ENTREVISTA

La carrera de Zou Feddal, su futuro en un banquillo al lado de Diego Tristán y un vaticinio: "Lamine Yamal ha hecho bien en escoger España"

El marroquí, exjugador de Alavés, Betis y Valladolid, entre otros, asegura, en su primera entrevista tras retirarse, estar "muy ilusionado" ante su próximo reto.

Feddal, en su etapa en el Betis. /
Feddal, en su etapa en el Betis.
Cristina Bea

Cristina Bea

"Honor, lealtad y sacrificio... desde el minuto 0 hasta el pidito final", escribió Zou Feddal (Tetuán, 1989) en sus redes sociales el pasado 21 de agosto, cuando anunció su adiós al fútbol a los 34 años."No me arrepiento de haber colgado las botas, pero es verdad que creía que podía haber jugado cuatro o cinco años más", reconoce y explica los porqués el ya excentral marroquí en esta entrevista, la primera que concede desde que finiquitara su etapa como futbolista y se volcara en vivir y en prepararse para su siguiente faceta. "Me gustaría ser entrenador y he estado estudiando para ello. Ahora empezaré una experiencia aquí en Sevilla, en el Internacional de Sevilla que está en Tercera RFEF junto a Diego Tristán, mítico delantero del Deportivo, y tengo muchas ganas. Muchísimas ganas", nos desvela el exjugador, nacido en Marruecos y criado en Figueres, adonde llegó con 3 años.

Fue "con 11 o 12" cuando empezó a aficionarse al fútbol "hasta que se me metió en la sangre", aunque antes de poder vivir del fútbol estuvo cerca de fundar con su hermano un negocio de capintería. Su profesor del ciclo formativo lo evitó a la voz de: "'Escúchame, no vengas más aquí, que nada más que haces desgastarme la madera, y prueba suerte en el fútbol'", cuenta entre risas el ex en LaLiga de Levante, Alavés, Betis y Valladolid. Feddal tira de carrete visual y emocional y nos transmite sensaciones del marcaje a Messi en la final de Copa Alavés-Barça, de la falta de feeling con Pacheta y de unas palabras de Joaquín tras un enfado del marroquí: "Joaquín me enseñó que lo que está en mis manos lo puedo hacer, lo que no, pues a tragar veneno y a seguir". También nos habla de Brahim y Lamine, y sus elecciones entre Marruecos y España.

¿Cómo estás, Zou? ¿Por dónde andas? Que desde que colgaste las botas no te ubicamos físicamente.

Bien, aquí en Sevilla, con la familia, disfrutando el sur. Contento, observando un poco el panorama futbolístico desde lejos, desde mi punto, desde mi casa. Y la verdad que muy bien, muy bien. El fútbol es mi vida, evidentemente, pero desde segunda fila.

Te has retirado con 34 años. Muy pronto, ¿no?

Sí. Se dio la situación personal. Cuando regresé de Turquía encontré algún club, pero las condiciones no me favorecían ni a mí ni a mi familia ni a la situación personal, y estuve un año sin club. El año siguiente surgió alguna opción también, pero poca cosa, sin mucha motivación, y ya está, tomé la decisión. Vengo de Turquía, jugué poco, hubo el terremoto... Muchas circunstancias que no me ayudaron y tomé esta decisión, y la verdad es que no me arrepiento de haberla tomado.

¿Cómo viviste el terremoto? ¿Cómo te afectó?

Lo pasé muy mal, como toda la gente de ahí. Fue complicado, pero gracias a Dios en la zona que yo estaba no se sintió tan fuerte como en Hatay, y es una experiencia que te hace reflexionar mucho. Me acuerdo que estaba en videollamada con mi mujer y mis hijos y se me cayó el espejo encima. Estaba en un hotel yo y se pusieron a llorar, porque ellos ya lo suponían. Y nada, bajé rápido… Dormimos en la playa.

¿Dormisteis en la playa, al aire libre?

Al aire libre.

¿Con qué fuerza se sintió donde tú estabas?

Estábamos a unos 500 kilómetros de donde realmente afectó, pero como es en línea, es todo mar, creo que fueron unos 5.9 o 6. No me acuerdo.

Es mucho...

Sí, sí, es mucho.

Dices que fue una experiencia que te hizo reflexionar. ¿Qué te enseñó? ¿Qué pensaste?

Me quedé como mareado durante un tiempo, ¿sabes? Me quedé como grogui, aquello que te noquean. Me hizo entender que no somos nada, evidentemente, que la naturaleza es la madre del mundo, no das valor a lo que tienes, sólo quieres estar bien y que no te pase nada. Te ves joven, te ves con responsabilidad, tienes tus hijos, tienes tus familiares y es complicado, pero de todo se aprende. Yo creo que todo lo que nos surge en la vida, a todos, tanto experiencias como a nivel personal, es por algún motivo. Nada es al azar. Y la verdad que aprendí cosas buenas en Turquía también. Una tierra muy bonita, un fútbol muy diferente, un fútbol poco táctico, muy abierto, muy intenso -lo viven mucho-, y fue una experiencia muy buena. Como bien sabes, yo soy musulmán, es un país musulmán también, en el que me he sentido un poco identificado con ellos, a pesar de que los idiomas no tienen nada que ver, pero las horas del rezo, la comida… Todo eso me ayudó bastante.

"No me arrepiento de haber colgado las botas, pero es verdad que creía que podía haber jugado cuatro o cinco años más"

¿Y ahora? ¿Cómo se lleva la vida después del fútbol?

Bueno, la vida ahora es más difícil. Estás mucho tiempo libre, analizas un poco todo. A veces te entra la nostalgia de cuando uno ha sido futbolista. Como te he dicho, no me arrepiento de haber colgado las gotas, pero sí que es verdad que creía que podía haber jugado cuatro o cinco años más, fácilmente. Pero es lo que te he dicho, todo pasa por algo y yo ahora tengo otros objetivos, en los cuales yo siempre me he enfocado, desde cuando era jugador: me gustaría ser entrenador y he estado estudiando para ello. Ahora empezaré una experiencia aquí en Sevilla, en un club de aquí, en el Internacional de Sevilla que está en Tercera RFEF junto a Diego Tristán, mítico delantero del Deportivo, y tengo muchas ganas. Muchísimas ganas.

El futuro cercano de FeddalRELEVO

Buen tándem.

Un buen delantero y un centralito (Se ríe.)

¿Cómo surge esta oportunidad?

Surge a través de un representante que conozco de hace tiempo, que tengo una buena relación con él, se llama Andrés, y hemos estado hablando. Me dijo que cabe la opción de poder entrenar un club aquí en Sevilla, me lo comentó y le dije que yo encantado. Y él propuso mi nombre a la directiva y ellos se han ilusionado, me ven con un buen perfil. Es algo que me ilusiona mucho. Me ilusiona mucho.

¿Conoces a Diego?

Personalmente no, mañana (por el viernes 27) vamos a vernos, vamos a comer. Me han hablado muy bien de él. Me han dicho que es un buen tío y que seguro que van a ir bien las cosas. Nos vamos a ayudar. Ya verás que esta entrevista en unos años la vamos a recordar, Cristina.

Me parecerá fenomenal.

¿Sabes qué pasa? Yo me acuerdo mucho de las primeras cosas que me pasan y yo, en el posfútbol, es la primera que estoy dando. Es la primera. Y me han llamado, ¿eh? Me han llamado, te lo juro, pero no hablo con nadie.

Pues me alegro mucho de que ésta sea la primera, Zou. Muchas gracias por querer hablar conmigo, con Relevo.

Te aprecio mucho… (Le devuelvo el cariño, que es mutuo, nos damos jabón, recordamos una entrevista que tuvimos en su etapa en el Levante -cuando nos conocimos-, y seguimos charlando).

Cuéntame, cuéntame entonces, ¿cuál es tu ambición como entrenador? ¿Dónde te gustaría llegar?

Donde pueda. No tengo techo, simplemente que sí me marco grandes objetivos: me gustaría llegar al fútbol profesional algún día. Me tengo que preparar, aprovechar las oportunidades que me vayan surgiendo, que es una carrera de fondo, no es un sprint. Y tengo mucha ilusión de poder ayudar a chavales, a gente joven, a que se desarrollen como personas, como futbolistas. Los errores que tal vez haya cometido yo, que no los cometan ellos, o intentar que no los cometan de la misma gravedad. Bueno, aportar cosas buenas a toda la gente que se vaya cruzando en mi camino. Y futbolísticamente, la idea mía es un fútbol adaptativo, no es un 'quiero jugar así, así y así'. No. Es adaptativo: ver un poco lo que tengo, en la Liga que estoy, en la categoría que estoy, ir poco a poco. Y sumando, e intentar aportar todo lo que pueda para la gente y para el fútbol, que es mi vida, es todo para mí.

"De pequeño no me llamaba la atención el fútbol, pero con 11-12 años ya iba todos los días a la plaza del barrio y se me metió en la sangre. Dormía abrazado a la pelota todas las noches"

Zou Feddal Exjugador de Alavés, Betis y Valladolid

Eso dijiste en el comunicado en el que anunciaste tu despedida, en el que recordabas también tus primeros pasos. ¿Cómo ha sido tu vida? Porque tú naces en Marruecos, con 3 años llegas a Figueres y, a partir de ahí, fútbol, fútbol, fútbol... «La pelotita», como escribiste en tu adiós.

(Sonríe). La pelotita, sí. España me ha dado todo. Yo nací en Marruecos y luego emigramos aquí. Mi padre vino antes, llegamos después mi madre, mi hermano y yo a Figueras, un pueblo de Gerona, y empezamos nuestra vida en Cataluña. Muy agradecido a toda la gente que tuve en mi infancia a mi lado, porque me ayudó a desarrollarme como persona, como futbolista. De bien pequeño el fútbol no me llamaba mucho la atención; hacía atletismo, me gustaban otras cosas, pero a la edad de 11-12 años el fútbol empezó a llamarme la atención, porque mi hermano es más mayor que yo, lo veía jugar, me iba con él y veía que iba mejorando, mejorando, mejorando, y ya iba todos los días a la plaza de mi barrio, con todos mis amigos. Empecé así hasta que se me metió en la sangre. Ya dormía con la pelota todas las noches, abrazado, soñando con el fútbol y con los pósters de Ronaldinho, de Zidane, de Maldini, de Puyol, que es una leyenda...

Qué ídolos, ¿no? ¿Y ya jugabas de defensa?

No, jugaba de medio, jugaba de interior, pero sí que tenía esos dotes defensivos. Me gustaban los buenos jugadores, los jugadores con valores y en mi casa, como mi hermano era más mayor que yo, siempre me hablaba de Puyol. Ronaldinho era una referencia por su sonrisa, por su fútbol, por su magia... Zidane era bonito de ver, era como si vieras una linda mujer, como dicen los latinos (se ríe), era poesía. A mí me encantaba el buen fútbol, y los buenos futbolistas. Me acuerdo el Figueras, que estaba en Segunda "B", y veía a los jugadores del primer equipo y me quedaba mirando y soñaba sólo con llegar a Segunda "B".

¿Y en qué momento te das cuenta de que te puedes dedicar al fútbol?

Te soy sincero. Al final de 3º de ESO no me iban bien los estudios y llamó la directora a mis padres, y mi padre le dijo que me iban a meter en un ciclo formativo de lampista o de carpintero o de jardinería. Yo dije carpintero, porque mi hermano era carpintero, entonces, la idea era 'Taller Hermanos Feddal'. (Sonríe). Empecé a hacer carpintería y no me gustó. No me gustó, porque era entrar a las 8 de la mañana y encender la máquina, la tupi esa, se me ponía la cabeza así (gesto de "me explota la cabeza"), y montamos un torneo de fútbol 7 cada módulo, y me fue muy bien el torneo ese.

Ganamos el torneo y el profesor mío, que se llamaba Ricardo -tengo muy buena relación con él-, me dijo: 'Escúchame, no vengas más aquí, que nada más que haces desgastarme la madera, y prueba suerte en el fútbol', y ya está. Me fui a mi casa y le dije a mi padre que iba a entrenar, que quería probar. Yo entonces jugaba en el Perelada, un club de Tercera División, en los cadetes, y tenía unos familiares míos en Francia, y el Mónaco abría un periodo de pruebas. Y me fui a probar en el Mónaco, y me ficharon. Me cogieron y empecé ahí. Ahí sí me lo empecé a creer un poco, pero digamos que cambió todo en seis meses: empecé a saltar categorías. En España he jugado en Tercera, en Segunda "B", luego me fui a Italia y en Italia ya despegué un poco.

Llegaste al Parma, estuviste cedido en el Siena y Palermo. Viviste la quiebra del Parma, con su descenso administrativo. ¿Cómo fue ese momento? ¿Cómo de complicado?

En Italia pasé muy malos momentos por el descenso administrativo del club y por impagos durante todo el periodo que estuve en el Parma. Creo que llegué a Italia en un tiempo equivocado, que el fútbol italiano cuajaba muy bien con mi perfil. Creo que si yo hubiera estado en un club en buen estado financiero, económico, con buena gestión, buen organigrama, podría haber hecho una buena carrera en Italia, pero bueno, se dio así y la verdad que lo pasamos muy mal. De entrenador teníamos a Roberto Donadoni, que jugó en el Milan y que se portó muy bien conmigo.

"Creo que llegué a Italia en un tiempo equivocado, pero el fútbol italiano cuajaba muy bien con mi perfil y podría haber hecho una buena carrera en Italia"

Es una experiencia que viví: un país que me gustó mucho, el idioma, la mentalidad, el fútbol, los entrenamientos, la profesionalidad, pero la desgracia que dimos con un presidente que de la noche a la mañana desapareció. Dejó el club en la quiebra y, aun así, dimos todo lo que pudimos. Ganamos muchos partidos en condiciones muy, muy, lamentables. Yo jugué al fútbol siempre porque me gustó, nunca por dinero, y eso sí que lo he asimilado y lo he llevado hasta el final siempre, y en el Parma hablaba con mi subconsciente siempre que me daba el bajón: 'Yo estoy aquí porque amo el fútbol, no es porque me dé de comer'. Evidentemente, buscamos de qué comer, pero bueno, son situaciones que pasan y ya cambiarán, no podemos pelear contra muchas adversidades.

Feddal, con el Levante, defiende a Messi.
Feddal, con el Levante, defiende a Messi.

Unas adversidades que acabaron por liberar tu contrato y por que llegaras al Levante sin pagar traspaso. ¿Qué supone para ti ese año en el Levante? Fue tu debut en Primera, pero terminasteis descendiendo.

Tengo muy buen recuerdo. Una pena el descenso, que fue culpa de los jugadores, que no supimos llevar la mala situación en la que vivimos en ciertos momentos de temporada. Yo creo que el empezar con mal pie pasa factura al final, porque es como que te vas arrastrando detrás de las jornadas y detrás de los resultados, pero sí que tengo muy buen recuerdo, especialmente de la gente que formaba el club y de la ciudad, que es una pasada. Y el ambiente. Es un club muy sano, muy receptivo y estuve muy bien. Pero te digo, se me quedó esa espinita del descenso, que yo tenía una edad en la que yo creía que tenía que seguir jugando en Primera división y me surgió la posibilidad de ir al Alavés, pero si me hubiera cogido más joven, probablemente me hubiera quedado a pesar del descenso. Si me hubiera cogido con 20 o 21, me hubiera quedado en el Levante para intentar ascenderlo, pero yo tenía 25-26 y yo creía que era un tren para mí mantenerme en Primera división, y como me surgió esa opción el club me facilitó un poco las cosas y me fui al Alavés.

Feddal sobre la final de Copa con el AlavésRELEVO

Un Alavés que acababa de ascender, precisamente, y con el que te viste jugando la final de la Copa contra el Barça, teniendo que defender a Messi. ¿Cómo es eso?

(Sonríe). Eso lo hemos sufrido todos los que hemos jugado de defensa en Primera división. Messi es una máquina, la verdad, y la final fue muy interesante. Vivimos un momento impresionante esa época. Esa temporada fue algo que nunca voy a olvidar, porque éramos un equipo muy joven, jugadores con mucho talento que nadie conocía: Marcos Llorente, Theo Hernández, Kiko Femenía, incluso a mí que me salió un muy buen año, Deyverson, Camarasa, que venía del Levante también como yo, y luego había gente veterana en el equipo como Manu García, que es el capitán, que es un tío estupendo y un gran compañero, tengo muy buen recuerdo de él. Muy contento de ese año que me sirvió para poder dar el saltito al Betis. Y al Alavés le guardo un cariño muy especial. Sergio Fernández, el director deportivo, es íntimo amigo mío y tengo muy buena relación con él. Vitoria es mi casa.

Feddal rememora la final de la Copa del Rey con el Alavés ante el Barça: "Ellos estaban tan tranquilos, como si estuvieran jugando una pachanga, y nosotros, cagados vivos"

¿Alguna anécdota de esa final, de ese marcaje que dices que habéis sufrido todos? Estuve revisando el partido y os marcaron Messi, Neymar y Paco Alcácer.

Sí. Ese partido fue muy raro. Fue muy raro el ambiente, el césped, patinábamos todos. Patinábamos. Yo me miré las botas como cuatro veces porque cada vez que arrancaba y frenaba, patinaba, se me iba al pie, y es una anécdota que tengo en mi cabeza. No sé, fue muy raro, te lo juro, fue muy raro. Fue el último partido en el Calderón, que luego lo tiraron después de ese partido. Y la anécdota es que estás jugando una final, que es tu primera final, y ellos es la "cincuentísima" final, no sé cómo llamarlo, pero que ellos estaban tan tranquilos, como si estaban jugando una pachanga, y nosotros, cagados vivos. Aun así fuimos al descanso 1-1 y, bueno, Messi se remangó las mangas y empezó a dar asistencias por todos lados y Neymar, y todos... Rakitic. Un equipazo.

Vaya día para patinar, teniendo delante a Messi, ¿no?

Te lo juro. No sé si fue que me temblaban las piernas o fue por el césped, o las botas, pero no yo sólo: todos nos quejamos a la media parte de que estábamos patinando mucho.

Ese «saltito» al Betis se prolongó durante tres temporadas. ¿Qué destacas de tus años en Sevilla? Fue tu paso más importante por la Liga.

Sí, mi paso más importante porque es en el club donde más tiempo he jugado y, evidentemente, el Betis ha sido un paso muy bueno en mi vida, porque caí un poco de pie hasta la lesión del tendón de Aquiles que tuve. Al principio hubo muchos fichajes en el verano, que yo llegué también, era un equipo por hacerse. El Betis creo que venía de unos problemas económicos o no sé cómo llamarle, pero sí, cambio de presidente y tal, y con Quique Setién muy, muy bien, la verdad. Yo a Quique le guardo un gran recuerdo, un gran tío, muy sincero, muy sensato, creo que entiende mucho de fútbol y me ayudó mucho a jugar otro sistema, otro tipo de fútbol que yo, en los clubes que había estado, no lo conocía, que es el tener la posesión de balón, porque venía de equipos en teoría más defensivos, renunciábamos un poco más al balón o jugábamos más a la segunda jugada, a ver lo que surgía, y en el Betis no. Teníamos esa iniciativa, creábamos un fútbol bonito para el espectador.

Y la afición del Betis es una afición muy pasional, que quiere resultados enseguida, que quiere que lo des todo. Intentas agradar a tu afición, intentas aportar lo que ellos realmente quieren del futbolista, y aquí se vive muy bien. Aquí, si las cosas te van bien, ellos te aportan. Si las cosas te van mal y tú te entregas, pues tú también descansas un poco mejor. Pero sí que es verdad que cuando no van tan bien, es un runrún constante. Y yo creo que el beticismo está mejorando mucho ese aspecto y el Betis, desde el 2017 hasta la fecha de hoy, está en un crecimiento muy bueno a nivel institucional y de jugadores. Creo que con Pellegrini han acertado, es un gran entrenador y les deseo lo mejor. Les guardo un cariño muy, muy grande y especial.

Yo, te digo la verdad, Cristina, de todos los clubes que he estado he salido bien. Sí que en el Betis me hubiera gustado estar más tiempo, pero bueno, surgió una venta, pero sí que les guardo cariño. No guardo rencor. Al final me han dado una oportunidad y aprovecharla se trataba sólo de mí, de hacerlo bien. Yo creo que me fueron bien las cosas, pero diferentes circunstancias hacen que un futbolista pueda estar más tiempo o menos tiempo.

"Yo venía de equipos más defensivos y Quique Setién me ayudó a jugar otro sistema, otro tipo de fútbol, a tener la posesión de balón. Creábamos un fútbol bonito para el espectador"

Tiempo suficiente para vivir, supongo, muchos grandes momentos y anécdotas, y para marcar en el último derbi en el que el Betis se ha impuesto en el Sánchez Pizjuán, en el 3-5 de 2018.

Creo que fue el 1-2, si no me equivoco. Sí, fue un gol muy bonito. Pero me acuerdo de otros partidos, contra el Celta, que era el primer partido mío en el Benito Villamarín: minuto 80, íbamos empate a uno, en un córner meto el 2-1, ganamos el partido. Tengo otras anécdotas, los compañeros que he tenido, como por ejemplo -que todo el mundo lo menciona, pero es que es la verdad-, Joaquín, un tío espectacular. Un compañero que te aporta mucho, que trae muy buen ambiente a la plantilla entera, tanto a los compañeros como a los utilleros, a la directiva, es un tío que sabe estar en un club de fútbol.

Hay otros compañeros, como Javi García, que es un chico súper sano también; Durmisi, que estuvo conmigo; Nabil Fekir, que es un pedazo de jugador; Sergio Canales, que a pesar de las lesiones que ha tenido ya ves lo que ha aportado para el fútbol español. Compañeros espectaculares. Y Sevilla... Pues el clima te ayuda mucho a ser muy, muy feliz, a divertirte tanto dentro como fuera. (Sonríe). Es la verdad, no te voy a engañar. Es una ciudad muy bonita y me gusta mucho el ambiente que hay aquí.

Pero como futbolista no te pudiste divertir tanto, ¿no? ¿O sí?

(Sonríe.) Bueno... Yo tengo un lema, conmigo lo llevo: que mientras lo dé todo en el campo... ¿Me entiendes o no? Cada uno, como ve la vida. Yo lo que quiero es tener mis amistades a mi lado, ser feliz, y ya la opinión de los demás no la puedo controlar, pero que tampoco me he desmadrado. Al final soy un chico joven, que tengo una familia, me gusta pasarlo bien y lo he intentado, y lo seguiré intentando.

Justo antes de empezar la entrevista me hablabas de una frase que te decía Joaquín: «Controlar lo que está en tus manos». ¿Me cuentas en qué contexto se dio? Porque siempre hablamos de Joaquín y sus bromas y sus chistes y bailes, pero esa frase es de conversación seria, que también tenía ese registro como capitán y emblema del club.

Joaquín te transmite el mensaje en plan cachondeo. Él es timidillo hablando. Cuando tenía que dar la voz en el vestuario, como que le da cosita, pero él te tira el mensaje de buen rollo. Y esto surgió cuando jugamos contra el Getafe, en Getafe, y yo venía de estar lesionado, creo, y el equipo no estaba arrancando bien y yo no estaba jugando, y me enfadé porque no jugué ese partido y él me cogió y me dijo: 'Feddal, controla lo que está en tus manos, lo que no está en tus manos no puedes hacer nada', como diciéndome que yo estoy entrenando bien, que siga así, que luego las decisiones que tú no puedes controlar pues ya cambiarán, y me lo guardo conmigo siempre para todas las cosas, para mi vida personal también, que digo: 'Lo que está en mis manos lo puedo hacer, lo que no, pues a tragar veneno y a seguir'.

"Joaquín me enseñó que lo que está en mis manos lo puedo hacer, lo que no, pues a tragar veneno y a seguir"

Zou Feddal Exjugador de Alavés, Betis y Valladolid

Espero que no hayas tenido ni tengas que tragar mucho...

No, pero sí que es verdad que la vida es complicada fuera de los terrenos de juego. Cuando pasas a la segunda fila es otra cosa.

¿Qué es lo más complicado, Zou?

El día a día. El no estar en un vestuario, tu trabajo, tu vida. Es como uno que está en la banca 30 años y de repente no está en la banca. Aunque haya mucha presión y tener que saber llevarlo y controlar números -te estoy hablando en el caso de un banquero-, de llevar cuentas importantes, es que es su vida, y yo el fútbol es mi vida. A mí la presión me gusta mucho, me gusta sentirme presionado porque yo creo que rindo, exploto más mis capacidades. Y el fútbol me ha dado todo eso.

Entonces, ahora te ves en una situación en la que te despiertas por la mañana, llevas a los peques al cole y luego te vas a desayunar y ya estás planeando, pensando qué puedo hacer, no sé qué, no sé cuánto. Ya no tienes la misma rutina. Y la suerte del futbolista es que su rutina es pasional, es amor, es puro. Que es verdad que muchas veces no valoramos lo que tenemos, pero también eso forma parte de la naturaleza: que haya momentos en los que uno se cruce, que tenga malos días y que no le das valor a tus cosas, pero si generalizamos y miramos lo que ha sido todo, el fútbol es la hostia.

¿Y cómo defines tu paso por el Valladolid? Porque estuviste dos años en el Sporting de Portugal y regresaste a la Liga, pero te marchaste en tu primera temporada, en el mercado de invierno a Turquía. ¿Qué pasó? ¿Por qué estuviste tan poco tiempo?

En Valladolid me fue bien a nivel de compañeros, pero sí que es verdad que yo con Pacheta no tuve buena relación. Desde el primer día sentí que no. Me fichó a mí el director deportivo, creo, y yo no llegué muy en forma, me costó adaptarme, estuve haciendo una mini pretemporada, jugué contra el Getafe, me fue muy bien. Luego contra el Espanyol hice muy buena primera parte y me quitó en el descanso. Me dijo que para que no hubiera carga, pero es que el equipo necesitaba a los que estaban bien. A mí me daba igual romperme en ese momento. Yo estaba bien, estaba jugando y me supo muy, muy mal. Yo creo que no hubo buen feeling, tú sabes.

"En Valladolid me fue bien a nivel de compañeros, pero con Pacheta no tuve buena relación. No hubo buen feeling"

 

Al final, igual que te he hablado muy bien de otros entrenadores, que yo te diga que con él no tuve buen feeling no quiere decir que él no sea válido tampoco. No con quien yo no tenga buen feeling sea el extremo contrario. Posiblemente él es buen entrenador, pero conmigo no hubo sintonía y yo eso lo respeté, y cuando llegó enero, por mi parte yo me quise marchar y creo que él por su parte pues habrá apretado al club para que yo saliera. No estaba a gusto. ¿Me supo mal todo lo que sucedió? Me supo mal, sí, porque mis valores son esfuerzo, son trabajo, son aportar lo que pueda…

A lo mejor mi carácter a veces me juega una mala pasada, pero como somos personas y seres humanos, pues nos equivocamos y yo, al menos, cuando se equivocan conmigo no le guardo rencor a nadie. Mucha gente se equivoca, no somos máquinas. No pretendo que las personas no se equivoquen conmigo porque ni lo busco. Si se equivoca alguien, me parece perfecto; mientras reconozca y reconduzca su comportamiento, perfecto. Pero conmigo mismo también. Yo si me equivoco, pido disculpas o reacciono de una manera mucho más positiva e intento reconducir la situación.

Feddal, en su etapa en el Valladolid.  GETTY
Feddal, en su etapa en el Valladolid. GETTY

¿En qué te equivocaste? Porque hablas de tu carácter y de problemas que te haya podido generar. ¿Cómo es ese carácter?

Yo soy intuitivo, soy muy chisposo, de actuar muchas veces naturalmente sin darle muchas vueltas a mi cabeza, y eso, a lo mejor, puede provocar que parezca un conflicto. No acepto mucho perder y cuando las cosas no van bien el orgullo a veces te juega malas pasadas. En un club de fútbol no puedes decir lo que realmente piensas, tienes que tener cuidado con quién hablas. Son muchas cosas y yo, como he sido sano, no temo lo que digo. O sea, a lo mejor pienso algo de una situación y lo digo. A lo mejor me están haciendo una pregunta trampa, también, pero no le doy dos vueltas: yo no filtro y digo 'tengo que ser natural'. A lo mejor fulanito no me aprecia o no me quiere por lo que he dicho, pero a lo mejor equis me va a querer porque soy sincero. Como en el Alavés con Pelegrino, él me apreció mucho por mi sinceridad, porque él hizo muchas charlas, preguntas, y yo decía cosas... Posiblemente mis respuestas eran lo contrario a lo que él preguntaba.

"Como he sido sano, no temo lo que digo, pero estar callado me habría beneficiado más, porque el fútbol se juega con los pies, la boca no hace falta"

Zou Feddal Exjugador de Alavés, Betis y Valladolid

Y piensas que, quizá, si te hubieras «recogido» un poquito, te habría beneficiado más…

O estar callado, porque el fútbol se juega con los pies, la boca no hace falta. Cerrar la boca y ya está, aportarlo todo con esto (se señala la cabeza) y con los pies. Pero bueno, eres central, tienes un poco de liderazgo, tienes que aportar esa seguridad a tus compañeros y poner la cara por otro. Es un poco el rol que juega un central.

Y antes decías que en tu próxima etapa como entrenador querías ayudar a los chicos a que no cometieran errores como los que tú habías podido cometer. ¿Te referías a esto? O ¿a cuáles? ¿Cuál es el aprendizaje que les quieres transmitir?

Es todo, es todo. Vida privada, si me lo permiten, les puedo aconsejar algunas cosas. Futbolísticamente les aportaré todo, tanto lo que he visto de mí como lo que he visto de algunos compañeros. Y a nivel económico, cómo gestionar sus cosas: que no se equivoquen porque todo se acaba, y luego cuando se acaba, entran los dolores, las penas... Y que inviertan, aunque ganen poco. Lo que sea, invertir en cosas, que el dinero vuela, y que uno tiene que ser agradecido con la vida siempre. Yo esto lo digo en caso de que ellos acepten escucharlo, si no, yo no tengo por qué darle ningún consejo a nadie, ni mucho menos.

¿Tú invertiste bien o lo dices porque te han llegado esos dolores y penas?

Yo, gracias a Dios, tengo mis cositas. Yo he comprado viviendas y cosas así, no nos podemos quejar.

Y me has generado mucha curiosidad: ¿qué consejo les darías para su vida privada?

Bueno, pues la discreción, por ejemplo. Hay que ser discreto en la vida, no hay que ser muy llamativo. Hay que llevar la humildad tanto dentro como fuera del campo. Los valores que le han inculcado a cada uno sus padres que no los pierda porque crea que tiene equis dinero o tiene equis edad o que se haya echado una novia y se olvide de sus familiares... Cosas así, que he visto muchas cosas de compañeros, porque el fútbol es un es una energía. Es una energía en la que tú eres ejemplo para muchos chavales. Tú estás en el foco, sales en la tele todos los fines de semana, te entrevistan entre semana, vas a comer, te reconoce la gente, y ésa es la humildad que uno tiene que saber llevarla. Tampoco te digo que seas una persona que hables con todo el mundo, que no tiene que ser así, tienes que moverte por tus sentimientos, por tu forma de ser, pero sí que es verdad que los detallitos, cercanía a la gente, la educación de ser cercano y humilde, y saber hablar. Eso es lo que uno tiene que gestionar. Y gestionarlo y entrenarlo, porque eso se pierde. Mucha gente lo ha perdido.

En esa forma de ser influye, quizá también, tu cultura, tu forma abierta de relacionarte.

Sí, pero yo creo que todos los padres intentan inculcar eso a sus hijos, luego el hijo, cuando cumple 18 años, ya no depende de su padre. Eso es la cultura de aquí. Mi cultura es diferente, nosotros con 50 años seguimos siendo niños delante de nuestros padres. Yo creo que aquí en España hay muy buena cultura, pero sí que es verdad que la juventud hoy en día tiene que apretar un poco.

Hablando de tus orígenes, de tu familia, ¿cómo viviste el triunfo de Marruecos contra España en el Mundial de Catar?

Increíble, increíble, increíble. No me lo esperaba, vamos, ni en tres vidas. Joder, semifinales de un Mundial, tío.

Feddal sobre Brahim y Lamine YamalRELEVO

Vaya torneo de Marruecos.

Mira, justo antes del Mundial de Rusia, Marruecos lleva veinte años sin clasificar a un Mundial. Va a Rusia, el siguiente a Qatar y llegan a semifinales. Marruecos tiene mucho talento ahora. A Marruecos, si las cosas se hacen bien, le espera un buen futuro a nivel futbolístico. Creo que están trabajando muy bien, están apostando, tanto económicamente como a nivel de estructura. La ciudad deportiva de la selección marroquí de fútbol es increíble a nivel de tecnología y hay muchas academias que están explotando muy bien al futbolista marroquí en Marruecos, y ojalá puedan seguir muchos años así, porque yo creo que el fútbol es una forma de educar a la gente y de salvar a sus propios familiares de situaciones económicas más graves. Ojalá, ojalá, ojalá se siga creciendo.

"Brahim le puede aportar mucho a Marruecos. Lamine ha hecho bien en coger a España. Su fútbol es muy técnico"

Zou Feddal Exjugador de Alavés, Betis y Valladolid

¿Qué te parece que Brahim juegue por Marruecos en vez de por España? Se generó mucho revuelo aquí.

Brahim es un gran futbolista, por supuesto, pero yo, si no tengo mal entendido, es que España tampoco lo convocó. Yo creo que él esperó, pero España tampoco dio el paso, y yo creo que después de lo que hizo Marruecos en el Mundial de Catar y el talento que ya venía teniendo el equipo, él se decantó por Marruecos. Yo creo que Brahim le puede aportar mucho a Marruecos. Es un pedazo de jugador, se le ve un muy buen tío -no lo conozco, pero según me han comentado un poco es un tío muy llano, muy majete-, y ojalá sea un ídolo para todos los aficionados del fútbol marroquí. Tanto para el fútbol marroquí como para el Madrid.

Al que seguro que os habría gustado tener también con vosotros es a Lamine, ¿no?

Dicen que se reunió con el presidente de la federación marroquí, pero Lamine ha hecho bien en coger a España, la verdad. No te voy a engañar. Su fútbol es muy técnico, los estadios a nivel europeo no son los estadios a nivel africano, los viajes... Todo. Pero bueno, según la abuela dice, se siente muy marroquí, que pide dulces marroquíes. (Sonríe). Que le vaya bonito, Cristina, y que gane muchas cosas con España, que también es mi segunda casa.