ALMERÍA 2 - CELTA 3

Para follón el del Almería en defensa

Rafa Benítez consigue su primer triunfo en el Celta en un duelo repleto de fallos defensivos.

Starfelt cabecea ante Luis Suárez./EFE/ Carlos Barba
Starfelt cabecea ante Luis Suárez. EFE/ Carlos Barba
Daniel Domínguez

Daniel Domínguez

Verbena, feria, desastre. Pónganle el sustantivo que quieran para definir a las defensas de UD Almería y RC Celta de Vigo. Eso sí, el espectador neutral no se ha aburrido un solo segundo con el encuentro del Power Horse Stadium. Ida y vuelta, ocasiones en una y otra portería, errores por aquí y fallos por allá. Al final, venció el que menos se equivocó atrás.

El partido podía caer para cualquier lado prácticamente desde el primer minuto. Porque los dos conjuntos temblaban cuando el balón se aproximaba a su área propia... y eso que Rafa Benítez volvió a salir con un dibujo de tres centrales, repitiendo la fórmula dispuesta contra el Real Madrid. Esta vez, eso sí, a Unai Núñez y Starfelt (poco a poco se va erigiendo como el líder del eje de la zaga) le acompañaba el canterano Carlos Domínguez.

Fue uno de ellos, de hecho, quien colocó a los celestes con ventaja. Maximiano se quedó en la línea de gol y permitió que Unai Núñez rematara casi a placer un libre lateral de Aspas. Una acción en la que el meta portugués no salió bien en la fotografía, seguramente, como consecuencia de la fragilidad defensiva rojiblanca y de la poca confianza que tienen los unos con los otros.

Un gol que, incluso, levantó los cánticos de la afición almeriense hacia Fernando, portero que ha quedado relegado a la suplencia, primero, por su lesión (Mariño jugó la jornada inaugural) y, después, por el fichaje de Luís Maximiano. El runrún se apoderó de las gradas del Power Horse Stadium (el Almería llegaba al choque con un punto de nueve posibles) y este aumentó con el 0-2, otro error grosero. Strand Larsen le arrebató el cuero a Baba, que recibió de espaldas, y finalizó con un gran remate.

Un partido nuevo

A partir de ahí, pese a la ventaja cómoda y a las dudas de su rival, el Celta renunció a jugar. Se pertrechó y permitió que el Almería aumentara su dominio con la pelota y adquiriera más confianza. Los de Vicente Moreno propusieron algo distinto, sobre todo, en la segunda mitad, sin Embarba y con Ibrahima Koné en el césped. Luis Suárez se abrió al costado izquierdo y el juego almeriense fue mucho más profundo. También consentido por su rival.

Los vigueses lo fiaban todo a su defensa. Y, claro, si lo confias todo a algo que no haces bien... Akieme redujo el marcador a pase de Melero, que aprovechó un desconcierto entre tres zagueros visitantes. Poco después, Ramazani entró como Pedro por su casa y asistió a Sergio Arribas, que no llevaba ni medio minuto sobre el terreno de juego.

El Almería bajó una marcha

La tendencia del partido estaba claramente a favor del Almería. Pero los de Vicente Moreno parecieron dar por bueno el punto. Quizá fruto del esfuerzo o quizá fruto de quien ve que no se puede volcar al no tener una defensa fiable. Sea como fuere, los locales levantaron el pie del acelerador y el dominio fue mucho más repartido, con un Celta que, de nuevo, pareció querer el balón... y la victoria. Aunque el Almería también tuvo las suyas, sobre todo, un mano a mano que Arribas envió alto.

Benítez dio entrada a Swedberg, que entregaba todos los pases al enemigo y no ganaba ni un duelo. Pero el destino le tenía preparada la gloria al sueco y a Manu Sánchez, por cuyo lado se habían producido los dos goles. El ex del Atlético de Madrid envió un centro delicioso al corazón del área, donde Swedberg se anticipó a Kaiky para volver a colocar por delante a los de Benítez.

Ya sí, el Celta no dejó escapar el precioso botín. Los primeros tres puntos de Rafa Benítez en su regreso al fútbol español. Y dedicados a Iago Aspas por convertirse en el jugador que más partidos ha disputado con la camiseta del Celta en Primera División, superando a Hugo Mallo. El de Moaña volvió a ser el jugador más clarividente en ataque, aunque el héroe, absolutamente inesperado.