FC BARCELONA

Flick retó a Ansu Fati y Héctor Fort con una decisión que abre un paréntesis en su gestión: "Es un arma de doble filo"

El entrenador del Barça les dio la titularidad a ambos jugadores después de protestar por su suplencia. "Sorprende con lo severo que es".

Ansu Fati, junto a Hansi Flick, durante el encuentro ante el Mallorca de este martes. /GETTY
Ansu Fati, junto a Hansi Flick, durante el encuentro ante el Mallorca de este martes. GETTY
Alberto Martínez

Alberto Martínez

Blindado como está el vestuario del FC Barcelona, donde a diferencia de la temporada anterior con Xavi Hernández ahora trascienden muy pocas cosas, la gestión de Hansi Flick es de puertas hacia fuera (casi) impecable. El rendimiento de la mayoría de los futbolistas ha ido en aumento, y el equipo ha alzado ya la Supercopa de España, este sábado disputará la final de la Copa del Rey ante el Real Madrid, la próxima semana se mide al Inter de Milán en las semifinales de la Champions y tiene LaLiga (casi) en el bolsillo. Un diez a nivel deportivo llegados a este punto a falta de ratificar algún título más, pero, como ocurre en los vestuarios con 25 jugadores con tantos egos e intereses, también hay desavenencias y situaciones que generan debate.

Si la primera en salir a la luz fue la suplencia de la noche a la mañana de Iñaki Peña, que la semana pasada incluso no quiso formar parte del corrillo con sus compañeros como explicó Mundo Deportivo, ahora ha sorprendido la gestión del técnico alemán con Ansu Fati y Héctor Fort. A bote pronto, en 72 horas el técnico ha acabado con un problema que se generó tras ganar al Celta (4-3). Ambos jugadores mostraron públicamente su disconformidad por no jugar y pusieron en tela de juicio las decisiones de Flick: Ansu Fati pateó una nevera y lanzó el peto, mientras que el lateral de La Masia le negó el abrazo. Y este martes ambos han sido titulares ante el Mallorca. ¿Cómo analiza el coaching esta decisión?

"A mí me sugieren tres cosas", advierte Xesco Espar, camino de América para realizar unas ponencias. Aunque no dispone de toda la información, algo que apunta nada más descolgar el teléfono, analiza la situación con tres ítems muy claros. "Lo primero: los jugadores se equivocan en hacerlo público y en comportarse de esa manera, demuestran poca solidaridad. Que el jugador hable en el entrenamiento. Y el entrenador debe alinearlos en función de eso. Si no lo hace, es porque considera que no está contento con todo lo que dan", recalca. El propio Flick ya mostró su disconformidad en sala de prensa con la actitud de ambos tras el partido ante el Celta: "Puedo entender que no están contentos, que están decepcionados. Entiendo su decepción, pero no entiendo su reacción. Esto no es así. Que lo demuestren en el campo".

«Estéticamente no queda bien, me sorprende porque es severo»

Detrás de ese último mensaje se guardaba la decisión que abre un paréntesis en su gestión, la de situarlos de titulares ante el Mallorca. "Estéticamente no queda bien que al siguiente partido tras quejarse, los pones; parece que estás cediendo a la presión de los jugadores. Me sorprende, con lo severo que es Flick, que lo haga", añade Espar. El 'coach' y exentrenador del Barcelona de balonmano destaca la cara que ha mostrado el entrenador hasta la fecha, en la que no ha tenido reparos en implantar un código interno donde las impuntualidades se pagan con suplencias o el nombre en la camiseta no determina si acabas sustituido o no. "En primer lugar, muestra empatía: dice públicamente que no entiende el endado y que deben aceptarlo, pero los pone luego. Creo que más allá de esa empatía, el hecho en sí es un arma de doble filo, da el mensaje de si me enfado, me pone a jugar", añade una psicóloga deportiva acostumbrada a tratar con deportistas de élite, entrenadores y jóvenes talentos.

Por eso mismo, Xesco Espar intenta ir algo más allá y entender el razonamiento que ha llevado a Flick a tomar esta decisión que supone un paréntesis en su gestión: "Lo que ha podido pensar es: os habéis quejado, pues jugad y demostrad que podéis hacerlo bien y ayudar al equipo. Les ha puesto un reto. Los jugadores quedan expuestos, aunque hubiera estado obligado a hacer rotaciones y lo tuviera previsto. Quizás salen extramotivados, van a los toros sin las barreras".

Ansu Fati jugó 62 minutos, fue ovacionado y después saludó afectivamente a Flick. Héctor Fort alargó más su puesta en escena, hasta los 77 minutos, y esta vez sí que aprobó el comportamiento de su entrenador. Ambos no eran titulares desde 2024. Y la plantilla cerró filas, como dijo justo después Gavi. "Estoy feliz porque ha habido jugadores que han rotado mucho y han jugado después de tanto tiempo. Estoy feliz por ellos. Me alegro mucho por ellos, porque para mí son como hermanos. La verdad que estoy muy contento. Han hecho un gran partido", reflexionó.

Hay otros puntos de vista desde el mundo del coach. Consultado por Relevo, otro de los habituales en el panorama catalán explica que "los puso para ser consecuentes con su mensaje en rueda de prensa, aunque para el entrenador era un win-win. Si no rendían, les daba la razón; y si lo hacía, como ocurrió, el equipo sale ganando e, incluso, él queda como que rescata a nuevos jugadores", argumenta. Ahora se verá, en las siguientes semanas, si la titularidad fue efímera o tendrá continuidad. Si los nombres de Ansu Fati y Héctor Fort vuelven a desaparecer de las alineaciones o no.