Leo Baptistao y su dilema tras abandonar el Atlético: "No sabía qué hacer y llamé a Neymar"

Cuando Leo Baptistao (Santos, São Paulo, 1992) se asoma por la ventana de su casa de Almería con vistas a la playa, al delantero brasileño se le vienen cientos de recuerdos a la memoria. "Salíamos del colegio a la una y a las dos ya estábamos todos en la playa jugando al fútbol. Hacíamos muchas bicicletas", cuenta a Relevo con la misma sonrisa de aquel niño que con 15 años abandonó Brasil en busca de un futuro futbolístico en España.

"Para hablar con mis padres tenía que ir a una cabina cerca del piso donde vivía. Iba sólo y a veces eran las nueve de la noche. Había veces que no contestaban y tenía que volverme a casa sin hablar con ellos. Ahora me fijo en los chicos de esa edad y digo: 'Papá fuiste un loco. Mandar a un niño con esa edad a España...'. 'Pero salió bien', me contesta siempre". Getafe primero y Rayo Vallecano después (el club azulón no tenía residencia para extranjeros), la apuesta no pudo salirle mejor a la familia Baptistao. Inseparable de Neymar, tras marcharse en 2016 del Atlético de Madrid, el hoy delantero del Almería tuvo que recurrir a su amigo del PSG para decidir su futuro.

"Fue un shock". Así reaccionó Leo Baptistao cuando con 20 años su agente le comunicó que el Atlético de Madrid estaba muy interesado en su fichaje. "Esa temporada, la 12-13, coincidí con Diego Costa en el Rayo Vallecano. Recuerdo de ir a su casa y que estuvieran por allí Filipe Luis, Godín, Arda Turan... Me quedaba mirándoles y decía: 'Joder, cómo sería jugar en el Atleti".

Para su suerte, aquel pensamiento no tardaría en materializarse. Y es que, semanas más tarde de aquellas tertulias en casa del hispano-brasileño, empezarían los primeros contactos entre el atacante y la entidad rojiblanca. Clubes de la Premier, del Calcio e incluso el mismísimo Real Madrid se interesaron por su situación. "El Real Madrid me quería, pero para el Castilla. Era un paso atrás porque yo ya estaba jugando en Primera División. No consideré ninguna oferta porque el Atleti vino con fuerza a por mí", cuenta. A final de aquel año el Atlético de Madrid pagó siete millones al Rayo por un futbolista que, pese a firmar por cinco temporadas, sólo estaría seis meses en el equipo.

Once partidos, un gol y una asistencia. Así se resume el paso de Leo Baptistao por el Atlético de Madrid. Pese a estrenarse con un pase de gol en su debut con la camiseta rojiblanca y anotar en su primer partido de Champions ante el Zenit, las lesiones no perdonaron a un jugador que tuvo que hacer las maletas a mitad de temporada.  

"Si con 20 años tuviera la mentalidad de ahora habría hecho las cosas diferentes. Nunca le habría dicho que no al Atlético de Madrid, pero a lo mejor me habría quedado en el club para intentarlo. Era muy joven y yo lo que quería era jugar. No tenía esa mentalidad de estar en el equipo sin competir. El problema fue que me lesioné el tobillo y Simeone fue muy claro conmigo. 'Tienes cuatro delanteros por delante, si quieres salir no te voy a poner ningún impedimento".

Real Betis seis meses y Rayo y Villarreal durante una temporada fueron los destinos de un Baptistao que optó por seguir creciendo lejos del por entonces Vicente Calderón. "No me arrepiento de nada de lo que he hecho en mi carrera. He sido muy feliz y he conocido a muchísima gente. No me da pena haber jugado tan pocos partidos en el Atleti. Al revés, me da alegría".

Esa manera tan positiva de afrontar la vida la trae consigo desde que con 15 años su deseo de triunfar en España estuviera a punto de truncarse por una hepatitis que le hizo volver a Sao Paulo meses después de su llegada. "Estaba súper mal. No dormía por las noches, no podía entrenar... Llamé a mis padres y me dijeron que pidiera permiso al Rayo y que me volviera a casa. Estábamos acojonados porque como aún no era futbolista profesional dábamos por hecho que cuando me recuperara me iban a decir que no hacía falta que volviera. Pero por suerte todo salió bien".

En julio de 2016 se confirma su salida del Atlético de Madrid. El Espanyol abonó 7 millones a cambio de un futbolista que tuvo que recurrir a los consejos de su amigo Neymar Junior para tomar una decisión. "Volví de la cesión en el Villarreal y empecé a hacer la pretemporada con el Atleti. Mi representante me comentó que había dos equipos interesados en contratarme. Uno era el Espanyol y el otro un equipo ruso. No sabía qué hacer y llamé a Ney". "Vente para Barcelona que así estamos más cerca. Aquí vas a disfrutar muchísimo del fútbol. No salgas de España que LaLiga es tremenda", le respondió el ahora futbolista del PSG.

La amistad entre Leo Baptistao y Neymar se remonta a sus primeros compases en el fútbol. Primero rivales y más tarde compañeros, ambos coincidieron en las filas del Portuguesa Santista de fútbol sala. "Dentro del campo nos compenetrábamos muy bien. Metíamos muchos goles. Él me los daba a mí o yo se los daba a él". La conexión entre ambos era tan buena que incluso se extendía fuera de las pistas. "Nuestros padres eran muy amigos. Siempre estábamos juntos Ney, nuestro amigo Gustavo y yo. Nos íbamos a mi casa y nos pasábamos las tardes haciendo abdominales, hablando de fútbol o jugando a la Play", rememora con cariño. "Hace uno días hablé con él. Se iba a Brasil a seguir con su recuperación. Ojalá el año que viene no tenga ninguna lesión. Neymar ama jugar al fútbol".

Tras pasar por el fútbol chino y regresar a Brasil para vestir la camiseta del Santos, Leo volvió este verano a LaLiga de la mano de un recién ascendido Almería. "Estaba volviendo de entrenarse con el Santos y de pronto me llama mi representante. 'Oye que te va a llamar el directo deportivo del Almería. Te quieren en el equipo'. No jodas ¿pero qué le digo?", recuerda entre risas. El 11 de agosto el club andaluz haría oficial su fichaje y allí coincidiría con un viejo conocido, Rubi.

 "Tenía dudas contigo porque no te seguí en China y no sabía cómo estabas. He visto algunos partidos tuyos en el Santos y he visto que eres el mismo de siempre. Qué bien que hayas venido", le confesó quien fuera su entrenador en el Espanyol nada más reencontrarse con él. "Ahora soy un jugador más centrado. Cuando eres joven crees que tiene que hacerlo todo tú", dice el brasileño.

Después de la importantísima victoria en LaLiga contra el Valencia, el Almería afronta el partido contra el Atleti como una nueva final. Será especial para Baptistao, que se verá las caras con viejos compañeros, pero ya lo dice él: "Los amigos y los negocios no hay que mezclarlos".