El día que Gudelj 'fichó' por el Sevilla… ¡y aún no era ni futbolista!: "Estaba predestinado"

Hay situaciones, momentos e incluso lugares que parecen destinados a formar parte de tu vida. En la mayoría de los casos, cuando transcurre el tiempo y suceden, encuentras alguna explicación para tal desenlace. Desde su llegada al Sevilla, Nemanja Gudelj ha podido conquistar dos Europa League y mantener el idilio de los andaluces con una competición que se convirtió en sagrada allá por el año 2006 y en la que a día de hoy, 2023, se ha convertido en el Rey.

En Eindhoven 2006, dado que el Philips Stadion tiene una capacidad para 36.000 espectadores, sólo pudo dar la UEFA en principio 9.200 entradas para cada club, Sevilla y Middlesbrough. Pero, al ser la primera final en 48 años, desde la de la Copa en 1962, hubo un masivo viaje de sevillistas: finalmente entraron unos 10.000 en el estadio y otros 4.000 se quedaron fuera. Viajaron 14.000 sevillistas en una fiesta memorable.

Pocos saben que uno de esos "sevillistas" que andaba en uno de los asientos de aquel mítico estadio era Nemanja Gudelj. Con 14 años y junto a su padre, pudo presenciar aquel partido que a la postre le cambiaría la vida a su actual equipo. "Parece que estaba destinado. Cuando vimos ese partido yo era muy pequeño, no lo recuerdo tan bien pero me gustó mucho la energía que transmitió el Sevilla. Para mí era un club especial, sin conocer al club, pero tenía algo especial. Cuando el Sevilla contactó conmigo estaba encantado de poder venir".

Nebojsa Gudelj, su padre, llegó a España en el 94, con un Nemanja que cumplía tres años en Logroño. Nemanja fue al colegio allí y cada verano iban de vacaciones a Barcelona y Alicante. Es por eso que habla tan bien español. En la temporada 95/96 coincidió con Juande Ramos, que empezaba a labrarse un futuro como entrenador. Además, en la temporada anterior, Nebojsa tuvo como compañero a Javi Navarro, a la postre uno de los grandes capitanes del Sevilla y el jugador que levantó aquella añorada copa.

Allí se forja una buena amistad, conquistando el título de Segunda División y alcanzando el ascenso a la máxima categoría. Años después se mantuvo el contacto y una llamada entre ambos permitió que el exentrenador del Sevilla le regalara dos entradas para presenciar la final ante el Middlesbrough. "Hay buena conexión entre el Sevilla y mi familia.

En la primera UEFA, mi padre se llevaba muy bien con Juande Ramos. Fuimos al partido ante el PSV y vimos como el Sevilla ganó la primera". Hoy, 17 años después, Nemanja es uno de los hombres fuertes dentro del vestuario del Sevilla. Su protagonismo creció la temporada pasada. Algo no ha cambiado, su padre sigue siendo su referente en la vida y ahora es él el que disfruta cada ve que su hijo se pone la camiseta del Sevilla. Y, claro, siempre tiene entradas para las finales.