ESPANYOL - GIRONA

El exjugador de Espanyol y Girona que se pasó a la política: "En el vestuario no preguntabas la ideología de los compañeros"

Ángel Martínez es concejal en la ciudad de los cuatro ríos, además de coach deportivo, comentarista y entrenador en ciernes.

Angel Martínez en la salón de plenos del Ayuntamiento. /PSC
Angel Martínez en la salón de plenos del Ayuntamiento. PSC
Marc Mosull

Marc Mosull

Cuando las lesiones le retiraron, Ángel Martínez Cervera (Girona, 1986) comenzó a formarse y a ejercer como coach deportivo. Mucho antes, estando en activo en Inglaterra, lo hizo como técnico. De hecho, hasta el final del pasado curso fue el segundo entrenador del Sabadell, pero ahora "no le da la vida" porque es un culo inquieto y la curiosidad le empujó a meterse en política; actualmente es concejal en el Ayuntamiento de su ciudad, Girona. Lo compagina con sus labores como comentarista del Espanyol y del Girona en Radio Marca y del filial perico en Espanyol Media, el canal oficial del club.

Y es que Espanyol y Girona son los dos equipos de su vida. En el primero se formó y disputó más de 50 partidos. Una grave lesión contribuyó a su salida y tras una cesión en el Rayo le condujo al Girona, el club de su ciudad y el de su hermano, un José Martínez que es leyenda absoluta en Montilivi con más de 200 encuentros de rojiblanco. Angel siente ambos equipos como propios y los aficionados de ambos clubes también lo ven a él como uno de los suyos.

Pasó por Blackpool, Milwall y Chesterfield antes de retirarse en el Sabadell, donde también fue capitán general. Y ahí, comenzó a formarse y a tocar todos los palos, hasta que desde el Partido de los Socialistas de Catalunya (PSC) en Girona le invitaron a hacerse político, aunque a él no le guste definirse como tal. En realidad, según cuenta en esta primera entrega de la entrevista con Relevo, que versa sobre su carácter polifacético lejos del fútbol, intenta trasladar lo que hacía sobre el césped a las calles de su municipio y al pleno del Ayuntamiento. Siempre trabajando por el bien común, con fair play y alejándose de los aspectos negativos propios del cargo que ocupa.

¿Por qué decides entrar en política?

Yo conocía desde hacía tiempo a Sílvia Paneque y Maite Guerrero, del PSC. Siempre me ha interesado la actualidad y la política, pero no tengo el carnet de ningún partido ni soy afiliado, soy independiente. Me gustaba mucho el trabajo que hacía Sílvia, en los barrios, estando cerca de la gente; muy como yo entiendo la política, respetando la diversidad y de llegar a consensos. Me pregunto si me apetecía entrar en el ámbito deportivo, estar cerca de las entidades de Girona, y acepté sin pensármelo demasiado. Quería hacer algo distinto porque tengo muchas curiosidades y creía que podía echar una mano en la política municipal, estando a pie de calle y en contacto con clubes, asociaciones… y dando un punto de vista como exdeportista.

Angel Martínez en su presentación con el Girona.  GIRONA FC
Angel Martínez en su presentación con el Girona. GIRONA FC

¿Qué te has encontrado?

Es verdad que hay aspectos menos agradables en la política; la brega, estrategias de partido… pero trato de ir por otro camino, hablando con todas las partes, intentando llegar a consensos. Cuando era jugador, especialmente en Inglaterra, convivía con gente de muchos lugares, idiomas y culturas, y no preguntaba de qué partido eran o qué ideología tenían. Y trabajábamos todos por el bien común. Pues bueno, trato de trasladar eso a la política. Pero no me gusta considerarme político, ¿eh? No me gustan las estrategias, las crispaciones, los extremos ni las medias verdades. Me gusta el fair play.

Te encargas del deporte en la ciudad.

Sí, aunque hacemos un poco de todo. También ámbito social, me gusta mucho ir a los barrios, estar en contacto con entidades que trabajan con personas con discapacidad, por ejemplo. Pero sí, en el ámbito deportivo llevo yo la batuta, por así decirlo.

Eres coach deportivo también.

Era algo que me interesaba mucho porque yo había estado con distintos coachs, como por ejemplo con Javier Negreira, que todo el mundo conoce su apellido. Hizo muy buen trabajo en la selección y en el Girona. Cuando dejé el fútbol, Antonio Hidalgo, que lo tuve como entrenador en el Sabadell en mi última etapa antes de retirarme, me dijo 'creo que tienes capacidad para hacer de coach, míratelo'. Es verdad que he vivido muchas experiencias en el fútbol y creo que tengo la capacidad de conectar con la gente.

Le hiciste caso.

Sí. Más por conocimiento y crecimiento personal que para ganarme la vida. Trabajé con excompañeros del Sabadell, también con chavales jóvenes del club; todo a través del boca a boca. También en el Sabadell hacía temas de meditación, visualizaciones de partido… Ahora sí que he dejado un poco de lado ese aspecto profesional. Es verdad que, para ser entrenador, conocer otros ámbitos, como el coaching, te enriquece. Cuantos más herramientas y conocimientos tengas, mucho mejor. Creo que es muy importante formarse constantemente, a todas las edades y en todos los ámbitos.

Es lo que le hice. Cuando me lesioné, empecé con el coaching, después hice un máster en dirección y organización de eventos deportivos, que me ha venido muy bien como concejal. Ahora, toca el curso de entrenador. Poco a poco.

Claro, también vas para entrenador.

Sí, tengo pendiente el nivel 3. El 1 y el 2 me lo saqué en Inglaterra, haciendo prácticas allí. Te lo ponían muy fácil porque podías compaginar la vida activa del jugador con la formación. Aquí no hay opción, tengo que dedicarme casi exclusivamente a formarme. Yo tengo tres hijas, el trabajo del Ayuntamiento, comentar partidos… me cuesta sacar tiempo. Pero vaya, de cara al año que viene o el próximo me gustaría volver a un banquillo.

El año pasado estabas en el cuerpo técnico del Sabadell.

Sí, sí, era el segundo entrenador. Pero con el trabajo de concejal no me da la vida y lo tuve que dejar.

¿Dónde te ves en un futuro como entrenador? ¿Fútbol formativo o profesional?

Me gustaría fútbol profesional, más que formativo. Para dar un primer paso está bien el fútbol base, pero un entrenador, como cualquier artista o cantante, quiere hacer su cuadro o su música, tener un sello propio. Y me gustaría desarrollar mi idea como yo la entiendo y en el fútbol base no puedes desarrollarla en plenitud. Pero vaya, nunca digas de esta agua no beberé. De aquí al futuro ya veremos... igual empiezo a estudiar para ser astronauta (ríe).