El Comité de Competición le dice al Espanyol que "es la última" para clausurarle el estadio

El Comité de Competición, reunido este miércoles, ha decidido que no cerrará el RCDE Stadium. Tampoco clausurará parcialmente la zona de la grada, la Tribuna Presidencial, en la que se produjo el lanzamiento de un vaso lleno de líquido al árbitro del partido entre el Espanyol-Villarreal que finalizó 1-2 para los amarillos.

Finalmente, la entidad barcelonesa deberá pagar una multa de 3.000 euros al ser considerada la sanción no grave. Se había especulado con el cierre, pero finalmente ha quedado en una sanción de causa menor, debido a una serie de atenuantes.

Los hechos ocurrieron hace diez días. Una vez concluido el encuentro, un aficionado que responde al nombre de Óscar, y que no era socio, le lanzó a Alejandro Quintero González el vaso y le impactó en el pecho. No le produjo lesiones, por lo que es un atenuante, el encuentro además estaba finiquitado, y rápidamente tanto el colegiado como las fuerzas de seguridad identificaron y controlaron al agresor.

El Espanyol, además, actuó rápidamente condenan los hechos y expulsándolo, aunque "era la primera vez que iba al estadio", comentó el propio agresor después en Catalunya Ràdio, donde mostró arrepentimiento.

"Con los nervios, al acabar, quise protestar ante el árbitro y tenía un vaso en la mano, lo tiré hacia arriba con la casualidad que le di en el pecho. Estoy arrepentido desde el primer momento. En cuanto me identificaron, pedí si podía ir a hablar con el árbitro o algún representante para pedir disculpas, me dijeron que era imposible", comentó el propio aficionado.

Pese a que la entidad blanquiazul se libra de la clausura, se lleva un serio aviso. El comunicado de Competición explica que "el apercibimiento de clausura de sus instalaciones en caso de reincidencia en la producción de hechos análogos". La sanción es un mal menor para la entidad blanquiazul.