugadoras y ahora trabajamos con veinte. Estamos viendo cómo, cada vez más, las jugadoras se preocupan por la imagen que quieren transmitir", cuenta Marta Díaz, responsable de Marketing de BePlayer. Virginia Torrecilla, Nahikari García o Laia Aleixandre son algunas de las futbolistas con las que trabaja esta agencia fundada en 2018.

"Quiero que las jugadoras sean las que lleven sus propias redes. Les quiero transmitir que no necesitan mi aprobación para subir un post. Yo les doy las herramientas, el contenido y el soporte, pero quiero que ellas lleven sus propias redes, que no sean robots".

A diferencia de lo que ocurre con los jugadores, Marta Díaz da una de las grandes claves: "Las jugadoras tienen que emplear sus redes para ser su propio altavoz. Hay aficionados que no saben si un partido se va a retransmitir o no, el resultado final, si han marcado … Por eso incidimos en mostrar ese tipo de contenido".

Equilibrio entre lo profesional y lo personal. Esa es la principal premisa de las agencias de comunicación de deportistas. Ellas forman parte de la estrategia de comunicación del deportista, pero sin olvidar que todo tiene un límite. Porque como apunta Nacho Silván desde Imago Sport, "siempre hay más interés por lo que no se ve que por lo que se ve". Y eso en los tiempos que corren, hay que saber gestionarlo.