Guruzeta: "Mi cuadrilla está deseando que pierda el Athletic y no lo entiendo"
El jugador del Athletic habla con Relevo antes de afrontar el derbi contra la Real: "Lo que están haciendo me parece increíble".

Gorka Guruzeta ha vivido las dos caras del fútbol. Ahora, asentado en el primer equipo, disfruta del sueño de haberse convertido en futbolista del Athletic. Ha comenzado la temporada 'enchufado' con tres goles, uno menos que Iñaki Williams, "un espectáculo" de jugador.
Donostiarra de corazón, no se lo pensó dos veces cuando la entidad de Ibaigane llamó a su puerta. No le importa reconocer que de pequeño era de la Real. Tampoco le influyó el hecho de que su aita, Xabier Guruzeta, hubiera pertenecido cinco temporadas al conjunto blanquiazul. "Tienes 17 años, tú decides', le espetó su progenitor.
Olvidado el traspié ante el Getafe, Guruzeta, al igual que sus compañeros, ya está centrado en el derbi de este sábado. Desde la grada de Anoeta no perderá detalle su cuadrilla. "Están deseando que pierda el Athletic y es algo que no entiendo"
¿Se ha pasado el enfado por el empate ante el Getafe?
Nos fuimos con ese malestar de no sacar los tres puntos en casa porque era fundamental para ir al derbi con esa tranquilidad. El derbi siempre es un partido muy bonito para ambas aficiones, pero difícil porque la Real es un equipazo. Esto va rápido. Hay que darle la vuelta lo antes posible y pensar en la Real.
¿Molestó la manera en la que se escapó la victoria?
Lo que molesta es que estuvimos toda la segunda parte con uno menos y luego que el segundo gol nos lo hicieron muy tarde. Un golazo, eso sí. Claro que molesta porque en casa no se nos pueden escapar esos puntos e igual con once hubiéramos ganado el partido, o no. Nunca se sabe. Fue una pena porque en casa tenemos que hacernos fuertes. El año pasado fue donde más nos costó y este año si lo hacemos bien ahí tendremos más posibilidades de entrar en Europa.
¿Qué te pareció la tangana final?
Esas cosas, al final, siempre sobran en el fútbol. Ya conocíamos lo que podía pasar. Lo teníamos que haber evitado todos, tanto ellos como nosotros. No hay que darle más vueltas. Ya ha pasado, así que a pensar en el derbi.
¿Qué opinas de las declaraciones de Iñaki Williams?
Le entiendo perfectamente. Dentro del campo estás a 30.000 mil revoluciones y haces cosas que igual en frío lo piensas y sabes que no las tenías que haber dicho, pero como te he comentado antes no hay que darle más vueltas al asunto y lo que tenemos que hacer es pensar en el derbi.
¿Cómo está viviendo Gorka Guruzeta este arranque de temporada?
Bien. Estoy contento por poder ayudar al equipo en la faceta goleadora. Los delanteros vivimos del gol. Cuando lo consigues, no te relajas, pero te da esa confianza de hacer más cosas con el balón. Soy un delantero que me gusta bajar a recibir, girar y jugar con el equipo mucho. Cuando estoy ahí cerca no me lo pienso e intento terminar rápido las jugadas para hacer gol o dar una asistencia. Todo lo que pueda ayudar en esa faceta estoy contento y ojalá pueda seguir así.
¿Cuánto has soñado esto que estás viviendo?
Muchísimo. Cuando llegué al Athletic tampoco me imaginé que iba a llegar al primer equipo. Era muy joven, tenía mucho camino y mucha gente de nivel como Aduriz, Raúl García, Iñaki Williams, Sabin Merino, el mismo Villalibre. Todos estaban por delante. Al final tienes que hacer tu camino. Hubo un año en el que metí muchos goles en Segunda B y ahí sí de verdad me lo empecé a creer. Renové e hice la pretemporada con el primer equipo y debuté. Luego tuve que salir y hacer mi camino fuera para volver y a día de hoy estar aquí otra vez.
"Tengo recuerdos de partidos de fallar solo ante el portero, ir a campos y no dar dos pases buenos porque estaba con mucha presión"
Jugador del Athletic¿Hubo momentos en los que temiste que esto no pudiera suceder?
Sí. Mi primer año en el Sabadell era mi primer año en el fútbol profesional, venía de la lesión del cruzado y llegué allí con las expectativas de que me iba a comer el mundo. No fue un año bueno en cuanto a números porque solo metí tres goles, pero disfruté muchísimo, aprendí con el míster, jugaba siempre y eso me hizo sentir que podía ser futbolista de Segunda División. Tuve después la suerte de volver a jugar en casa, en Lezama con el Amorebieta. Jugando aquí me metí mucha presión. No me salían las cosas. Tengo recuerdos de partidos de fallar solo ante el portero, ir a campos y no dar dos pases buenos porque estaba con mucha presión. Me decía a mí mismo: 'Tengo que meter goles porque estoy aquí y si marco voy a volver al Athletic'. Estuve cuatro partidos sin jugar nada y entré contra el Málaga por la expulsión de un compañero y todo cambió. Yo ya venía trabajando con el psicólogo del club del Amorebieta y mi aita, que había sido futbolista, me ayudó a quitarme esa presión: 'Juega como lo hacías de pequeño', me decía. Yo puedo fallar un gol, pero lo que más me revienta es pasar mal o hacer un mal control. El día del Málaga salí con la decisión de hacer las cosas bien. Hice gol en los primeros dos tiros y a partir de ahí, en un mes hice otros cinco. Terminé marcando 13 y al año siguiente terminé viniendo aquí con Valverde.

¿Cuál ha sido tu peor momento?
La lesión fue un palo duro. Era una lesión grave y había que salir de ella, pero fue un momento muy bueno en cuanto a madurez, ver lo que tenía que hacer para estar bien día a día, saber que entrenar todos los días aunque no estés jugando es la 'ostia' porque estar en la camilla sin poder salir y ver a tus compañeros entrenar, sentirte que estás apartado, es duro. Mi peor momento no fue hasta que llegaron los goles frente al Málaga. Toqué fondo. Si no estaba jugando en Segunda División, al año siguiente iba a tener que bajar de categoría. Solo pensaba en eso. Fue un palo duro. Porque, como quien dice, dos días atrás estaba entrenando en Lezama y dos años después lo veía todo negro.
¿Cuánto de importante es en el fútbol actual estar bien mentalmente?
Lo es todo. Cuando no tenía la cabeza en su sitio, ni entrenaba, ni me salían las cosas, en el campo se veía reflejado que no jugaba bien con mis compañeros, perdía balones, no acertaba en las ocasiones claras. Pero ya no solo con el psicólogo es importante hablar. También lo es compartirlo en casa, con el que más confianza tengas, con la novia, con los aitas, con tu hermano, con amigos que te puedan echar un cable que te digan: 'Tienes que cambiar algo o estás haciendo algo mal' Es muy importante abrir los ojos y darte cuenta de que igual tienes que hacer las cosas de otra manera. Antes parecía un tabú el hecho de reconocer que necesitabas ayuda por parte de un psicólogo.
Ahora se ha normalizado, ¿no?
Sí, ahora todos los clubs lo tienen. También en las categorías inferiores. La gente lo sigue viendo como que solo hay que ir cuando tienes un problema, pero muchas veces hay que hablar con ellos por el hecho de hablar con una persona externa a lo que es un familiar porque te puede dar otro punto de vista y ayudarte. Creo que es una herramienta muy buena.
¿Cuál es el momento en el que se produce un 'clic' en tu cabeza y te das cuenta de que puedes ser jugador de fútbol?
Ese partido contra el Málaga. No sé ni cuántos partidos llevaba sin jugar ni un solo minuto. Tenía esa mentalidad de estar tranquilo, de que si me tocaba jugar, tenía que aprovecharlo al máximo. Ya no hacer gol, sino jugar bien. Empezamos a entrenar en campo artificial que en Segunda es raro, pero en Amorebieta en noviembre llueve mucho y no podíamos machacar el campo de Urritxe, por eso entrenábamos en hierba artificial. Yo me decía: 'Estos son mis campos' Al final, con cualquier cosa tenías que motivarte para ir a entrenar. Empecé a ir con el objetivo de ser el mejor e irme yo contento a casa, sabiendo además que el fin de semana no iba a jugar. Pero todo cambió con la expulsión de mi compañero Orozko contra el Zaragoza y mi entrada al equipo. La primera que tuve, con la izquierda, acabó en gol. Y la segunda también. Lo que no había hecho en cinco meses, lo hice en un partido, marcando dos goles. Ya me había quitado esa presión y empecé a tener minutos. Ya estaba a un nivel decente, el míster me dio 'bola' y todo salió a pedir de boca.
"No sé cuántos partidos llevaba sin jugar. Me llegó la oportunidad. La primera que tuve acabó en gol. La segunda, también. Me quité la presión y todo salió a pedir de boca"
¿Tienes la sensación de que lo que estás teniendo ahora te lo has ganado tú, que nadie te ha regalado nada?
Sí. Es un camino que me lo he tenido que currar yo solo. Hombre, el míster ya sabe de dónde vienes y a veces es más fácil. Al final, yo salí del primer equipo del Athletic y al llegar a Sabadell o al Amorebieta, el míster, si tiene dudas de a quién poner, está claro que por venir de dónde vienes, hay más posibilidades de que te elija a ti. Pero siento que he hecho un trabajo muy bueno y a día de hoy, lo disfruto al máximo porque salir de Lezama no es nada fácil. Aquí lo tenemos todo. Sales de Lezama y, no te voy a decir que no tienes nada, pero es muy diferente y esa es la realidad del fútbol. Aquí llegas y tienes el desayuno, entrenas en un campo espectacular, comes, tienes fisios a tu disposición, gimnasio, las piscinas... Me acuerdo que cuando salí de Ibaigane con la rescisión yendo a casa a coger las cosas, iba solo en el coche, llorando. También pensando en lo que había conseguido, pero también en lo que estaba a punto de perder. Luego fui con gran ilusión a Sabadell porque quería jugar. Tengo un recuerdo bonito de ese año allí.
Salir de la zona de confort cuesta, pero, ¿tiene sus cosas positivas, no? ¿es necesario?
Creo que mucha gente tiene ese miedo de salir. Me acuerdo cuando salí de Donostia con 17 años que mi madre estaba llorando y estábamos al lado. Mucha gente tiene ese miedo de salir, pero hay que buscar el lado positivo de las cosas. Si quieres ser futbolista tienes que echarle esa garra y hacer tu camino fuera. Mira Ruiz de Galarreta. Ha jugado en muchos sitios fuera de casa y ha vuelto con 30 años a Lezama siendo un jugador increíble.
¿Por qué un donostiarra no juega en la Real y sí en el Athletic?
Yo estaba en el Antiguoko y me llamó el Athletic para jugar el típico torneo de Navidad, pero por aquel entonces el Antiguoko era club convenido de la Real y no me dejaron. De enero hasta final de temporada estuve yendo a Zubieta a entrenar una vez a la semana pero gracias a que me llamó el Athletic, no porque la Real se interesara. Todo es gracias a que el Athletic se fijó en mí. Yo tenía a mi hermano jugando en la Real y a mi aita, que había sido jugador de la Real. Cuando me llama el Athletic es cuando me doy cuenta de que: 'Ostras, igual esto va a un poco más en serio' En marzo volvimos a tener reuniones con gente del Athletic y les dije que sí porque habían sido los primeros en interesarse por mí. Yo quería ir allí y les di mi palabra. Cuando terminó la temporada me llamaron, vine y firmé.
¿Qué le dijo su aita?
Tampoco causó un gran revuelo. Mi aita no ha sido un jugador súper conocido en la Real. Desde el primer momento me dijo: 'Tú tienes 17 años, decide tú'. Luego es cierto que me llamó la Real, pero yo ya había firmado con el Athletic.
Pero tú eras de la Real, ¿no?
Claro. Todo el mundo lo sabe y todo el mundo me ha visto en Anoeta. Yo era socio. Siempre he sido de la Real, obviamente. No nos vamos a engañar, pero fue el Athletic el primero que se interesó por mí y aquí estoy a día de hoy.
Para un delantero del Athletic, ¿es muy alargada la sombra de Aritz Aduriz?
Sí y lo va a ser siempre. Lo que ha hecho aquí es increíble. Yo he estado con él y verle los remates, los movimientos… Era una pasada. Verle a él, a Raúl, a Iñaki Williams, que muchas veces ha sido criticado y a día de hoy es un espectáculo. Esa sombra de 'Adu' va a estar siempre, ahora, mañana y dentro de muchos años. Son números muy difícil de repetir. En este equipo tenemos que sumar los fines de semana de tres en tres, da igual quien meta gol. Los de arriba vamos a tener esa presión de hacer gol y ojalá podamos ayudar. 'Adu' es 'Adu' y no va a haber otro igual. Ojalá sí lo haya.
¿Es complicado jugar con esa presión?
Creo que es una presión que debemos de tener. Nuestra posición requiere eso. A mí me encanta tener esa presión porque juego para intentar hacer gol, para intentar dar ese pase que pueda ayudar a otro compañero a hacer gol y para intentar ganar. Lo que más nos puede molestar son las comparaciones. Aduriz es Aduriz, Williams es Williams y yo soy yo. Cada uno tiene sus cosas buenas y tenemos que ponerlas al servicio del equipo. Lo que tenemos que hacer es aprender de Aduriz y seguir su camino.
¿Siempre ha pensado que podía llegar a ser el delantero del primer equipo?
Cuando subí al Bilbao Athletic con Cuco, lo veía lejos. Era mi primer año y estaba muy verde. Él ha sido el entrenador que más ha hecho para que yo vea el fútbol de una manera diferente en cuanto a profesionalidad. Me metía mucha caña. Iba al vídeo y me tenía firme, no podía no bostezar. Me hizo ver que el fútbol requiere muchas cosas. No solo había que llegar a la hora de inicio de un entrenamiento. Tenías que venir mucho antes para hacer el trabajo preventivo. Y luego, una vez acabado el entrenamiento, no ducharte e irte a casa. Me enseñó mucho, muchos movimientos. Confió mucho en mí. Y luego llegó Garitano. Era mi último año de contrato. Teníamos un equipazo en Segunda B y nos empezaron a salir las cosas. Metí 18 goles y me dio esa chance para estar aquí y empezar a entrenar con el primer equipo. Empecé a ver lo que era el fútbol profesional y a estar con 'animales'. Veo fotos ahora y digo: 'Vaya tirillas' Es increíble lo que cambia el cuerpo al entrenar con gente así. Siempre he sido muy flaquito y alto y empiezas a chocar con centrales como Yeray y sufres mucho. Y piensas "o eres más rápido y no te chocan o te comen".
¿Qué recuerdas de su debut?
Lo hice de la mano de Berizzo. Debuté en la segunda jornada. Estábamos como animales, pero no nos salieron las cosas. Antes las convocatorias eran de 18 futbolistas y solo había tres cambios. En la primera jornada de aquel campeonato debutaron Unai Simon y Peru Nolaskoain y no me quedé sin jugar. Ganamos en el último minuto. A mí me tocó en la segunda jornada en San Mamés. Entré en la convocatoria, pero no había hablado nada con el míster. Salí los últimos diez minutos y estaba cagado. Recuerdo San Mamés a reventar. Era un partido a las 10 de la noche, un lunes. Tengo un recuerdo bonito, pero justo cuando salí nos metió gol el Chimy Avila con el Huesca y empatamos. Fue una experiencia increíble. Jugar en Primera División, es algo con lo que sueñas desde pequeño y contento por ello
Centrándonos en el derbi del sábado, ¿cómo lo ves?
Va a ser un partido duro, disputado y bonito de ver. Creo que llevamos una dinámica muy buena a pesar de que el otro día el Getafe se nos complicó en casa. La Real está también en un buen momento. Igual no ha hecho el mejor comienzo en cuanto a puntos y además tendrá en la cabeza el partido de Champions del martes. Veremos. Creo que no cambiaremos nada de lo que venimos haciendo desde el primer día. A ver si salen las cosas bien.
¿Qué te parece lo que está haciendo la Real?
Me parece algo increíble. Llevan muchos años seguidos entrando en Europa, que es lo más difícil. El equipo que tiene es brutal y eso que han tenido la baja de Silva, un palo muy duro para ellos. Están haciendo las cosas muy bien con la cantera. Tiene chavales muy buenos. Me alegra un montón que sea así. Les deseo lo mejor siempre.
¿Qué piensa de las dudas sobre Oyarzabal?
Me pasó lo mismo que a él. En el Sabadell estaba en una situación parecida. Una lesión de rodilla no es, te recuperas y al día siguiente ya tienes el nivel de antes. Es un jugador increíble. Tiene la cabeza tan bien que creo que no le está afectando mucho lo que se está hablando. Él estará haciendo lo imposible por estar mejor que antes. El otro día ya metió dos goles y eso le va a quitar toda la mierda que podía tener él mismo, no por lo que se hable desde fuera. Poco a poco va a estar más suelto. Le va a ayudar muchísimo a la Real porque es un jugadorazo y Oyarzabal, como capitán y jugador, es un espectáculo.
"Oyarzabal ya metió dos goles y eso le va a quitar toda la mierda que podía tener él mismo, no por lo que se hable desde fuera"
Jugador del Athletic¿Tus colegas te vacilan mucho?
No, pero están deseando que perdamos todos los partidos, que es algo que no entiendo, pero bueno. Aquí se mira mucho menos eso. Allí, muchas veces están deseando que perdamos. Creo que cada vez hay más pique en las redes sociales que lo que se ve luego.
¿A quién ficharía de la Real?
A Mikel Oyarzabal.