ATLÉTICO 1 - SEVILLA 0

Griezmann no entiende su cambio... y acaba pateando una botella

El atacante fue el elegido por el técnico argentino para reestructurar al equipo tras la expulsión de Söyüncü en el minuto 72. Al acabar el partido, ya calmado, agradeció el apoyo a la afición junto al resto del equipo.

Griezmann, al ser sustituido./DAZN
Griezmann, al ser sustituido. DAZN
Equipo Relevo

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Se aproximaba el encuentro entre el Atlético de Madrid y el Sevilla al último cuarto de hora (1-0 para los rojiblancos, gol de Llorente), cuando el turco Çağlar Söyüncü, rojiblanco desde este verano, fue expulsado tan solo cuatro minutos después de ingresar al terreno de juego sustituyendo a Koke.

Simeone, apurado por defender el resultado con un hombre menos sobre el campo, se vio obligado a reorganizar el esquema de los suyos y no tuvo otra que sacar del terreno de juego a Antoine Griezmann, que presumía por primera vez ante su afición de ser el máximo goleador histórico del Atlético, por encima de Luis Aragonés (173 tantos en total).

El delantero francés, ansioso por celebrar otro gol más en el Metropolitano, no terminó de entender la decisión del técnico argentino y se retiró del terreno de juego visiblemente decepcionado. Primero, no saludó a Diego Pablo Simeone, acto seguido pateó una botella de agua y después, confuso, buscó miradas cómplices en el banquillo, pidiendo explicaciones.

Pocos segundos después, ya sentado en el banco y enfundado en el abrigo del club colchonero, Griezmann recibió el apoyo Memphis Depay, que no dudó en acercarse hasta el asiento del francés para calmar los ánimos. Griezmann, algo más calmado ya a esas alturas, chocó la mano con el neerlandés y siguió viendo el encuentro.

El incidente, no obstante, no pasó a mayores y tras la conclusión, 1-0 para los rojiblancos, Griezmann saltó al verde como el resto de sus compañeros para saludar al equipo contrario, celebrar el triunfo y agradecer el apoyo a la hinchada colchonera en la última cita del año en el Metropolitano.