El Getafe liquida a Osasuna a cabezazos... ¡y Greenwood debuta en LaLiga!
El inglés jugó los últimos 20 minutos y dejó destellos. Los tres goles del Getafe, de Mitrovic, Carmona y Maksimovic, fueron con la testa.

El Getafe derrotó con justicia a Osasuna (3-2) en un partido abierto, con errores de bulto de los navarros y marcado por el debut de Mason Greenwood como jugador azulón. El delantero inglés, investigado por agresión e intento de violación a su pareja en 2022, saltó al terreno de juego con 2-2 en el minuto 77 y dejó pinceladas de su enorme talento. Nueve después, Maksimovic marcó el gol de la victoria a la salida de un córner y desató la locura en el Coliseum.
El partido empezó como el día (gris, plomizo y sin el "¡Hola, hola!" que solía iluminar los Getafe-Osasuna de un domingo a las 14:00) y se desmelenó a partir de la media hora. Sin el orden y el rigor que se les presupone a dos equipos de Bordalás y Arrasate, el encuentro se convirtió en un festival de ataques del que salieron vencedores los locales: les adelantó Mitrovic, empató Iker Muñoz, marcó Carmona, igualó Budimir de penalti y decidió Maksimovic en el 86'. Los tres tantos de los madrileños llegaron de cabeza; los dos de Osasuna, a balón parado.
Las ocasiones no aparecieron hasta el 23', cuando el Chimy lanzó desviado un remate con la izquierda. El argentino fue protagonista en varias batallas y se llevó una amarilla por una patada a destiempo en el estómago sobre Diego Rico. Su carácter, que ya le ha costado tres rojas en LaLiga, tuvo respuesta en perros viejos como Damián (cuatro expulsiones y 104 amarillas como azulón) y Jaime Mata. Sus roces fueron, en ese inicio, la mayor atracción.
El choque empezó a animarse a partir de la media hora. Osasuna asumió el mando, volcó el juego hacia la portería de Soria y encontró el gol (anulado) en el 28'. Iker filtró un pase extraordinario hacia Budimir y el croata mandó a la red el mano a mano, pero su clara posición de fuera de juego invalidó el 0-1. Fue, con todo, el único aviso serio de los rojillos. Al Getafe no le estaba yendo el mal el plan de que ocurriesen pocas cosas... y aprovechó una de sus bazas para adelantarse en el 37': el balón parado.
El marcaje en zona de Osasuna permitió que Mitrovic entrase como un avión y cabecease a la red un córner sacado por Damián. El planteamiento parecía perfecto, pero la alegría duró poco. Justo antes del descanso, Iker Muñoz empató a la salida de otro saque de esquina y después de varios rechaces. El joven mediocentro le ha ganado el puesto a Torró y volvió a exhibirse en Getafe.
El gol, de los denominados psicológicos por cuándo llegan, no afectó a los azulones, que salieron en tromba a la segunda mitad y encontraron pronto el 2-1. Lo marcó Carmona en el 51' con un gran testarazo a centro de Diego Rico desde la izquierda, en otra acción calcada a lo que pide Bordalás: llegar por los costados, colgar balones al área y que haya mucha gente disponible para el remate. En este caso, fue el extremo derecho el que culminó el envío del lateral izquierdo.
Sólo cuatro minutos después, en una de las primeras respuestas de Osasuna, los navarros anotaron el 2-2 después de que David Soria arrollara a Budimir en el área. El penalti fue claro y lo convirtió el propio delantero. El público se frotaba los ojos en el Coliseum: si ya resulta extraño ver al Getafe de Bordalás desperdiciar una ventaja, lo de desaprovechar dos rozaba lo ilusorio.
Estreno de Greenwood
En su respuesta, el técnico alicantino introdujo a tres centrocampistas de una tacada (Aleñá, Arambarri y Óscar) y dio entrada a Greenwood en el 77'. El estreno del inglés puso en pie al Coliseum, que le ha acogido como a un héroe desde su primer día en Madrid, y provocó una pequeña gresca entre aficiones, con los seguidores de Osasuna coreando "Greenwood, muérete" desde la parte superior de uno de los fondos.
En sus poco más de 20 minutos, el ex del Manchester United lució a pequeña escala las cualidades que le llevaron a ser uno de los mejores jugadores jóvenes del mundo: desborde, potencia, velocidad y un manejo exquisito de las dos piernas. Pudo marcar, en un tiro taponado por Juan Cruz, y se entendió de maravilla con Mayoral, con el que compartió delantera. Su fútbol, más allá de su pasado, dejará huella.
Con Greenwood en el campo se produjo el 3-2 de Maksimovic, de nuevo de cabeza y de nuevo tras un córner. En los 10 de añadido, Bordalás añadió cemento con Gastón y su equipo no despilfarró el gol. El Coliseum acabó botando... y Greenwood, al que le esperan recibimientos hostiles en San Sebastián y San Mamés, no pudo contener la sonrisa después de 18 meses entre la sombra y el repudio.