"Si no ganamos títulos diré 'hasta aquí": la contradicción de Xavi antes de su primer adiós

"Nos hemos clasificado en Champions y la competiremos. Y ganar Copa, Liga o Champions era el objetivo este año. Si no se ganan, pues seré el primero que diga 'hasta aquí hemos llegado'. Pero estamos a mitad de temporada". Las palabras son de Xavi y su discurso, ya una contradicción tres meses después. El técnico continuará en el Barcelona la próxima campaña y cumplirá su contrato, después de anunciar él mismo que se marcharía.

Xavi ha acabado retractándose de su decisión inicial, algo que incluso puede llegar a ser comprensible tras enlazar una mejor racha de resultados y amainar lo que para entonces era una tormenta en Can Barça. Sin embargo, la hemeroteca juega en su contra. En enero, tras caer en la Supercopa de España, evitó el tremendismo y aludió a un futuro mejor para inyectar de moral a los suyos. Incluso pronunció: "Creo que estamos mucho más cerca del éxito que de la derrota".

E incluso sacó pecho y expuso abiertamente los motivos por los que seguía dirigiendo al Barça: "Estoy aquí porque se han cubierto los objetivos". ¿Y cuáles son esos objetivos? El propio Xavi lo reconoció: "Este año, es ganar títulos". Y después, echó piedras sobre su tejado, exponiendo, abiertamente, que si no lo logran se marcharía. No tuvo reparo en pronunciarlo con consistencia: "Seré el primero que diga 'hasta aquí hemos llegado'".

Entre medias, eso sí, matizó que estaban a mitad de temporada y que aún quedaba mucho camino por delante. El tiempo ha dejado a un Barcelona mermado, con la Champions perdida tras caer en cuartos de final, con la Copa del Rey perdida también en cuartos tras ceder en la prórroga ante el Athletic y con LaLiga imposible a estas alturas. Dicho de otra forma, o el Real Madrid cae contra todo pronóstico o el Barça cerrará la temporada sin ni un solo título ganado.

Es decir, el motivo por el que Xavi anunció, tiempo antes de su prematuro adiós, que sería suficiente para abandonar su puesto. Solo unos días más tarde, la derrota por tres goles a cinco ante el Villarreal le llevaron a anunciar contra todo pronóstico que no continuaría. Lo hizo con un meditado discurso que, según expuso, ya estaba pensado desde hace días. "Jugamos con demasiada tensión", indicó.

Sus motivos no parecieron ser plenamente deportivos. Al menos, no lo expuso así en sus palabras: "Ser entrenador del Barça es desagradable, es cruel. Sientes que no valoran tu trabajo. Es un desgaste terrible a nivel de salud mental". Con una sentencia todavía más firme: "Es imposible que haya un Ferguson en el Barça". Ese cisma constante en torno a su banquillo, esa tensión, sí se ha podido liberar con el paso del tiempo.

Si hasta el propio Xavi marcó en repetidas ocasiones que desde que anunció su marcha del banquillo culé, los suyos jugaban con menos tensión y los resultados estaban llegando. Hace apenas dos semanas, bromeó con un periodista que le planteó si podía rectificar y seguir en el cargo: "Estás a tiempo de cambiar la pregunta". En otra comparecencia, volvió a insistir: "Mi decisión no va a cambiar. Ahora todos estamos más tranquilos sabiendo que hay fecha de caducidad".

Efectivamente, esta vuelve a existir, pero ya no es junio de 2024, sino de 2025, cuando concluye de forma oficial su contrato con el Barcelona. Hasta entonces, si no hay más giros de guion de por medio, defenderá el escudo de su vida desde los banquillos. Un cambio drástico para el entrenador que se arrepintió de marcharse prematuramente y que incluso llegó a prometer la mayor. "Si no se ganan, pues seré el primero que diga 'hasta aquí hemos llegado'...".