La familia Montal le dio la identidad al Barça con el "Més que un club" y cambió su historia con el fichaje de Johan Cruyff
Mercè, fallecida en el trágico accidente de helicóptero, era hermana de Joan Camprubí y nieta y bisnieta de presidentes del club.

Poco después de que saliera a la luz el trágico accidente de un helicóptero en el río Hudson de Nueva York se conoció que los fallecidos, aparte del piloto, eran catalanes: dos padres y sus tres hijos. Él era Agustín Escobar y trabajaba como CEO de Rail Infrastructure en Siemens Mobility. Ella, que también trabajaba en Siemens, guardaba un vínculo especial con el Barcelona, era la nieta del expresidente Agustí Montal i Costa y bisnieta Agustí Montal i Galobart.
Agustí Montal i Costa presidió el club entre 1969 y 1977 y se le recuerda como una importante figura en la historia del Barcelona. Fue una persona que defendió la catalanidad del club en la etapa final del franquismo. Además, le ató a una frase que todavía a día de hoy le sigue acompañando: el 'Més que un club', obra del escritor y publicista Javier Coma. En la gestión deportiva pasó a la historia por ser el presidente que fichó a Johan Cruyff en 1973, con quien los blaugrana ganaron por 0-5 en el Santiago Bernabéu y pusieron fin a 14 años de sequía en Liga. El resto, como se suele decir, es historia.
Agustí Montal pagó 120 millones de pesetas por Cruyff cuando Gerd Müller también se presentó como una opción. Un tiempo después, Montal expresó que "no tardamos ni cuatro partidos en amortizarlo". En su junta figuraba Armand Carabén, el padre de David Carabén, cantante y organizador de los actos del 125 aniversario culer, o Jaume Rosell, el padre de Sandro Rosell. Bajo el mandato de Montal se celebró el 75 cumpleaños blaugrana. Fue cuando se presentó El Cant del Barça, el himno actual, y el cuadro conmemorativo de Joan Miró.
En la memoria del club, a Montal le describen como "un gran defensor de la identidad catalana a caballo entre el tardofranquismo y la transición democrática", además de "un firme opositor del centralismo futbolístico que ejercían la Federación y la Delegación Nacional de Deportes". Después de su etapa como presidente quedaron grabadas frases suyas como "el Madrid era entonces el club mimado" o "entonces en el fútbol mandaba la Casa Blanca".
Con Montal el Barcelona fue recuperando sus símbolos después de una españolización forzada desde 1941, cuando se cambió el nombre a Club de Fútbol Barcelona. Solía acabar sus discursos con un verso del poeta catalán Salvador Espriu: "Nos mantendremos fieles para siempre al servicio de este pueblo". Además, introdujo el catalán en la megafonía del estadio o los carnets de socio. Cuando dejó la presidencia a finales de 1977, Raimon Carrasco la asumió de manera provisional hasta que en 1978 Josep Lluís Núñez.
Joan Camprubí quiere continuar con el legado familiar
El pasado mes de junio, Joan Camprubí, hermano de Mercè y nieto de Agustí Montal, se presentó en sociedad al barcelonismo. Llevaba tiempo trabajando en la sombra para presentarse a las elecciones de 2026. Crítico con la gestión de Joan Laporta, en el mes de enero, con el problema intentando solucionar las inscripciones de Dani Olmo y Pau Víctor, llamó en Relevo a la movilización de los socios y no descartaba utilizar la moción de censura, que estuvo en boca del entorno, pero nadie acabó por pulsar el botón.
"Hay que sensibilizar al barcelonismo sobre la gravedad del momento y trabajar juntos para proteger los valores y el modelo de propiedad social", explicó a Relevo. "Todos los síntomas son los de un club desorientado y débil, lejos de la excelencia y la integridad que siempre había mostrado el Barça. Se está perdiendo el respeto internacional, la entidad está desestructurada y solo puede tapar agujeros. Si no se recupera el camino, el riesgo no es solo económico, es deportivo: está en juego su identidad", expuso.