El Girona se estanca en Almería, pero le sirve para ser líder provisional

El Power Horse Stadium abría sus puertas para la disputa del partido más desequilibrado, a nivel clasificatorio, de la jornada y casi de la temporada. Cuando Almería y Girona arrancaban el curso futbolístico, seguro que no esperaban iniciar la segunda vuelta en la situación en la que se encuentran. Tanto por lo bueno como por lo malo. El fútbol es incierto y a eso se agarraban los indálicos para intentar dar la sorpresa.

En un inicio sin apenas llegadas, el único que ponía voluntad era el Almería, que buscaba la portería gerundense exprimiendo disparos de media distancia. El que más cerca lo tuvo fue Sergio Arribas, que puso a prueba a Gazzaniga con un remate que iba a la escuadra. Lo evitó la mano salvadora del argentino. Embarba y Baptistao también probaron fortuna desde lejos, pero su mira estaba más desviada que la del '19' de los almerienses.

A partir de ahí, el Almería dio un paso al frente, llegando por ambos costados y rozando el tanto que abriera el marcador. Akieme y Marc Pubill leyeron bien la ocupación de espacios en profundidad por las bandas y los que no terminaron de cerrar las acciones fueron los delanteros. Arribas y Embarba se estorbaron en la más clara de la primera parte. El cabezazo de Arribas, en boca de gol, se marchó rozando el poste ante el lamento del Power Horse Stadium.

El Girona se limitaba a estar presente, intentar defender con balón y que sus futbolistas más inspirados encontraran a las musas cuanto antes, en la tarde soleada de Almería. El reloj empezaba a correr cada vez más lento y Míchel echó un ojo al banquillo para que la segunda parte tuviera otro guion.

Cuando más sufría el Girona, un aviso de la grada hizo a Busquets Ferrer detener el encuentro por el desmayo de un espectador del partido. Las asistencias llevaron a cabo un trabajo rápido y efectivo por la salud del aficionado. El colegiado, incluso teniendo en cuenta esta circunstancia, sólo tuvo que añadir cuatro minutos a una primera parte que fue de menos a más en intensidad.

La segunda parte empezó igual. El Almería sacó los dientes y Akieme puso en bandeja el primero del partido para los locales, pero Leo Baptistao volvió a estrellarse contra Gazzaniga. No parecía colista el cuadro de Garitano, que dominaba y llevaba la batuta del partido hasta que Míchel movió el banquillo y agitó la coctelera del talento. Savinho lo pudo cambiar todo con una conducción que obligó a César Montes a pararlo en el balcón del área.

De una falta peligrosa botada por Aleix García a la barrera, a la última acción trascendental del encuentro. Ramazani recogió el esférico y armó un contraataque vertiginoso con la mirada puesta en los primeros tres puntos de la temporada. Melero le tiró un desmarque pero apareció Aleix García para agarrarlo antes de entrar al área y desbaratar la ocasión manifiesta. Expulsión del capitán del Girona y diez minutos por delante para que el Almería intentara romper el empate en superioridad.

No lo consiguió. La primera victoria de la temporada se le resiste al cuadro andaluz, que hoy volvió a estar cerca, pero se quedó sin premio. El Girona, sin brillo, dormirá de manera provisional en lo más alto de la tabla, con un partido más que el Real Madrid y con la sensación de que en el Power Horse Stadium no ha perdido dos puntos, ha ganado uno.

Almería 0 - Girona 0

Almería: Luis Maximiano; Marc Pubill (Ramazani, 68'), César Montes (Kaiky, 84'), Edgar (Pozo, 63'), Chumi, Akieme; Dion Lopy, Robertone, Arribas (Luis Suárez, 84'), Embarba (Melero, 68'); Leo Baptistao.

Girona: Gazzaniga; Arnau, Juanpe, Blind, Miguel Gutiérrez; Aleix García, Iván Martín, Pablo Torre (Solís, 56'), Couto (Tsygankov, 56'), Valery (Savio, 67'); Dovbyk (Stuani, 67').

Tarjetas: Baptistao (🟨, 22'), Valery (🟨, 35'), Akieme (🟨, 55'), Juanpe (🟨, 64'), César Montes (🟨, 76'), Aleix García (🟥, 80'), Arnau (🟨, 90+7').