Los gestos del desastre del Real Madrid: los cuatro dedos de Gavi a Vinicius y un Ancelotti enfadado con el asistente de Flick

El Real Madrid salió destruido del Santiago Bernabéu. El Barcelona no sólo ganó, sino que demostró una jerarquía en el juego que añora el madridismo. Un estilo rápido y efectivo que los blancos todavía no encuentran esta temporada. Los dos goles de Lewandowski silenciaron el coliseo de la Castellana, pero los posteriores de Lamine Yamal y Raphinha terminaron de noquear a unos futbolistas desesperados y a un entrenador, Ancelotti, que nunca encontró reacción.

El italiano movía los brazos, pero sin dar indicaciones claras. Sus cambios no dieron el golpe de efecto deseado. Ante las celebraciones del banquillo rival, efusivas en cada uno de los goles, Carletto acabó mosqueado y le pidió a Flick y los suyos respeto. Algún miembro del staff blaugrana , entre ellos Sorg, segundo del alemán, no se lo tomó del todo bien, pero la cosa no pasó a mayores. Eso sí, el italiano se lo volvió a recordar antes de marcharse, en un gesto poco habitual en él. "Pasó algo con el asistente, no con Flick. El asistente no ha sido un señor: celebró enfrente de nuestro banquillo", dijo posteriormente en rueda de prensa.

En el campo, los jugadores del Madrid corrían sin sentido alguno. Pasaron de una primera parte correctísima en lo táctico y en la que pudieron marcharse al vestuario por delante a una segunda de equipo sin fútbol, sin carácter y sin alma. Olmo, Lewandowski o Raphinha atacaban como aviones los muchos espacios que dejaba la defensa local. Casadó o Cubarsí, adolescentes en edad, jugaban como veteranos haciendo pequeños a los gigantes futbolistas madridistas.

Las caras tras el 2-0 eran un poema. Todos cabizbajos, sin dar ninguna sensación de poder darle la vuelta a la situación. Sólo Lucas animaba, como mostraban una imágenes de Movistar+. El gallego animaba a marcar uno para comenzar la remontada, como ha pasado muchas otras veces, pero nunca llegó.

También se fue muy irritado Vinicius, que quiso echarse el equipo a la espalda pero acabó discutiendo con rivales y el árbitro. Sánchez Martínez le mostraba una tarjeta amarilla por una entrada sobre Pedri. "Tú siempre igual. Conmigo siempre igual. Es mi primera falta", le decía al colegiado jugándose una sanción mayor.

También tuvo sus más y sus menos con Gavi al final. Tras una falta del andaluz, discutieron durante varios segundos. El futbolista del Barcelona acabó con un feo gesto, enseñándole cuatro dedos, haciendo referencia al resultado del partido.

Sin embargo, la cara del desastre la puso Kylian Mbappé. Hasta en ocho veces cayó en fuera de juego el francés. Le anularon dos goles y falló dos claras ocasiones delante de Iñaki Peña, que empezó con dudas pero se marchó reforzado. Las expectativas con él son muy altas y por el momento no es capaz de cumplirlas. Sale muy señalado de su primer Clásico.

El equipo acabó completamente desesperado. Lejos del nivel que se presupone a una plantilla con tanta calidad. Un golpe encima de la mesa del Barça y en la cara del Real Madrid, que se queda a seis puntos del líder y empeora a nivel de sensaciones. Queda mucho trabajo por hacer pero cada vez menos paciencia.