Las gradas de animación, el espacio seguro donde se cuelan ultras: "Tras la muerte de Jimmy, LaLiga quiso aumentar el control"
Los últimos incidentes de algunos clubes con sus gradas de animación reflejan la tensión entre esos espacios y las directivas.

En 2016, el FC Barcelona inauguró su Espai d'Animació. El club azulgrana acotó un espacio en el Gol Nord del Camp Nou para reunir a las peñas más animosas y crear un lugar "destinado exclusivamente a aficionados locales", con "un carácter familiar y pacífico" y con la misión de "crear un ambiente de apoyo al equipo que aliente el resto del público a animar desde el primer minuto de cada partido", explica en su web.
Ocho años después, el Espai d'Animació, ahora en el Estadi Olímpic de Montjuïc, está cerrado hasta nuevo aviso. El Barcelona tomó esa decisión hace unas semanas tras exigir a sus integrantes el pago de las multas impuestas al club debido al comportamiento de aficionados de ese sector.
El conflicto va más allá de las multas y refleja un pulso entre las peñas que ocupan esa zona (Penya Almogàvers, Nostra Ensenya, Front 532 y Supporters Barça) y la directiva, con acusaciones de estar vendiendo el club "económica y socialmente".
No es el único enfrentamiento con una grada de animación, o parte de ella, en la actualidad. La del Atlético de Madrid, liderada por el Frente Atlético, lleva semanas en huelga tras la sanción por el lanzamiento de objetos en el derbi con el Real Madrid. Y en Bilbao, el presidente del Athletic ha denunciado las amenazas de un aficionado que tras el partido contra el Real Madrid le dijo: "[Jon] Uriarte, hijo de puta, te vas a enterar. Deja de tocarnos los huevos a la Herri Harmaila" (Herri Harmaila es una de las peñas de la Grada Popular de Animación del Athletic, creada en 2022).
Cuándo nacen las gradas de animación actuales
La del Athletic es una de las últimas en crearse, pero las gradas de animación aparecieron en los estadios españoles hace más de una década. Al menos en su configuración actual, porque zonas similares las ha habido desde siempre. El problema es que en muchos campos habían estado copadas por ultras. Ahora la presencia de esos grupos en los estadios no tiene nada que ver con hace 25 años, es muy pequeña, pero no inexistente. Hay grupos violentos ligados al fútbol que tienen mucho más difícil, pero no imposible, acceder a los estadios, y que siguen preocupando a las autoridades.
LAS GRADAS DE ANIMACIÓN ACTUALES DE LALIGA
El Barcelona expulsó a los Boixos Nois hace ya 20 años. Una década después, el Real Madrid hizo lo mismo con Ultras Sur y creó la Grada Fans RMCF. Eso fue un punto de inflexión en el tratamiento de esas zonas. "Todo fue a rebufo de la creación de la grada del Real Madrid, ha sido el ejemplo que se ha seguido", opina Adrián Núñez, coordinador de la Red de Cultura de Grada de la Federación de Accionistas y Socios del Fútbol Español (FASFE). "Esa fue la primera, por iniciativa del Madrid. Y tras la muerte de Jimmy, LaLiga quiso aumentar el control sobre los aficionados de esos fondos".
Desde entonces, casi todos los equipos que han pasado por Primera o Segunda División han ido creando su grada de animación, ya sea desde cero o para reunir en un mismo espacio diferentes grupos ya existentes. En la actual Primera, todos la tienen excepto Getafe, Rayo Vallecano y Sevilla.
"Hay dos puntos: uno es acomodar a unos aficionados que tradicionalmente han querido ver el fútbol de pie y de una forma más animosa. Por temas de visibilidad surge la necesidad de crear una agrupación porque los estadios no están preparados para ver fútbol de pie", explica Núñez. "Y luego está el tema de control. Seguramente LaLiga utilice la palabra seguridad. Pero también se utilizan para controlar ciertos mensajes críticos que puedan salir de esos fondos".
En parte porque heredaron a grupos con mucha tradición, en parte porque ya llevan tiempo asentadas, estas gradas han adquirido importancia en las aficiones de los equipos. Tras la última derrota en casa contra el Rayo Vallecano, los jugadores del Valencia se acercaron a la grada para hablar con varios aficionados de su grada de animación. En el caso valencianista, fue creada en 2019 y se sitúa en la curva nord, el lugar que años atrás acogía a los Yomus y otros grupos ultras antes de ser expulsados por el club.
Las condiciones para entrar a una grada de animación
LaLiga reguló por primera vez el acceso a las gradas de animación en la temporada 2015-2016. En la actualidad, su Reglamento de Venta de Abonos y Entradas las define como sectores definidos por los clubes o de oficio por la competición y que cumplen con los siguientes requisitos: estar destinados exclusivamente a aficionados locales habituales y estar sectorizados y diferenciados del resto del aforo, con acceso preferentemente exclusivo. Antes también exigía un sistema de acceso biométrico, pero esa exigencia desapareció en 2023 tras una reclamación ante la Comisión Antiviolencia.
Hay más requisitos, como que los abonos sean personales e intransferibles, la aprobación por parte de los clubes del material de animación o no contar con antecedentes por incidentes en recintos deportivos. A partir de ahí, los clubes pueden añadir más obligaciones, como hizo el Barcelona con su grada de animación al exigir el pago de las posibles multas.
Algunos equipos hacen firmar a los abonados de estas zonas un documento de normas y condiciones (como este del RCD Espanyol con su Grada Canito) que, en la práctica, los somete a la voluntad del club. "En algunos casos es así. El del Real Madrid puede ser el caso más claro, el control del club es mucho mayor que en otros. La nueva grada de animación del Granada, por ejemplo, exigía que no hubiera cánticos contra el club", señala Adrián Núñez.
"Queriendo mejorar la seguridad, lo que se aumenta es el control. Se ha visto en muchos casos", señala el miembro de FASFE, que se muestra crítico con el marco legal desarrollado a partir de la Ley 19/2007, que ampara todas las actuaciones de LaLiga y los clubes en temas de seguridad en los estadios. "Necesitamos una nueva ley de seguridad en los estadios que de verdad ofrezca un marco legal fiable, y no dejar a un contrato privado con cada club cómo se puede comunicar y animar en los estadios", concluye Núñez.