FC BARCELONA

Gavi, el chico tímido de la última fila del bus que acabó convirtiéndose en el más querido del club

Lo apadrinó la generación de Xavi Simons y ahora recibe el cariño de todo el vestuario mientras sigue recuperándose de su grave lesión.

Gavi junto a Fermín, Xavi Simons y otros futbolistas de la cantera blaugrana./IMAGEN CEDIDA
Gavi junto a Fermín, Xavi Simons y otros futbolistas de la cantera blaugrana. IMAGEN CEDIDA
Jordi Cardero

Jordi Cardero

El nuevo Barça de Hansi Flick inició la temporada la semana pasada bajo mínimos. Con pocos efectivos del primer equipo, con 16 futbolistas de las inferiores y con el regreso de los cedidos. Todavía pendientes de resolver el futuro de varias piezas. También estuvieron en la Ciutat Esportiva los lesionados. Uno de los jugadores que se llevó más cariño fue Gavi, que todavía sigue recuperándose de la lesión. Y que estuvo en Berlín para animar a sus compañeros de la Selección.

De todas las fotografías que subió el club del primer día de clase, Gavi fue el más protagonista. Apareció haciendo la revisión médica, esperando al lado de Pablo Torre o saludando a otro lesionado, Frenkie De Jong. La realidad es que Gavi ya llevaba algunos días trabajando en el centro blaugrana. Más allá de pasar unas jornadas en la playa con sus amigos, no ha dejado de trabajar para dar pasos en su recuperación. Ya puede esprintar y los vídeos que ha compartido el club invitan al optimismo.

Durante estos días ha estado cerca de Iñigo Martínez. Cuando Gavi se lesionó con la Selección, el central decidió regresar a Barcelona junto al canterano blaugrana, para que no se sintiera solo. Y es que Gavi es uno de los futbolistas más queridos del club. Y por supuesto, también de la afición. Solo hay que recordar el vídeo en el que entraba al vestuario con las muletas para recibir el cariño de todo el vestuario.

 Los residentes de La Masia todavía recuerdan el primer día de Gavi en su nueva casa. Fue el primero de la generación del 2004 en mudarse, por lo que no coincidía con ningún compañero. El primer día, de camino a la escuela Lleó XIII, donde estudian todos los que viven en el centro, se sentó solo en la última fila del autocar. Se le acercaron Leo Dos Reis, que justo ha acabado contrato con el Girona B, y Raúl García, portero del filial del Real Betis.

La generación que apadrinó a Gavi

"Nos acercamos a la última fila y le preguntamos quién era. Nos presentamos. Nosotros también habíamos vivido un primer día, sientes esa empatía. Fuimos a hablar con él y lo integramos al grupo", recuerda Dos Reis. Viviendo en La Masia, Gavi se hizo amigo de los chicos un año mayores que él, los del 2003: Xavi Simons, Alejandro Balde, Fermín López o Marc Casadó. El entrenador de aquel equipo era Carles Martínez, hoy primero del Toulouse FC.

Dos Reis era el delantero de una generación especial. "Carles me decía: tú desmárcate, que Gavi te la va a dar", recuerda. Aun siendo un año menor, el andaluz subía algunos fines de semana con los de 2003. "Todavía no ha demostrado lo bueno que es. Se le tacha de ser intenso, de ser perro de presa. Pero tiene muchísima calidad. Va a destacar más por eso que por la garra, que obviamente también le ayuda", asegura Leo. Simons tutelaba el grupo a la hora de estudiar.

Con quien hizo más amistad Gavi fue con Fermín y Cristo Muñoz, que este año ha cerrado un ciclo en Can Barça y ha fichado por la Lazio. Eran inseparables y todavía a día de hoy se escapan juntos de vacaciones cuando pueden. Gavi todavía se acuerda de aquel primer día en La Masia y lo traslada a los canteranos que suben a entrenar. Desde el vestuario siempre han contado que es el más atento con los jóvenes.

Cuando Gavi se lesionó, los primeros meses los pasó en la sombra, lejos del ruido. Se empezó a dejar ver en redes sociales a partir de Navidad. Después comenzó a subir fotos y el club hasta vídeos de su recuperación. Aunque trabajando por su lado, en el vestuario sigue siendo uno de los chicos más queridos. También de La Roja. Y también un padrino para los pequeños. Ya no queda nada del Gavi que se presentaba encapuchado a ver los partidos en Montjuïc. Con la esperanza de estar a punto en noviembre, empieza la pretemporada como uno más.