La extraña transición de Peter Lim a su hijo en el Valencia
Kiat Lim ha asumido el rol ejecutivo en la empresa matriz de su padre, pero no en el club valencianista.
Hace poco más de un año las miradas comenzaron a posarse sobre el llamado a ser heredero de Peter Lim, su primogénito Kiat Lim. El hijo del propietario acudió a Valencia a la Junta de Accionistas, y no solo estuvo presente delante de todos los medios de comunicación, sino que él mismo realizó declaraciones oficiales en los medios del club en las que apuntaba a "subir a bordo de la gestión" pronto y a que su presencia fuera "más habitual" en el feudo che. Casi 365 días después, la realidad es muy diferente y la extraña transición de Peter Lim asu hijo en el Valencia no ha llegado. Solo en el Valencia.
Porque sí, Kiat entró al consejo de administración del club y está presente en las reuniones virtuales o presenciales que se acometen casi mensualmente entre la gestión local (Lay Hoon, Corona y Javi Solís) y el mencionado consejo (del que no forma parte Peter Lim). Pero a la hora de la verdad, el poder ejecutivo, la última palabra la tiene todavía Peter, Kiat no tiene poder ejecutivo en el club che. ¿Y por qué es extraño? Porque en la mayoría de empresas de Lim padre ya no ocurre así.
Kiat Lim ascendió a vicepresidente ejecutivo de Thomson Medical Group, la empresa matriz de su padre, y ha sido él quien ha cerrado una operación de compra del operador hospitalario Far East Medical Vietnam de unos 381 millones de dólares. El movimiento ha sido el primer gran paso de Kiat como sucesor de su padre hasta el punto de que él mismo señala que "ha liderado la operación". Y en una entrevista en Forbes en la que ya habla como responsable de las empresas de su padre: "No puedo ponerme expectativas similares a mi padre en la gestión, de lo contrario me volveré loco", comenta mientras a su vez habla de los objetivos que él como máximo responsable se ha marcado en las empresas de su padre: "La capitalización de mercado de Thomson Medical pueda duplicarse hasta alcanzar unos 3.000 millones de dólares singapurenses".
Lo llamativo de esta entrevista en Forbes es que el reservado Peter Lim también interviene para hablar de su hijo ya como máximo heredero de su imperio: "Kiat trabaja duro y, con suerte, tiene la capacidad de hacer que las cosas sucedan en el futuro. Ahora se beneficia de poder aprovechar mi experiencia", explicó. Ese rol de 'consejero con experiencia' que Lim padre tiene con Lim hijo en Thomson Medical no ocurre tan así con el Valencia donde como explicábamos, hay una extraña transición.
Porque sí que es verdad que desde hace un año la comunicación entre el 'local management' del Valencia es más habitual con el joven Kiat que con Peter, de hecho en las reuniones en Singapur a las que acuden Lay Hoon, Corona y compañía, Lim hijo suele estar presente, algo que antes no ocurría. Sin embargo, ese rol ejecutivo que Kiat sí tiene en las empresas de su padre no lo ejerce todavía en el fútbol. Fue Peter quien dio el OK a Lay Hoon para fichar a Canós, o es Peter quien decide en última instancia asuntos como los del Nuevo Mestalla, por poner dos ejemplos. Es más, en la última pretemporada en Suiza desde la entidad apuntaron que no esperaban un rol de Kiat Lim más participativo que el que ha mostrado hasta la fecha, que no es otro que el de consultor y consejero.
Peter Lim ya no acude ni a su campo fetiche, el Santiago Bernabéu
Pese a todo lo dicho, lejos quedan los tiempos en los que Peter Lim acudía a España a ver a su Valencia. El singapurense (ni él ni su hijo) no tiene previsión de acudir al estadio de la capital de España el próximo sábado, feudo que ha presidido en más de cinco ocasiones y no solo con partidos del Valencia (acudió a un Madrid-City en 2016). Precisamente contra el Madrid fue el último partido al que acudió Peter Lim, pero fue en Mestalla. En diciembre de 2019 el máximo accionista se dejó ver en el feudo che en un duelo que empató a uno Benzema en el minuto 95.
Luego llegó el Covid-19, la desinversión y la crisis sin vuelta atrás entre el valencianismo y el máximo accionista. Y aunque en un principio el propietario de la entidad no acudía a Mestalla por los altos contagios de coronavirus, con el paso del tiempo su ausencia se confirmó ser también por la crisis que vive la afición con él y su no deseo de ser silbado en Mestalla.