REAL MADRID - RAYO VALLECANO

La indomable vida del niño Samuel Eto'o en el Real Madrid aún retumba: "En una semana se gastó el primer sueldo en relojes; López Serrano le hizo una tarjeta para controlarle"

Compañeros del camerunés en la capital, exempleados del club y uno de sus amigos más próximos hablan con Relevo para descubrir más sobre los primeros años de Eto'o en Madrid. Hoy su hijo Etienne estará con el Rayo en el Bernabéu.

Samuel Eto'o, en un partido con el Real Madrid ante el Molde. /GETTY
Samuel Eto'o, en un partido con el Real Madrid ante el Molde. GETTY
Sergio Gómez

Sergio Gómez

Los espectadores que acudan al Santiago Bernabéu y atiendan al goteo de las alineaciones repararán en el paso del tiempo, ese tiempo que no se ve pero que nos va moldeando hasta cambiarnos por completo. No todos, puesto que al estadio irán aficionados insultantemente jóvenes. Lo advertirán, sobre todo, los Millenials, nacidos en los 80 y principios de los 90. Incluso los de la Generación X, alumbrados entre 1969 y 1980. Cuando la megafonía expulse el número 28 y, a continuación, el apellido Eto'o, algo se removerá. Etienne, con 22 años, debuta en una convocatoria del Rayo en el estadio en el que su padre, Samuel, soñó primero con triunfar y después con vengarse.

Un efecto mariposa, por tanto, se sentirá este domingo. Pues no se entendería el presente del hoy futbolista vallecano sin la llegada de su progenitor a Madrid, procedente de Camerún, con sólo 15 años y uno de esos temperamentos, sin dobleces, que parecen ajustar a diario cuentas con la vida. Relevo viaja a ese día en el que Samuel Eto'o Fils puso por primera vez un pie en España para, después, caminar por las huellas de su etapa como madridista y entender la dirección de una carrera gloriosa [19 títulos] que hoy, después de pasar por Leganés, Espanyol, Mallorca, Barça, Inter, Anzhi, Chelsea, Everton, Sampdoria, Antalyaspor, Konyaspor y Qatar SC y retirarse del verde, continúa en los despachos como presidente de la federación de fútbol de su país.

La línea temporal de la historia comienza en 1996, con un aviso que hizo saltar la liebre. Fue José Luis López Serrano, empleado histórico del Real Madrid que ejerció el cargo de director deportivo internacional, quien la cazó. "Un día le dice a Pirri, que era el secretario técnico del club, y a Paco de Gracia, que trabajaba con él, que había dos chicos africanos muy jóvenes que le habían recomendado, que si podían hacer una prueba. Accedieron y acudieron los dos a la Ciudad Deportiva. Uno de ellos, que era un centrocampista zurdo con muy buena pinta, se tuvo que marchar porque había contraído el dengue. Entonces, se quedó el otro. Era Samuel Eto'o", relata a este periódico uno de esos trabajadores que conoció todos los entresijos de la operación pero guarda tanta lealtad a la entidad que, aún retirado de la primera línea, subraya la condición de mantener el anonimato.

La descripción del proceso es simple; la realidad fue una odisea. Samuel Eto'o y Antonio Olisse [una fuente asegura que ese era el nombre del otro chaval elegido, nigeriano; otras no se juegan ni un euro de su sueldo en confirmarlo] aterrizaron en el aeropuerto de Barajas y se encontraron con que nadie les estaba esperando. Quedó en la leyenda que ningún dirigente ni trabajador del Madrid fue a recibirles. No es cierto, según cuenta quien vivió muy de cerca aquello: "Sí se acercaron a por ellos. Concretamente dos empleados del club. Lo que ocurrió es que no fueron capaces de encontrarles. No es como ahora, todos con móviles y facilidades. Pero bueno, antes de que llegaran al club les localizaron y les llevaron a la residencia que el Madrid tenía en Plaza Castilla, que era el hotel Centro-Norte. El otro chico tuvo que irse y a Samuel le fichamos. Menudo era...".

"A López Serrano le recomendaron dos chicos para hacer una prueba. Uno de ellos, un centrocampista zurdo con muy buena pinta, se tuvo que marchar porque había contraído el dengue. Se quedó el otro: era Samuel Eto'o"

EXEMPLEADO DEL REAL MADRID

Impresionaron sus condiciones físicas, su rapidez, su determinación con la pelota y una personalidad arrolladora. Ni se acobardó en el aeropuerto, sin rostros conocidos y sin dinero, ni a la hora de abordar la dimensión del Real Madrid. Llegó con garras afiladas: "Era un niño, pero tenía un carácter muy fuerte. Se notaba en todo, en cómo se expresaba, en si le decías algo que no le cuadraba cómo se ponía. Con las ideas muy claras y siempre de frente, sin morderse la lengua. Como tiene que ser, por otra parte".

Lo supo de primera mano Joyce Moreno, hoy agente de futbolistas, hace 29 años capitán de ese Real Madrid B que acogió a Eto'o en las primeras semanas en España. "Vino con un genio potente. Como el que manifiesta ahora y que le valió para granjearse la carrera que tuvo. Llegó de novato pero con un punto rebelde que le valoro enormemente. Sin embargo, en ese momento tuvimos que decirle: 'Oye, Samuel, cálmate un poco'. Yo, como capitán, le puse el freno de mano. Contestaba, hacía aspavientos en los entrenamientos porque no le pitaban falta y él se quemaba… Como el típico rookie. Era una persona con una cultura muy marcada, africana, y seguramente sintió un contraste fuerte al principio con la cultura europea, hispana. Se fue adaptando paulatinamente y su evolución fue llamativa. Cuando le dije aquello me echó una mirada de león... Pero calló, trabajó y trabajó. Luego, hace unos años lo vi en Barcelona. No se me olvidará. No sabía si ir a decirle algo porque había pasado mucho tiempo, pero fue él quien se acercó. Vino a mí: 'Joyce, mi capitán. Siempre te voy a recordar, te valoro mucho porque al principio me dijiste las cosas que me tenías que decir'. Hostia, eso no lo hacen muchos, ¿eh?", recuerda.

Un toque del veterano Joyce ante el que se cuadró y le sirvió para saber que debía respetar los galones. Desde ese momento, su mirada a la autoridad, aunque con sus humos íntegros, fue siempre de consideración.

Etoo posa con la camiseta del Real Madrid.  REALMADRID.COM
Etoo posa con la camiseta del Real Madrid. REALMADRID.COM

En ese punto, el capo de aquel Real Madrid B se centra en la pelota, en el verde. Porque ahí, también desde el primer minuto, Eto'o se reveló como una joya que a poco que se dejara pulir podía convertirse en un impacto: "Vino delgadísimo, yo no sé si apenas tenía botas, si se las dejamos en el club, pero la verdad es que en los primeros entrenamientos todos dijimos '¡Es una gacela, no le cogemos! ¿Cómo es posible? Este cabrón…'. Rapidísimo. No éramos capaces de llegar a ese tío tan enclenque y a la vez con una fuerza… Porque le dábamos hostias, ¿eh? Le dábamos. Pero aguantaba el tirón como no habíamos visto. No estuvo mucho en dinámica de Real Madrid B, pasó más tiempo con el juvenil, donde llegó a jugar ya algún torneo".

"En los primeros entrenamientos decíamos: '¿Cómo es posible?'. Era rapidísimo. Y tenía fuerza. Porque le dábamos hostias, ¿eh? Pero aguantaba el tirón como no habíamos visto"

JOYCE MORENO Excompañero de Samuel Eto'o en el Madrid

Como uno en San Sebastián. En ese filial que viajó al País Vasco figuraban Esteban Cambiasso, su hermano Nico o Tote, que desgrana en Relevo sus primeras impresiones de ese león flaco e indomable: "Me contaron que el primer día que se presentó en Madrid, en invierno casi, lo hizo prácticamente descalzo, en manga corta y pantalón corto. No sé si le habían explicado bien dónde aterrizaba. Era muy joven, venía de un sitio muy complicado de África. Había pasado penurias y vino al Real Madrid, a vivir en España, en la capital, en la residencia del club donde tenía todos los días tres comidas como mínimo, una cama, una habitación para él con baño. Un cambio enorme, para bien. Y al cabo de muy pocos días fue con nosotros al torneo de San Sebastián. Se le veía con unas ganas tremendas, pero en las relaciones era callado. También por el idioma, que no lo controlaba aún. Se juntó mucho con los jovencitos del grupo, Riverita, conmigo, con Sousa, que fue su compañero de habitación…".

"Los primeros meses son muy duros, cuando sales de casa y no conoces a nadie, tampoco el idioma… Son meses que te hacen fuerte por obligación porque se pasa mal. Pero él lo tenía muy claro, quería ser jugador, tenía unas condiciones complicadas y ansiaba tener otra vida, dar a su familia otra vida, y lo consiguió, mira si lo consiguió. Nunca creí que fuera a hacer la carrera que hizo. No porque no tuviera condiciones, sino porque lo que ha hecho ha sido un carrerón. Lo que sí sabía era que algo iba a hacer porque era un tipo con hambre, con ganas", apunta el exdelantero de Real Madrid, Betis y Valladolid, entre otros.

El primer Eto'o alternó Real Madrid B y juveniles sin que nadie en el club le perdiera de vista. Tampoco, por supuesto, el entrenador del primer equipo, Fabio Capello, que un día le dio un consejo-mandato que se convirtió en enseñanza: lo que de joven consideras castigo, los años lo transforman en lecciones. Nada más verle aparecer y con un par de entrenamientos en su hoja de servicios, el italiano le mandó trabajar también por las tardes. Vio el técnico que el joven Samuel sólo utilizaba el interior del pie a la hora de rematar y el objetivo de esas sesiones vespertinas en la Ciudad Deportiva era que empezara a usar también el empeine. "Nunca dudes de ti, pero quédate más tiempo y sólo chuta como te venga el balón, no lo pienses, sólo chuta", le expresó. La hemeroteca da fe de que Eto'o es un hombre que no olvida y hace diez años, en una gala de los Globe Soccer, en Dubái, quiso reconocerle a Capello el buen ojo que tuvo con él: "Gracias a ti, mi familia hoy puede comer y yo pude dedicarme a lo que más me gusta del mundo. Jugar al fútbol. Gracias por haberme dado una oportunidad y gracias por dársela a mi familia".

Los meses en Leganés le dejaron una amistad para toda la vida

El camerunés se entrenó pero no jugó oficialmente esa temporada. Su potencial fuera de lo común pero sin demasiado control aconsejaba una cesión en la 1997-98. Se escogió el Leganés, de Segunda División. Por cercanía y vínculos. Pepe Mesas fue el punto de encuentro. Sin saberlo, esa decisión marcó su vida. Hoy es el representante de Etienne Eto'o... "Samuel cae en Leganés de la mano de Paco de Gracia. Yo había jugado en las categorías inferiores del Real Madrid. Había sido capitán y en ese instante era el capitán del Lega. Pues vino Paco y me dijo: 'Échale una mano al chaval, tiene 16 años, acaba de llegar de África, lo vamos a ceder aquí, no queremos que se nos pierda'. Un poco que hiciera de hermano mayor, o de padre, y darle cuidados dentro del vestuario porque al final no dejaba de ser su primera experiencia en Europa y su primera experiencia en el fútbol profesional con una edad muy joven", describe antes de soltar amarras con una broma que delata su relación sanguínea con el hoy presidente de la federación de Camerún: "El encargo que me hizo Paco no está pagado (risas)".

"Paco de Gracia me dijo: 'Échale una mano al chaval, tiene 16 años, acaba de llegar de África, lo vamos a ceder aquí al Leganés, no queremos que se nos pierda'"

PEPE MESAS Excompañero de Samuel Eto'o y ahora agente de su hijo Etienne

Mesas se tomó al pie de la letra los deberes de Paco de Gracia: "Estamos hablando de un niño, que cuando llega todos pensamos 'joder, este no va a jugar, no va a tener minutos'. Pero desde un inicio se vio que tenía mucha hambre, una mentalidad muy clara en cuanto a dónde quería llegar y lo que tenía que hacer para llegar. Yo le llevaba todos los días desde Leganés hasta la pensión del Real Madrid, charlas diarias en el coche de 40 o 45 minutos".

Eto'o, en su etapa en el Leganés.
Eto'o, en su etapa en el Leganés.

En esos trayectos cabía todo, desde apuntes tácticos, experiencias de vida o metas. Eto'o las visualizó tan fuerte que cumplió más de las que imaginó: "Ni él se creyó que podía llegar a tanto. Una anécdota tonta, pero que refleja su ambición. Él, con 16 años, no podía conducir y veía los coches de la gente del equipo y me decía: 'Capi, cuando gane dinero voy a tener 10 coches como el tuyo'. Y yo pensaba: 'Está chalado'. Y luego no tuvo 10, tuvo 500 (risas). A lo que no hemos llegado la gran mayoría de los humanos, él lo alcanzó".

Las dos caras del niño Samuel Eto'o en Madrid

Más allá de las sesiones improvisadas de coaching a bordo del vehículo de Mesas, fue José Luis López Serrano, casi sin que se lo pidieran, quien ejerció de control parental. En muchos terrenos, pero sobre todo en el económico. Los primeros meses en el club blanco no fueron un problema, pues a Eto'o se le costeó el alojamiento de la residencia y se le asignó una suerte de paga (en torno a 1.000 pesetas al mes) para los gastos. Se le tuvo que poner más límites en su estancia en el sur de Madrid, cuenta a Relevo un exdirectivo del club blanco que conoce con pelos, señales y dedillos todo lo que rodeaba al delantero: "El Leganés, obviamente, le puso un sueldo. Y el primer mes lo cobró. Pues a la semana viene y nos dice que ya no tiene dinero. '¿Cómo que no tienes dinero?', le decimos. Se lo había gastado todo en relojes. Una cosa de locos. Viendo esto, López Serrano decidió hacerle una tarjeta para el banco y meterle una cantidad al mes, para controlarle, para que no se fundiera todo".

El pecado de juventud quedó en anécdota y mostró una de las caras de este tipo tan especial. Tenía otra, desprendida, altruista. Al año siguiente, después de jugar el Mundial de Francia con Camerún [con 17 años y tres meses fue el jugador más joven del torneo], se gastó toda la prima que le dieron por participar, en torno a dos millones de pesetas, en ropa que regaló a niños y adultos de su país en situación de pobreza extrema.

Su parada en Leganés le benefició en todos los sentidos. Al principio no jugaba, y eso propició algún desencuentro, por no llamarlo incendio. "Un día nos llama Rafa Cortijo, que estaba en el staff del club, y nos dice que Eto'o la ha liado y que se tiene que ir. Le decimos que qué ha pasado. Nos contesta que Braojos, el entrenador, había dado la alineación de ese día y él no estaba. Montó una… Le dijo 'tú no sabes nada, yo ser el mejor y tú no ponerme'", dibuja este exempleado del Real Madrid. El fuego se extinguió y Eto'o disputó ocho encuentros. Meses después, acabó echando de menos el ambiente pepinero… Volvió al Real Madrid, Hiddink le llevó a la pretemporada en Nyon (Suiza) y debutó con el primer equipo en Liga frente al Espanyol, el 5 de diciembre de 1998 (0-0), tras formar parte de la expedición que conquistó la Intercontinental ante el Vasco de Gama. En el mercado de invierno se marchó cedido, precisamente, al equipo perico, entrenado por Miguel Ángel Brindisi. Fue un chasco. Sólo participó 32 minutos en un partido de Copa frente al Valladolid.

Eto'o, junto a Darío Silva en el Espanyol.
Eto'o, junto a Darío Silva en el Espanyol.

"Nuestro vestuario en Leganés era muy familiar, muy cercano, con mucha complicidad entre todos. Era casi más un grupo de amigos, llevábamos mucho tiempo allí. El Madrid cede a Samuel al Espanyol, al fútbol profesional, donde cada uno va más a lo suyo y las cosas no funcionaron. Yo creo que porque él esperaba encontrarse otro Leganés y otro vestuario del Leganés, que lógicamente no encontró. Ahí él se topó con una gran diferencia. De hecho, en esos meses que estuvo en el Espanyol me llamaba con bastante frecuencia pidiendo un poco de oxígeno", desvela Mesas.

Otro retorno, pocos minutos y el primer choque con Florentino

Tras el retorno del segundo préstamo, fallido, se quedó en la primera plantilla del Real Madrid, en la 1999-2000. El técnico era Toshack. No le abrió espacio antes de su despido, el 17 de noviembre de 1999: le dio cuatro ratos en cuatro partidos. Su sustituto, Vicente del Bosque, tampoco vio en el camerunés un activo que pudiera contribuir a encauzar el ritmo irregular del equipo.

Eto'o, ante el Molde.
Eto'o, ante el Molde.

En invierno, el club blanco cedió a Eto'o al Mallorca y allí encontró las condiciones ambientales y futbolísticas perfectas. "En la isla es donde se convierte en el jugador que luego fue. En cuanto a todo: en cuanto a carácter, en cuanto a ser ganador, en cuanto a no dejarse una gota de sudor en el cuerpo", argumenta Mesas, a quien le asalta de repente un matiz que es más bien un grito de protesta: "A mí me molesta cuando se le tacha de díscolo, no estoy de acuerdo. Me parece que ha sido un tipo absolutamente respetuoso, con sus veteranos, con sus entrenadores. La relación con Luis Aragonés, te lo digo yo, era de padre e hijo. Samuel fue respetuoso con quien lo ha tenido que ser y lo único que no ha hecho nunca ha sido morderse la lengua y meterse en foros comunes, como hicimos en nuestra carrera los que fuimos futbolistas. Él ha dicho sus verdades y ya está".

"Me molesta cuando se le tacha de díscolo, no estoy de acuerdo. Nunca se mordió la lengua ni se metió en foros comunes, como hicimos en nuestra carrera los que fuimos futbolistas. Ha dicho sus verdades"

PEPE MESAS Excompañero de Samuel Eto'o y ahora agente de su hijo Etienne

El excapitán del Leganés no se refiere a una escena en concreto, pero su discurso parece un traje a medida hecho para explicar el encontronazo entre el camerunés y Florentino Pérez nada más llegar éste a la presidencia del Madrid, en verano de 2000. El libro Samuel Eto'o, raza de campeón, autobiografía que el jugador escribió en colaboración con los periodistas José Luis Carazo y Javier Miguel, airea lo que aconteció. A continuación, un extracto del relato que en 2005 publicó el Diario As.

"Me llaman del Madrid a finales de junio de 2000 y me comunican que quieren recuperarme porque cuentan conmigo. Me voy de vacaciones convencido de que en esta ocasión no me están mintiendo (…) Nos vamos a Suiza para la pretemporada. Mi nombre aparece en un periódico como posible moneda de cambio por el fichaje de Flavio Conceiçao. El 1 de agosto jugamos ante el Milán. Por la mañana entrenamos en Milanello y Del Bosque me coloca entre los titulares. Pero en la charla previa al encuentro noto que no me dice nada, ni me mira a los ojos, le veo incómodo. Estoy convencido de que trama algo. Da el once titular y me deja fuera. A partir de ese detalle empecé a temerme lo peor: los rumores de mi trueque debían ser ciertos. Salgo en la segunda parte. Marco un gol. Ganamos 1-5. Pero estoy 'mosca'. Me ducho y cuando estoy a punto de subir al autocar veo a un periodista corriendo hacia mí. 'Estás traspasado al Deportivo, ¿qué piensas?', me suelta. Le miro, incrédulo: '¿Cómo sabes tú algo que ni yo sé?'. Entonces me informa de que se trata de una noticia que acaba de salir en España (...)".

"(...) Al día siguiente regreso a España. La noticia había explotado en Madrid. Los titulares eran para Flavio y mi participación para rebajar la operación con el Dépor. 'No está mal, me han valorado en seis millones de euros', comento. Por la tarde hay entrenamiento pero me dicen que el presidente quiere hablar conmigo (…). Entré en el despacho del presidente. Estaba flanqueado por el director general, Julio Senn, y por Paco Gento. Florentino Pérez acababa de llegar a la presidencia tras ganar en las urnas a Lorenzo Sanz y se le veía bastante incómodo. Delegó en Senn, que inició una perorata sobre mis intereses y los del Madrid (...). Cuando acaba le pregunto: '¿Cómo puedes vender a un jugador sin hablar con él?'. La que se armó (…) El único que no movía los labios fue Florentino. Sólo dijo algo parecido a que si me quedaba en el Madrid no iba a jugar. ¡Qué novedad! Salí dejándoles la palabra en la boca. La mecha estaba encendida y sólo había que esperar que explotara (...)".

Eto'o celebra un gol en el Bernabéu.
Eto'o celebra un gol en el Bernabéu.

Eto'o siguió cedido en el Mallorca y en 2001 el Real Madrid le traspasó al club bermellón por 1.200 millones de pesetas, reservándose un derecho preferencial en el caso de que fuera traspasado a otro club (el 40%). En la isla explotó convirtiéndose en un futbolista huracanado y en el protagonista de alguna que otra pesadilla en Chamartín: le metió siete goles y dejó celebraciones para el recuerdo, como aquella furiosa de la 2003-04, cuando firmó un doblete en el Bernabéu (2-3) y proclamó su famoso "¡Yo aquí!", señalando el césped. No volvió a vestir de blanco. El 11 de agosto de 2004 fichó por el Barça. La intrahistoria de esa operación daría para un Especial y aunque los artículos en Internet no tienen límite de caracteres, tampoco es cuestión de escribir sin mesura. Porque la finalidad de este reportaje era desentrañar a ese Samuel Eto'o del Real Madrid que soñó con triunfar en el Bernabéu y después con la vendetta. Hoy su hijo Etienne visitará ese estadio con el Rayo Vallecano y, como siempre, él estará atento. Es el último efecto del aleteo de esa mariposa que llegó a Madrid en 1996, en pantalón corto y sin botas de fútbol.