Una exhibición de Bryan Zaragoza pone fin a más de 1.000 días de Vicente Moreno sin ganar fuera de casa

Los equipos de Vicente Moreno sufren mucho fuera de casa y este año estaba volviendo a quedar claro. Todos sus equipos han sufrido esa diferencia entre el rendimiento como locales y el que mostraban lejos de su estadio. Y esta temporada no estaba siendo una excepción para Osasuna, que llegaba al Reale Arena como tercer peor visitante, con dos derrotas y dos empates, pero que puso fin a esta mala dinámica gracias a una exhibición de Bryan Zaragoza, una más, y a la inspiración goleadora de un Ante Budimir que sigue agrandando su leyenda.

El extremo andaluz, que ya había dejado grandes noches, como la que vivió ante el Barcelona hace unas semanas, fue un peligro constante para los donostiarras. Osasuna le dejó descolgado y Zaragoza aprovechó los espacios siempre que pudo. Aramburu lo sufrió especialmente pese a que en la primera intervención salió ganador. Era uno de los duelos claves del partido y el extremo salió vencedor.

La primera asistencia llegó a balón parado gracias a un córner sacado en corto, que le sirvió para poder generarse el espacio suficiente para poner el centro en la cabeza de Lucas Torró, que ya había anotado la semana pasada ante el Betis. La segunda, marca de la casa. Una conducción rápida y picante, encontrando a Budimir en el área para que el croata, que no necesita mucho espacio, colocase el balón junto al palo derecho de Alex Remiro.

Son ya cinco las asistencias que suma en este curso Bryan Zaragoza, convertido en el cuarto con más pases de gol de toda LaLiga. Únicamente le superan Baena, Raphinha y Lamine Yamal, todos ellos con seis, mientras que Mingueza suma también cinco como Bryan Zaragoza. Él mismo reconoció, tras vencer al Barcelona con su único gol de la temporada, que prefería las asistencias a los goles por lo que seguro que ya está más contento con su temporada, que inició con ciertas dudas y con mucha autocrítica por su parte.

Había que remontarse al 31 de diciembre de 2021 para encontrar la última victoria de un equipo de Vicente Moreno a domicilio en Primera. Lo consiguió con el Espanyol y frente al Valencia en Mestalla (1-2) y desde entonces había acumulado muchos sinsabores tanto en el Espanyol como en el Mallorca o el Almería, además de en este inicio de curso al frente de Osasuna. Más de 1.000 días -1.031 para ser exactos- sin celebrar una victoria como visitante.

Con los rojillos, de hecho, recibieron dos goleadas en sus dos primeras salidas ante Girona (4-0) y Rayo Vallecano (3-1), además de solo sumar dos empates ante Getafe y Valencia, dos equipos que están sufriendo mucho. La mala racha de Vicente Moreno no era únicamente en estos últimos tres años, sino que ha sido habitual durante toda su carrera. La de este domingo en San Sebastián es únicamente su tercera victoria como visitante 45 partidos. El bagaje hasta ahora era desolador, con 31 derrotas y 11 empates.

"No sabía los días, no los iba contando. Hay que tomarlo con naturalidad, ganar un partido siempre es difícil y en función de con qué equipos es más difícil aún. A ver si este año, estando en un equipo como Osasuna podemos conseguir ganar muchos partidos fuera de casa. Ahora pensar en ganar en Chiclana -se miden en la Copa del Rey-, que será difícil también", respondió Moreno en la sala de prensa del Reale.

Acabar con esta mala dinámica es algo positivo de cara al futuro, ya que en las últimas semanas se había convertido en un tema recurrente en Pamplona que incluso generaba crispación pese al excelente inicio de curso. Vicente Moreno ha caído de pie en el conjunto navarro, que ocupa posiciones europeas y disfruta del tercer mejor arranque de su historia con los 18 puntos que lucen en su casillero. La era post-Arrasate parecía complicada, pero el técnico valenciano está cumpliendo con buena nota.