Gerard Martín desoyó una oferta mejor de la MLS para fichar por el Barça: "Destacaba en Wyscout... Y Flick habrá visto que entrenarlo es un placer"

La lesión de Alejandro Balde le abre las puertas de la titularidad a Gerard Martín, el lateral izquierdo que, partido a partido, se ha ganado la confianza de Hansi Flick después de una carrera distinta, porque este chico de Sant Andreu de la Barca (2002) ni es un juvenil, como Lamine Yamal, Héctor Fort o Pau Cubarsí, ni se ha formado en La Masia, pero sus actuaciones le han dado el derecho a aparecer en el Barça en el momento crucial de la temporada. Y eso que el futbolista, moldeado entre el Sant Gabriel y la UE Cornellà, pudo emprender rumbo a Estados Unidos, pero el sueño de jugar en el Barcelona, el equipo por antonomasia de una familia de socios desde la inauguración del Camp Nou, hizo que ni escuchara la propuesta.

Sucedió antes de fichar por el Barça Atlètic en 2023, cuando ya era un futbolista joven pero imprescindible en el primer equipo de la UE Cornellà, en Primera RFEF. Y lo explica Andrés Manzano, llamado "el jefe", aunque a él no le gustaba el calificativo. Pero lo cierto es que él fue el arquitecto de un fútbol base que ha sacado a jugadores como Jordi Alba, Ignasi Miquel, Javi Puado o David Raya, mientras que ha construido un primer equipo que llegó a eliminar al Atlético de la Copa del Rey y a consolidarse em Primera RFEF. Ahora ya ve los toros desde la barrera pero recuerda la historia de Gerard Martín.

"Hay una historia curiosa y desconocida. Cuando el Barça lo firma para el filial, antes llega un equipo de la MLS y pregunta por él. Era el Charlotte FC -ahora líder-. La opción económica era mejor para todos, pero él dijo que si existía esa opción del Barça, él quería ir allí. No contemplaba otra", rememora Manzano. El lateral izquierdo no solo llamaba la atención por su juventud, sino por sus estadísticas, algo que también pudo llamar la atención de la MLS. "En Wyscout era el mejor del equipo en recuperaciones, duelos ganados y pases acertados. Y era joven. Era llamativo. Era el mejor en esos conceptos. No era normal. La Primera RFEF es muy exigente", detalla.

Y así, en 2023, llegó a La Masia y pudo cumplir su sueño. Y lo aprovechó a lo grande. El futbolista jugó 41 partidos, todos ellos de titular, con Rafa Márquez en el banquillo. Con el ojo clínico que tiene Hansi Flick y su seguimiento del filial, no dudó en prestarle atención en la pretemporada. Aunque en la planificación del equipo de Albert Sánchez estaba Gerard Martín, finalmente la situación del Barça con el fair play y su rendimiento durante el verano hicieron que Flick lo incluyera en el primer equipo. La abrió las puertas y aprovechó la oportunidad. Manzano sabe bien el porqué: "Flick se habrá dado cuenta rápidamente que es un placer entrenar con él, que da cero problemas, que es buen compañero, y que casi nunca falla".

Unas cualidades que lo llevaron al Cornellà cuando era cadete (15 años) procedente del Sant Gabriel. Y ahí fue escalando con algún tropiezo, como recuerda Manzano. "Primero formó parte del juvenil C. Evolucionó muchísimo, era disciplinado, apenas cometía errores. Y eso le valió para, al año siguiente, ir al Juvenil A. Y ahí sufrió una grave lesión en el tobillo, en el campo del Huesca. Pero al año siguiente completó el curso de juvenil, ascendió al primer equipo, estuvo en aquella ronda de Copa ante el Barça en la que Dembélé la desequilibró en la prórroga y se consolidó. Incluso jugó de central zurdo en una defensa de cinco en la salvación en el campo del Numancia...".

Y ahí fue cuando Toni Hernández, uno de los responsables de la cantera del Barça, llamó a Andrés Manzano para fichar a Gerard Martín, quien reconoce que ha ido de "menos a más" y que desde el comienzo enamoró a Flick. "Me dicen que esté muy concentrado, que lo dé todo y que aproveche cada oportunidad que tenga para jugar", explicó recientemente en La Vanguardia. Y ahora le ha llegado participar en partidos donde se van a decidir los títulos tras renovar en enero.