Las lágrimas de Yan Couto y el abrazo del Real Madrid que desvelan el paso que le falta al Girona para pelear la Liga
Los de Míchel han salido goleados con un 7-0 de parcial en sus dos enfrentamientos directos.
Es difícil encontrar cosas que reprocharle al equipo de Míchel a pesar de un golpe de realidad tan contundente como el acontecido esta tarde en Madrid. El Girona ha jugado el que es, con total seguridad, su peor partido de la temporada, y no solo por la opulencia del resultado (4-0), sino porque han estado sometidos a la inercia que desde el primer minuto ha impuesto el Real Madrid. No ha habido más partido que el que ha querido Ancelotti, y ha sido tan evidente que el espectador no se ha percatado de que los blancos jugaban sin centrales. "No es nuestra Liga y hoy no la veníamos a competir, sino a competir al Real Madrid. No hemos estado a la altura", ha sentenciado Michel.
En septiembre, el Real Madrid goleó al Girona por 0-3 en la que es hasta la fecha la única derrota de los catalanes en Montilivi. El partido tenía un mensaje premonitorio pese a que el guion fue distinto al del Bernabéu. El Real Madrid marcó diferencias en el intercambio de golpes, mostrando su fortaleza física y técnica a campo abierto, algo que el Girona no pudo igualar, pero sí limitó a los blancos a través de la posesión, y durante gran parte de ese partido, el Girona tuvo muchas opciones para meterse en el encuentro. "Jugamos unos 15 minutos iniciales brillantes". En el Bernabéu, el Girona chocó contra el ogro de la competición. "Nunca tuve la sensación que podíamos ganar. Te sientes más débil, pero te sirve para poner los pies en la tierra", explicó Michel.
Las lágrimas de Couto y el consejo de Michel
Yan Couto encarnó la cara del sufrimiento. El brasileño terminó el partido llorando, con signos evidentes de impotencia. Couto representa las virtudes del Girona: desborde, atrevimiento y calidad. "Le viene bien. A veces nos equivocamos. Puede tener rabia por lo que le ha pasado hoy, pero tiene 21 años y todos nos equivocamos", dijo Michel en rueda de prensa. Y ante el Real Madrid, esas virtudes quedaron avasalladas por el rival, en su caso por un Vinicius que le regateó seis veces, estando superado en cada intento. Además, cometió un penalti sobre Arda Güler al meter la pierna cuando no debía, en una acción que no acarreó mayor castigo que el que le cayó durante el partido. Amonestado, se perderá el siguiente encuentro ante el Athletic Club.
El Girona ha jugado su partido con menos duelos ganados del curso (27) justamente ante el equipo que más exige en ese aspecto. El dato refleja lo que ha sido el partido para los centrocampistas gerundenses, que han llegado siempre un segundo tarde a cada jugada. "Es muy difícil parar a este Real Madrid cuando juega así... Lo podríamos haber intentado metiéndonos más atrás, pero no es mi idea ni la del club. Las culpas a mí, y no a los jugadores", ha explicado el técnico. Así se explica que Kroos solo fallase un pase, que Bellingham se marchase con dos goles o que Camavinga y Fede transitasen con tanta facilidad.
Sin tiros a puerta
Ha sido el único partido de la temporada en la que el Girona se ha marchado sin ningún disparo a puerta. A pesar de tener posesión en campo rival y que el Real Madrid ha salido con Tchouaméni y Carvajal como centrales, los de Michel no han logrado intimidar a Lunin ni una sola vez. El Girona ha salido con cuatro delanteros en el once titular para suplir la baja de Yangel Herrera, con Portu acompañando a Dobvyk en una clara muestra de las intenciones iniciales, y ni con esas el equipo ha tenido la continuidad en el juego para poder tener situaciones de gol, algo que siempre genera pase lo que pase a su alrededor.
Aún con todo, Michel sabe cuál es su guerra, que no es LaLiga sino Europa. "Es un sueño y continuamos en él", sentencia el técnico. El Girona seguirá soñando, aunque en el Bernabéu haya tenido una pesadilla.