El Guti de las noches de Madrid: "El fútbol era muy importante, pero quería conocer gente y por eso hacía la vida que hacía"
El exfutbolista repasa su carrera en 'GQ' y advierte de los peligros de juntar a tanto 'gallo' en un vestuario: "En la época de los Galácticos tuvimos a varios muy mediáticos juntos; era incómodo".

Hay pocos futbolistas retirados hace más de una década que causen tanto furor como José María Gutiérrez 'Guti' (47 años), tricampeón de Europa con el Real Madrid y una voz más que autorizada para repasar el momento actual del equipo de Ancelotti, refrescar algunas anécdotas y desempolvar recuerdos de todo tipo que para muchos han caído en el olvido. Aunque en su palmarés brillen las tres Orejonas y se valore que participase de forma activa en dos de ellas, el de Torrejón reconoce, por ejemplo, no haber disfrutado al máximo de las conquistas por su papel 'fallido' en las finales.
"De todas ellas me quedo con la Séptima, sin duda. Había muchas ganas de ganarla, la ciudad se volvió loca, lo celebramos con los descapotables por Madrid… Una locura", asegura en una entrevista con la revista 'GQ'. En aquella temporada, la 1997-98, el centrocampista no alcanzó ni los 1.000 minutos (acababa de subir del Castilla) y contó poco para Heynckes en los partidos de la verdad, pero pondera la sensación de terminar con 32 años de sequía en el Viejo Continente por encima de lo que sintió luego al levantar la Octava en París y la Novena en Glasgow.
"De la Octava (2000) me acuerdo con pena", admite. "Sufrí una de las lesiones más largas de mi carrera [un edema óseo que hizo que su temporada terminara en abril] y la seguí con muletas. Siempre es una alegría ver a tus compañeros ganar, pero te deja un poso amargo no haber podido competir con ellos", afirma. De no haber caído, el canterano hubiese gozado de un papel protagonista. En la Novena le perjudicaron las circunstancias: "Estaba preparado para saltar al campo y ser el tercer cambio, pero César se lesionó y tuvo que salir Iker (Casillas). Supuso una decepción, pero ganar mi tercera Copa de Europa, ver el golazo de Zidane y celebrarlo con mis compañeros también fue impresionante".
Un jugador diferente
Muchos argumentan todavía hoy que Guti, con 15 títulos y 542 encuentros con el Real Madrid a sus espaldas, hubiese alcanzado un techo más alto de haber llevado una rutina de mayor orden. Él, que no suele esquivar el asunto, rebaja la teoría y se justifica: "Sí, me gustaba salir por la noche, pero nunca lo hice el día antes de jugar un partido. El fútbol era muy importante, pero no quería que mi vida fuera sólo eso. Quería conocer gente y por eso hacía la vida que hacía".

El hierro tampoco se convirtió en su más fiel compañero. "Yo no sé si Cristiano estaba en el gimnasio a las 06:30 de la mañana, porque yo a esa hora no estaba", dice entre risas. El portugués cambió el paso de muchos compañeros: "Antes de él había otros jugadores que iban antes o después de los entrenos al gym, pero con Cristiano se convirtió en una obligación, en algo que todos tenían que hacer. Él contagiaba a los demás lo de cuidarse. La parte de la imagen ahora mismo es superimportante, no solo por cómo se juega al fútbol, sino por las redes sociales. Ahora los jugadores viven más expuestos y tienen que cumplir".
A lo largo de su carrera, Guti también sufrió el odio y la ira de aficiones rivales y todo tipo de cánticos, un tema que ahora se mira con lupa. "Me parece fantástico que se cuide más a los jugadores", aplaude. "Hay que proteger el fútbol, evolucionar y acabar con comportamientos que antes parecían normales y que no lo eran de ninguna manera. Es importante que cualquier futbolista que se sienta incómodo o que reciba acoso dentro del campo lo denuncie; eso va a hacer que el deporte mejore".
En lo puramente deportivo, el ahora comentarista de DAZN niega que su 'tacón de Dios' a Benzema en Riazor en la 09-10 fuese su mejor asistencia. "La que le di a Zidane contra el Sevilla [en la 05-06] me parece mucho más complicada", apunta. Ahora sigue a su Madrid ("la remontada contra el Dortmund demuestra el potencial que tiene el equipo y que jugando así y con esa intensidad es difícil de ganar") y confía en que Ancelotti domará el corral: "Lo que es verdad es que el Madrid no está jugando bien. Se están adaptando al cambio sin Kroos. Cuando yo estaba en el Madrid de los Galácticos tuvimos jugadores muy mediáticos juntos, eso era algo incómodo y seguro que influye. Pero Carlo encajará las piezas".