Ni el giro de Ronaldo pudo evitar el desastre: el Real Valladolid vuelve a Segunda
Los pucelanos sólo han aguantado una temporada en la máxima categoría. La llegada de Pezzolano no fue suficiente para salvar el barco.

Valladolid.- Drama máximo en Zorrilla con el descenso del Real Valladolid, que regresa a Segunda por la vía rápida. Los blanquivioletas dependían de sí mismos para salvarse, pero el empate ante el Getafe (0-0) les devuelve al pozo. No era el final esperado ni para un equipo que pareció reaccionar con Pezzolano ni para el proyecto de Ronaldo, que prometió la Champions y está más cuestionado que nunca, pero el paupérrimo final de temporada (cinco puntos de 24 posibles) condena a los pucelanos a volver al punto de partida.
Muchos recuerdan estos días las ambiciosas palabras del propietario del club, que allá por 2019 afirmó que "lo normal" era que el Valladolid pelease "por un puesto en la Champions" en cinco años. "Ahora mismo asusta, pero por qué no pensar en grande", invitó a soñar el brasileño en una conferencia en Madrid. Sus planes y ambición prometían, pero ya arrastra dos descensos a sus espaldas y su mejor clasificación ha sido un 13º puesto en Primera en la temporada 19-20, su primer curso completo tras adquirir el 51% de la entidad.
Al año siguiente, el cuadro castellano bajó con Sergio González y regresó la campaña pasada con Pacheta. En ese primer descenso, muchos se giraron al palco para protestar contra Ronaldo por su inacción: no destituyó a Sergio a pesar de la horrible racha de resultados y de la desconexión entre entrenador y afición. Demostró, en ese momento, ser un dueño con paciencia y no movido por lo inmediato. "No me arrepiento de haber seguido mis principios, fue mi decisión", narró después. Esta temporada sí quebrantó esa regla cuando menos se esperaba y el asunto ha vuelto a salirle rana.
Después de un curso de altibajos pero con el equipo fuera del descenso, Ronaldo tomó la decisión de destituir a Pacheta después de un 6-0 en el Bernabéu en la jornada 27. Su despido, repentino, generó extrañeza por el momento y por la firmeza de la apuesta de O Fenômeno por la continuidad. El elegido para sustituirle fue Paulo Pezzolano, hasta ese momento técnico de Cruzeiro, el otro equipo brasileño que posee Ronaldo. A pesar de que el uruguayo generó dudas por su inexperiencia en el fútbol europeo, los primeros buenos resultados (siete puntos de nueve) dispararon la ilusión.
Fue un espejismo: después llegaron cinco derrotas consecutivas, con un hándicap defensivo evidente, la victoria ante un Barcelona dormido, el insuficiente empate en Almería y la igualada final contra el Getafe. Sin solidez ni acierto de cara a puerta, el Pucela murió en las áreas y retorna al lugar del que siempre quiso huir, pero del que nunca termina de escaparse.
Incertidumbre ante el futuro
Está por ver, ahora, qué determinaciones toma Ronaldo y si Pezzolano continuará al frente del proyecto en LaLiga SmartBank. Hay varios jugadores que terminan contrato (Óscar Plano, Joaquín, Aguado, Roque Mesa, Feddal y Anuar) y dos que finalizan su cesión (Cyle Larin y Martin Hongla). El Valladolid posee una opción de compra sobre ambos, pero parecen difíciles de ejecutar lejos del amparo económico de la máxima categoría. Ambos llegaron en el mercado invernal y han sido de las pocas notas positivas de un equipo carente de líderes.
De otros, como Gonzalo Plata, se espera su salida rumbo a la Premier, donde ya han sido varios los conjuntos que han preguntado por él. Otra más que posible marcha es la de Iván Fresneda, pretendido por Borussia Dortmund y Arsenal y cuya cláusula desciende a 20 millones (se le permitiría abandonar Zorrilla por menos) con el descenso. De haber permanecido en Primera, su salida hubiera estado cifrada en 40.