FC BARCELONA

Flick se desmarca de las multas y la política de 'protección' de Xavi: "La ropa la lavábamos en casa"

El entrenador alemán pasó de decir que la suplencia de Koundé era una "decisión interna" a criticar la falta de puntualidad del lateral.

Hansi Flick entra a la sala de prensa./AGENCIAS
Hansi Flick entra a la sala de prensa. AGENCIAS
Alex Pintanel
Jordi Cardero

Alex Pintanel y Jordi Cardero

Con la llegada de Xavi Hernández al banquillo del Barcelona se recuperó parte de la disciplina que se había perdido los años anteriores. El técnico aterrizó con la firme idea de imponer un código interno en la caseta para fomentar la convivencia y de esta manera, respetarse los unos a los otros. La experiencia del egarense como futbolista ayudó. Ya desde sus primeros días, Hansi Flick también instauró sus normas, y estas llegaron a incluir a Joan Laporta, aunque las consecuencias son distintas.

Xavi apostaba por multar económicamente los actos de indisciplina, algo que había desaparecido con Ronald Koeman. El entrenador de Terrassa no dejaba pasar ni una, pero se resolvía todo a nivel interno. "La ropa la lavábamos en casa", recuerdan desde su cuerpo técnico. Cada indisciplina comportaba un castigo económico. Y en función de los actos, las sanciones eran más o menos caras. La multa se doblaba cuando uno era reincidente.

Ousmane Dembélé fue uno de los que más dinero tuvo que pagar durante el tiempo que Xavi estuvo al frente del banquillo culer. También Jules Koundé. El defensa era uno de los sospechosos habituales. Algo que se mantiene ahora con Hansi Flick en el banquillo. Todo se resolvía a nivel interno. Para Xavi, la gestión del vestuario era fundamental para sacar el máximo rendimiento deportivo de sus futbolistas. Había sanciones internas que no se hacían públicas, pero que a veces acababan en forma de suplencia.

Era una manera de controlar el vestuario, lanzarles un mensaje y respetar el código interno trazado por el de Terrassa y pactado con los jugadores desde el primer día que entró en el vestuario. No quería perder el dominio, aunque al mismo tiempo en algunas ocasiones tuvo que 'tapiar' algunos casos internos para que no salieran de puertas hacia fuera y la prensa se hiciera eco. Sucede en todos los vestuarios, también en el de Hansi Flick. La sanción, a veces, es 'negociable'.

Flick acabó por reconocer el castigo a Koundé

Fue la tercera vez que Jules Koundé fue castigado por llegar tarde a una charla previa al partido. También sufrió la puntualidad Iñaki Peña en las semifinales de la Supercopa de España contra el Athletic, que desencadenó un efecto mariposa y derivó en su suplencia. En una de sus primeras entrevistas con los medios del club, Flick fue claro. "Sería una falta de respeto que todo el equipo deba esperar a un jugador que llega tarde", anunció. "Prefiere la armonía, pero si te pasas de la raya habrá consecuencias", apuntó Leon Goretzka un tiempo atrás.

Normalmente, Flick no tiende a explayarse demasiado con los temas internos porque considera que son de vestuario. Sin embargo, con el tercer retraso de Koundé se fue abriendo a medida que avanzó la tarde. En la previa, en los micrófonos de Movistar +, dijo que se trataba de una "decisión interna". Nada más acabar el partido, comentó que era "parte del fútbol, algo que pasa y lo dejamos ahí". Pero al llegar a la sala de prensa, unos minutos después, respondió para reforzar el mensaje hacia el vestuario.

"Antes de un partido quiero que todos sepan lo que tienen que hacer en el campo. Antes de los partidos tenemos dos o tres reuniones. No es demasiado difícil llegar temprano. Quiero hablar con él. Ha llegado tarde y es una norma clara de la casa, y es lo que ha pasado hoy. Es por respeto a los compañeros, al club, a la afición", remató. Primero con sanciones económicas y este curso con minutos, a Koundé le sigue pasando factura llegar tarde.