García Pimienta salva su primer escollo y gana algunos adeptos tras su discurso en su presentación

No son fáciles las ruedas de prensa en el Ramón Sánchez-Pizjuán de un tiempo a esta parte. La convulsa situación social, los malos resultados deportivos y la reducción presupuestaría ha generado un lógico ambiente enrarecido en torno al equipo y a las decisiones que se toman desde el club. Cada respuesta o gesto se analiza hasta la extenuación. Por eso, para García Pimienta, su presentación era una prueba más para comenzar a ganarse a su afición. Que vieran en él la tabla de salvación que ahora mismo no encuentra el sevillista en ninguna otra figura.

Ya desvelamos en Relevo que el catalán era perfectamente conocedor de todo este revuelo. Supo de primera mano cuál era la realidad de su nuevo club y también hay gente de su entorno que se lo hizo saber. Pronto palpó desconfianza sobre su figura como entrenador, como si se pusiese en duda su capacidad antes de ponerse manos a la obra en la hierba. En cuanto se hizo oficial, fueron muchas las repuestas al comunicado del club, que no entendían su fichaje. Debía salvar el primer cara a cara. Que no se le 'matase' por lo que dijera. El estilo no importa, solo vale ganar.

Por eso sabía que tenía que ser claro en su mensaje. Quiso transmitir su convencimiento sobre la consecución de los objetivos. Sobre su trabajo y el de sus ayudantes, alrededor del cual también ha habido revuelo. "Desconozco lo que ha pasado de aquí para atrás. Estoy muy contento de ser entrenador del Sevilla, me siento preparado. No quiero saber nada del pasado, solo del presente y del futuro. Vamos a tener una plantilla magnífica y se van a conseguir los objetivos que el club se marque", expresaba con convencimiento. Llevaba la lección aprendida.

Una de las grandes críticas ha sido sobre su estilo de juego, ese 'tiki taka' casi innegociable que se le ha atribuido. García Pimienta sabe que en Nervión solo quieren victorias, además de que hay ciertos estilos (como el anteriormente mencionado) a los que se les tiene más recelo: "Vengo aquí a intentar ganar. Con el tipo de jugadores que tenga haremos el fútbol que podamos hacer para ganar. Que el aficionado se sienta identificado con su equipo es lo más importante, orgulloso de lo que transmiten sus jugadores. Todo va a ir en función de los jugadores que tengamos. Vengo a un club grande, muy grande y el cómo lo hacemos ya se verá, pero aquí lo importante es ganar", remarcaba.

El extécnico de Las Palmas ya trabaja en la ciudad deportiva. Tras unos días de descanso y muchas conversaciones con el club, arrancará la pretemporada en la segunda semana de julio. Su carta de presentación ha calado, sus dudas por quien lo eligieron seguirán hasta que arranque la temporada y aparezcan las victorias. Solo en ese momento, podrá quitarse esa pesada losa de sus espaldas. Que hable la pelota y el césped, él ya se ha dado tiempo con su carta de presentación bien estudiada.