Horas decisivas para Monchi y el Sevilla

El futuro de Monchi debe conocerse en horas y así lo entienden tanto el director general deportivo como el propio Sevilla. No puede prolongarse más una situación que está generando más desgaste entre las relaciones, después de todos los acontecimientos que se vienen sucediendo desde que el lunes 5 de junio Relevo desvelara que el de San Fernando estaba meditando abandonar la entidad de Nervión. Mientras, el Sevilla y Monchi mantienen ese pulso, el Aston Villa permanece a la espera, después de que Unai Emery quiera contar con su antiguo compañero de viaje en el nuevo proyecto del club inglés.

Las reuniones se han ido sucediendo desde el lunes, pero la situación de Monchi continúa bloqueada. Tras la insistencia de los dirigentes en exigir la cláusula de salida que marca su contrato, el director general deportivo ha continuado ejerciendo su trabajo y planificando la próxima campaña, aunque la idea de abandonar el Sevilla también continúa en su cabeza. Han sido horas complicadas para Monchi, a quien incluso no se le permitió asistir al consejo de administración celebrado el pasado lunes y donde se habló de su situación sin su presencia.

También este miércoles continuaron las reuniones en el Ramón Sánchez-Pizjuán. El propio Monchi y también Fernando Navarro -uno de sus colaboradores más cercano y posible recambio en unas quinielas en las que también está Victor Orta- estuvieron en el interior del estadio con los dirigentes. No pareció salir satisfecho Monchi de ese nuevo encuentro, aunque el de San Fernando continuó sin pronunciarse. No ha alzado la voz en ningún momento, a la espera del desenlace final, de ahí que muchas de las incógnitas por resolver sólo se conocerán una vez que los protagonistas tomen la palabra en público.

En un segundo plano aparece el Aston Villa, el club que desea contar con Monchi en ese proyecto que ahora encabeza Unai Emery, pero que tampoco quiere inmiscuirse en esa relación entre el Sevilla y el director general deportivo. Tienen que ser estas dos partes las que definan cómo romper su relación, si es que ésa es la decisión final, para que no haya más heridas ni sorpresas. Lo que sí tienen claro todas las partes es que la solución no puede demorarse más tiempo. Por el bien de todos.