SEVILLA 1- REAL MADRID 2

Ancelotti sentencia a Hazard: ni calentó contra el Sevilla

El técnico italiano suele referirse a la "competencia" para justificar las suplencias del belga… pero ni con cuatro delanteros lesionados apuesta por él.

Hazard, durante el partido ante el Getafe del pasado 13 de mayo. /REUTERS
Hazard, durante el partido ante el Getafe del pasado 13 de mayo. REUTERS
Manuel Amor

Manuel Amor

El Real Madrid se juega el honor en Sevilla. A 11 puntos del Barça, los blancos defenderán la segunda plaza ante un rival en plena forma… y casi sin delanteros. Vinicius, Benzema, Asensio y Mariano son baja por diferentes molestias y Ancelotti no tiene muchas opciones si mira al banquillo. A pesar de las ausencias y de que el italiano sólo cuenta con dos atacantes del primer equipo (Rodrygo y Hazard), el entrenador no quiso confirmar ante los medios la titularidad del belga y eludió hasta tres preguntas directas sobre su situación.

Finalmente, ni con todas las ausencias apostó por Eden. Prefirió alinear a cinco centrocampistas y utilizar a Rodrygo, el otro atacante disponible del primer equipo. Junto al belga, en el banquillo, el canterano Álvaro. Por si fuera poco, ni calentó para completar un viaje para olvidar. El mensaje no puede ser más claro: no cuenta y tiene la puerta abierta para marcharse en verano. La situación no se sostiene, pero el jugador sigue pensando en agotar su contrato y decidir qué hacer en verano de 2024, con la retirada rondando por su cabeza.

La teoría invitaba a pensar en un tridente con el '7', Rodrygo y Valverde. Pero ni con esas. Le queda un año de contrato y él quiere seguir, pero su relación con Carletto es gélida y el Madrid tratará de darle salida como sea. "Hazard tiene contrato. Se presupone que continuará. Como todos, si no está contento tiene que pedir marcharse del club", dijo este viernes el técnico.

El extremo, en caída libre, acumula esta campaña los peores números de su carrera. Sólo ha jugado el 6% de los minutos, apenas ha repartido una asistencia y su rendimiento cuando ha jugado no ha convencido. En Valdebebas, el staff y sus compañeros, que le respetan y aprecian por su carácter, son conscientes de que está a años luz de su mejor nivel. Se le ha visto superado hasta en amistosos contra el Castilla y ni con el equipo en cuadro tiene garantizado participar.

Sano, pero sin salud deportiva

A diferencia de otros cursos, esta temporada las lesiones sí han respetado a Hazard, que ha estado disponible en el 85% de los partidos (se ha perdido nueve de 59). Esa mayor fiabilidad no ha cambiado la opinión de Ancelotti, que tampoco quiso entrar a valorar qué debe mejorar para gozar de más minutos: "Lo que necesita hacer lo hablaré con él. No aquí". En realidad, como detalló Relevo hace unas semanas, el trato entre ambos es puramente profesional. Eden ya lo reconoció ("hay respeto, pero no nos hablamos", aseguró en marzo en RTBF) y Ancelotti lo confirmó en una comparecencia posterior.

La suma de todos esos factores coloca a Hazard contra la espada y la pared. Él mismo reconoce encontrarse lejos de su versión del Chelsea, pero percibe el salario más alto de la plantilla (unos 15 millones netos) y es feliz con su vida en Madrid. Hay otro factor importante para pensar en su continuidad: en su cabeza sobrevuela la posibilidad de retirarse en 2024 y le motiva especialmente colgar las botas en el nuevo Bernabéu, el lugar donde siempre soñó con jugar. No cierra la puerta a una última oportunidad en Arabia o Estados Unidos, pero, a día de hoy, tampoco es su prioridad.

La posición del Real Madrid es mucho más clara. Sienten que es un futbolista con un peso completamente residual y están por la labor de liberar, al menos, parte de su sueldo, pero saben que será difícil sin su voluntad. En pleno proceso de renovación, con Fran García en la puerta y Bellingham y Brahim en el horno, Hazard no pega ni con la salida de Asensio adelantada por este medio. Pero nadie puede obligarle a irse.

Sevilla, la última oportunidad

Lo que ocurra en el duelo de esta tarde en el Pizjuán (19:00) resultará, para lo bueno o para lo malo, significativo. Si Hazard sale de inicio, tendrá ante sí una nueva posibilidad para reivindicarse y demostrar que puede ser útil; si se queda en el banquillo, su condena será firme. Hace tres jornadas, en otro choque plagado de bajas ante el Getafe, fue titular y decepcionó en sus 61 minutos. Sevilla es la última oportunidad para un campeón de todo resignado a la nada en los últimos meses.