FC BARCELONA

El método antiegos de Hansi Flick catapulta al Barça y asombra en LaLiga: "El salto no es táctico, es de gestión"

El técnico azulgrana mantiene al equipo vivo en todo y no para de acertar en decisiones y sumar jugadores a la causa azulgrana.

Hansi Flick y Eric Garcia, durante un encuentro charlando. /GETTY
Hansi Flick y Eric Garcia, durante un encuentro charlando. GETTY
Alberto Martínez

Alberto Martínez

La frase es de García Pimienta, en catalán y contestando a los compañeros de Rac-1, en la sala de prensa del Sánchez Pizjuán. Conocedor como pocos de La Masia, donde se formó desde el fútbol base hasta alcanzar el filial como entrenador e incluso tuvo remotas opciones de llegar al primer equipo, el actual entrenador del Sevilla fue claro cuando habló del Barça y de Hansi Flick. "El Barça es vertical, ofensivo, se queda con diez y está comprometido. Creamos menos oportunidades contra diez que contra once. Son jóvenes con hambre, saben jugar y el entrenador está haciendo algo brutal, no sé lo que les da, pero es tremendo". Un ataque de sinceridad que se comparte desde otros puntos cardinales del campeonato de Liga.

"El Barça es el mejor equipo", resumió Simeone tras el derbi ante el Real Madrid. Uno de los actuales técnicos de Primera pone el dedo más en lo que pasa en el vestuario que en lo que ocurre en el césped. Aunque lo llamativo sea la habilidad para hacer el fuera de juego casi perfecto, la capacidad para presionar todo el partido o los goles -el equipo azulgrana ha marcado en este 2025 más que días han transcurrido-, lo que llama la atención es la gestión, la reducción de los egos, la capacidad del técnico alemán para mantener enchufados a todos. "No estoy dentro y es atrevido. Pero la sensación que tenemos es que la gestión es la clave. Hay diferencias tácticas con otros años, pero el salto de calidad es ese, que todos van de la mano, todos miran por lo mismo, están contagiados... Y eso es lo difícil de conseguir y el Barça lo transmite", cuenta.

Hay múltiples ejemplos. Robert Lewandowski, quien hacía una mueca cada vez que Xavi lo sustituía el curso pasado, ahora entiende su rol y sigue goleando (31); Gavi, quien quería ganar hasta en las canicas por su carácter, es capaz de consensuar con el entrenador que lo cambien al descanso por tener una molestia y ver una amarilla ("no había que correr riesgos") o dejar su plaza a Pablo Torre; Eric García, con una oferta del Girona donde sabe que será capitán general, decidió quedarse porque el técnico alemán le convenció de que sería útil, y de nuevo marcó y jugó en esta ocasión por delante de Casadó; Ferran Torres ha vivido momentos sin oportunidades pero marcó la semana pasada un hat trick y promedia un gol cada 55 minutos cuando juega de nueve... Y así un largo etcétera. "Está muy encima del jugador, es paternalista y le va de cara", explica quien conoce bien lo que sucede en el vestuario azulgrana.

"El vestuario se ha rejuvenecido y los egos no se enquistan"

Como ya advertían desde Alemania, cuando se les preguntaban por cómo era Hansi Flick como gestor de grupos, varias fuentes apuntaban su 'boomerang' comunicativo, su capacidad para aunar a los jugadores bajo una misma idea pero su debilidad cuando detecta situaciones de jugadores que se salen del redil. Algo así, como explicó Sport la semana pasada, ha podido ocurrir con Iñaki Peña, quien no solo ha desaparecido del campo sino que Flick no se muerde la lengua en la sala de prensa... y con contrato hasta 2026 su futuro apunta lejos de Can Barça.

Dejando a un lado al alicantino, una de las situaciones que destacan desde el entorno del cuerpo técnico es que "el vestuario se ha rejuvenecido y los egos no se enquistan". El ejemplo fue un tuit de Miguel Olmo, padre de Dani, en el que destacó que su hijo de 26 años era el suplente de mayor edad en Sevilla. Jugadores como Pau Cubarsí, Lamine Yamal -quién sí ha mostrado algo disconformidad cuando le sustituyen-, Marc Casadó, Pedri, Gavi, Balde, Pau Víctor, Gerard Martín, Héctor Fort, Pablo Torre... "Hay una pieza clave con ellos, que es Arnau Blanco, quien ha tenido a varios en las categorías inferiores y conecta", añade. El entrenador fue uno de los pocos que no trajo Flick y que ayudó no solo a traducir, sino a conectar con los jóvenes. Por eso lo escogieron.

Hay varios casos claros. Uno de ellas es la gestión de Lewandowski, cuestionado el curso pasado tanto que incluso Xavi lo situó en la rampa de salida. Flick, que lo conoce bien, ha sabido darle protagonismo, que tenga rendimiento y al mismo tiempo sustituirlo o dejarlo sin jugar cuando creía conveniente. Y no hubo desavenencias ni en la mala racha del equipo en noviembre y diciembre. Otros veteranos como Íñigo Martínez o Raphinha -más por galons que por edad- han potenciado el rendimiento con el alemán y han pasado a formar parte de la columna vertebral.

Un paternalismo como Del Bosque o Ancelotti: "Va de cara"

"Flick es muy paternalista", reiteran. No solo por sus famosos abrazos. "Cuando hablamos de contacto físico, lo hacemos de un traspaso emocional. Te apoyo, estoy cerca, te siento, me sientes... Hay una atención. Es orgullo y confianza, es acogedor", explicó la psicóloga Ana Merayo a Relevo. Y eso genera complicidades con el jugador a las que además se les une que "va de cara" y tiene "muchas charlas individuales con ellos", cuentan desde el entorno del cuerpo técnico.

"Tiene esa condescencia en el trato como Ancelotti o Del Bosque", añaden, que le hace ganarse el respeto del futbolista. A lo que se le unen sus estrictas normas en favor del grupo, con tal de mantener la cohesión con los castigos por impuntualidad, por ejemplo. "Él siempre es positivo y asume las decisiones en la sala de prensa, nunca expone a los jugadores", añaden. El domingo confesó haber tenido "una charla muy honesta con Ansu Fati", quien se queda fuera de las convocatorias después de no llegar al cien por cien que quiere el entrenador, como explicó antes de la apertura del mercado de invierno.

El acierto de Julio Tous que pone al Barça como un tiro todo el año

A la gestión de Flick se le añade el nivel físico del Barcelona y desde la plantilla siempre han destacado el trabajo de Julio Tous, el preparador físico, y los cambios en el entrenamiento. Hay lesiones, la última la de Araujo, pero no tiene tanta incidencia como las del curso pasado cuando Xavi se encontró con innumerables problemas en posiciones clave. A ese buen rendimiento físico, se le añade otra habilidad de Flick. "Sabe jugar con los mejores momentos de los jugadores. Frenkie de Jong está mejor ahora, pues lo pone, y luego saca a Eric García... Y seguramente Casadó no se enfadará porque ya previamente sabe lo que puede suceder", añade.

Todas esas situaciones, algunas exportadas desde Alemania y otras aprendida sobre la marcha en la Joan Gamper, convierten a Flick en un gestor antiegos en un Barça que, en palabras del exjugador y entrenador Thierry Henry, va a ganar esta Liga: "Con esta mentalidad no hay duda de que el Barça es el campeón de LaLiga. El equipo juega con el espíritu del campeón, sabe cuándo presionar, cuándo atacar y cuando terminar el partido a su favor. Es el Barça que todos temen".