Ni en Girona ni en el Espanyol, el mejor 'Flaco' Stuani fue el del Albacete de David Vidal: "Era un atleta; marcaba goles como churros"
La primera experiencia en España del delantero uruguayo fue en el conjunto manchego, en la 2009-10.

Christian Stuani (Tala, Uruguay, 1986) es el máximo anotador de la historia del Girona y el principal responsable del crecimiento tan fulgurante como insospechado que ha experimentado el conjunto catalán en los últimos tiempos. Por todo ello, fue el primer capitán del equipo rojiblanco en la Champions League. Nada menos que en el Parque de los Príncipes de París, hace apenas unos meses. Pero antes de ser ídolo absoluto en la ciudad de los cuatro ríos, el charrúa goleó en el Middlesbrough inglés y en el Espanyol, donde disputó más de un centenar de partidos. Y también en el Racing de Santander, el Levante y el Albacete, su puerta de entrada al fútbol español.
Corría el año 2009 cuando la Reggina, que lo fichó del Danubio de su país, decidió cederlo al equipo manchego, que estaba en Segunda División. "Llegó un chico de 22 años, que tenía estatura, medía casi 1,90, pero que era bastante flaquito. Y le empezamos a llamar 'Flaco'. De inicio, nos sorprendió por ese carácter combativo del que parece estar impregnado todo jugador uruguayo, por como competía y se fajaba pese a su delgadez. También por la personalidad que tenía para lo joven que era", cuenta a Relevo Pepe Murcia, su primer entrenador en España.
Enseguida advirtió el míster y también sus compañeros que Stuani, un desconocido hasta su llegada al Albacete, era mucho más que carácter y brega. "Llamaba la atención lo bueno que era teniendo en cuenta su edad, que era casi la misma que la mía. Me acuerdo sobre todo de los recortes que hacía tanto con la izquierda como con la derecha en los entrenamientos. Y como utilizaba el cuerpo y finalizaba con las dos piernas", rememora Javi Castellano, con el que apenas coincidió cinco meses, pero con el que hizo buenas migas. No fueron pocas las veces que Stuani, "un chico muy familiar, que vino con su mujer y una niña muy pequeña", le fue a buscar a casa y le llevó hasta la ciudad deportiva en su coche porque el canario no tenía vehículo.
Carletes, que era canterano y que solía ejercitarse con el primer equipo, se acuerda especialmente de sus atenciones a los que venían de abajo: "A los más jóvenes nos ayudaba en todo lo que podía y estaba pendiente de nosotros". Y también de su olfato: "Lo veías en los entrenamientos. Cuando le llegaba un balón, lo metía para dentro". Las enchufaba entre semana y también en fin de semana, según declara su excompañero Verza, uno de sus mejores amigos en aquel vestuario del Carlos Belmonte: "Fue un descubrimiento a nivel europeo. Cuando empezó a jugar, comenzó a meter goles".
No le falta razón: en su tercera aparición metió un hat-trick en el campo del Castellón. Ahí, en el club supieron que habían acertado de lleno con su cesión, aunque Pepe Murcia no lo tuviera nada fácil para darle la titularidad al ariete charrúa: "Date cuenta de que la competencia se llamaba Salva Ballesta, que lo fichamos el mismo verano que él".
La competencia de un Pichichi
Cuando el Albacete llamó a Salva Ballesta, el que fuera Pichichi de Segunda y Primera ya tenía decidido retirarse, pero aceptó el reto y alargó su carrera un año más. Y se encontró con un duro rival por el puesto de nueve. "Era un delantero completo, trabajador y sacrificado, pero por encima era muy oportunista. Podía parecer que no estaba, pero siempre andaba cerca de la zona de remate. Ya entonces tenía imán para el balón y mucha eficacia de cara a puerta. Era y es un jugador que te garantiza un número elevado de goles por año, y eso no se encuentra fácilmente", analiza el exjugador de Sevilla, Atlético y Málaga entre otros muchos clubes.
#delanterasquequizasnorecordabas Una bastante reciente, la que compartieron Stuani y Salva Ballesta en el Albacete 09/10. El club manchego fue el primero del charrúa en España y el último de la trayectoria del delantero zaragozano. Marcaron 22 y 5 goles respectivamente. pic.twitter.com/67yMINyq3S
— Fútbol Carroza (@FutbolCarroza) January 8, 2019
"Es un poco como Fernando Torres, que salió del Atlético y ya se le veían cosas. Tenía mucha hambre por hacerse un nombre y el amor propio de los futbolistas sudamericanos. Pero no solo basta con tener intenciones, también se necesitan capacidades, claro… y él tenía una capacidad con la que se nace, la del gol. La portería no se le hacía pequeña, a él se le hacía grande", añade un Salva Ballesta que no tuvo ningún reparo en posicionarse en favor de la titularidad del jugador de Tala por mucho que eso le perjudicara a él mismo
"Un día le dije al míster, Pepe Murcia, 'yo ya vengo de vuelta y aquí hay un delantero que se está comiendo el mundo. Ponlo a él, no tengas ningún problema en hacerlo. O en ponernos juntos o lo que sea, pero él tiene que jugar'", desvela el exjugador aragonés, que, curiosamente, siempre ha tendido a llevarse bien con los que eran competencia suya en el campo: "Me pasó con Carew, con Mista… y también con Stuani. A nivel personal era un caballero, se portaba bien con todo el mundo". El caso es que Pepe Murcia le hizo caso y que Stuani se hinchó a marcar goles, muy necesarios para un Albacete que sufrió lo indecible a lo largo del curso.
"Buf… Yo soy de la misma quinta que Stuani, y a nivel de aprendizaje para los jóvenes te digo que fue la bomba ese año. Hicimos un máster. Tuvimos situaciones de estrés, de jugártela en muchos partidos… y tres entrenadores distintos a lo largo de la temporada. Mira, empezamos con Pepe Murcia, luego tuvimos a Julián Rubio y terminamos con David Vidal", enumera el centrocampista alicantino.
Stuani brilló con David Vidal
Esa temporada 2009-10, el uruguayo anotó 22 goles en 40 partidos, siendo el Albacete el equipo español en el que más dianas ha marcado por encuentro en toda su carrera hasta el día de hoy. Y de entre los tres entrenadores que tuvo aquel curso, el que más partido le sacó al delantero charrúa fue David Vidal. Con él en el banquillo, Christian Stuani se convirtió en el epicentro del fútbol del conjunto manchego y marcó 11 goles en los últimos 14 partidos de competición.
Y la delantera del 1️⃣1️⃣ histórico del Alba está compuesta por:
— Albacete Balompié 🤍 (@AlbaceteBPSAD) April 24, 2020
🎯 Antonio López Alfaro
🎯 Stuani
Juanito, Corbalán, Pacheco, Morientes, Rommel, Perera, Calle o Zozulia, muy votados también.
👉🏻 https://t.co/eEyR46jMgJ#UnAlbaCon80AñosDeHistoria pic.twitter.com/9JzPN4HVM8
"El objetivo del juego es llevar el balón al área de penalti contraria. ¿Y por dónde hay que llevarlo? Nunca por el centro. Siempre por las bandas. Nosotros jugábamos con dos extremos cuya misión era ponerla al punto de penalti para Stuani, que finalizaba marcando goles… porque además de futbolista, Stuani era un atleta. Y una bellísima persona, pero ese es otro tema. Físicamente, era un portento y saltaba mucho más que el resto. Nos vino de categoría", argumenta el entrenador gallego, ya jubilado.
"Tenía el gol in mente. Salía al campo y siempre marcaba goles, en los entrenamientos marcaba goles como churros... Nos vino como agua de mayo en el Albacete", apostilla con su inconfundible tono de voz David Vidal. "Era un matador", resuelve Carletes. "Pero no solo era de empujar y de ser oportunista, ¿eh? Tenía muchos registros en el gol", complementa Salva Ballesta, que de rematar y marcar sabe un rato. Verza completa el análisis: "Era muy intuitivo y muy bueno al primer toque. Jugaba muy bien de espaldas y tenía un gran remate aéreo. Y también cogió la responsabilidad desde el punto de penalti. Al final, fue el segundo máximo anotador de Segunda División y sus goles fueron imprescindibles para que el Albacete se salvara".
15 años de la explosión del 'Flaco' Stuani
"En Albacete todavía se acuerdan de él... mira la carrera que ha tenido a partir de entonces y los partidos que ha jugado con la selección de Uruguay [50]. Te alegras viéndole marcar por la tele", declara Carletes con algo de nostalgia por lo vivido. "Sinceramente, me extraña un poco que haya estado tanto tiempo en Girona porque tenía mercado para salir a un equipo con más posibilidades europeas. Pero fíjate lo que ha conseguido con el club, algo que nadie podía imaginar", comenta Ballesta, feliz por haber vivido el despegue de un Stuani que coincidió con su ocaso. "Claro, al verlo en Champions, pues te acuerdas de cuando empezó en el Albacete y de lo que pasamos ese año. Y sientes orgullo por él y por el recorrido que ha tenido", agrega Verza.
El excentrocampista del Almería lo cierra con una reflexión: "¿Si me imaginaba que tendría la carrera que ha tenido? De su capacidad no tenía dudas y sabía que si las lesiones le respetaban le iría bien en el fútbol, pero lo que me sorprende es que con la edad que tiene siga dando rendimiento y marcando". Pero claro, tal y como sentencia Pepe Murcia, su primer entrenador en España, "si algo tenía el 'Flaco' y sigue teniendo es gol".