Da pena. Mucha. Francisco Román Alarcón Suárez se ha quedado, otra vez, fuera de la convocatoria de Luis de la Fuente. El destino siempre pone un 'pero' en los caminos de Isco y la Selección. El año pasado fue una maldita lesión que provocó que no tuviese una Eurocopa en su palmarés. Estaba para ir. Pero ahora, también.
Seguramente decir esto sea un tanto impopular, sobre todo en la maravillosa ciudad de Sevilla, donde sacamos pecho por absolutamente todo lo nuestro -porque es lo mejor, créanme-. Pero entiendo a Luis de la Fuente. Menudo centro del campo tiene España. Rebosa talento por los cuatro costados. Aunque para arte, el de Isco. Arte y liderazgo, que no es poco. Cinco goles en los últimos cinco partidos, abanderando a un Betis que lucha por todo. Por reventar su historia en Europa... y por soñar en un final de liga que apunta a ilusionante. Pero su estrella no será internacional.
Mejor. Isco, mejor en el Betis. Una semana para cuidarte. Para rebajar la tensión acumulada en un mes de marzo vibrante. Lo ha jugado todo. Absolutamente todo. Es el líder. Denle los balones, que él nunca los va a desperdiciar. La no llamada de De la Fuente es lo que le faltaba para 'encenderse'. Sí. Ha vuelto de otra forma. Otra manera de mirar a los ojos al balón. Y a sus compañeros. Es el líder y se siente a gusto.
"Hay muy buenos futbolistas, como Isco o Gavi, que desgraciadamente no están. No están, pero están. Tendrán la oportunidad cuando lo creamos oportuno" ha dicho esta mañana el seleccionador. Absoluto respeto por aquel que nos ha hecho volver a tocar plata. Pero lo dudo. Esta mañana me ha cogido la noticia en la ciudad deportiva. Me he acercado después al barrio de Heliópolis y el ambiente estaba raro. Todos contentos por ver a su Betis en cuartos de la Conference. La quieren, tela. Pero enfadados porque su faro, su capitán, no había recibido esa llamada que tanto esperaba. Y permítanme que le lleve la contraria a Don Luis de la Fuente, pero dudo que vaya a llegar.
Esta selección se prepara para un Mundial que se jugará dentro de más de un año. Y la táctica parece tan clara como entendible. De la Fuente está preparando un equipo a base de jóvenes con muchos años de talento y fútbol por delante. Y ahí, aunque duela, no encaja Isco. De hecho, sigo pensando que si ese Mundial fuese en cinco meses, el de Arroyo de la Miel estaría hoy copando las portadas con su regreso a la lista. Estoy seguro.
Pero no pasa nada. Isco estaba ilusionado, pero para ilusión la de su gente. La de su Betis. La de su casa. Eso es el Benito Villamarín para él. Quédate aquí y no te vayas. Todos saben que el número del seleccionador estaba marcado en favoritos en el móvil del malagueño. Pero para llamada la de la renovación del Betis. Esa sí que debe llegar. Y esa sí que le motiva a él.
Termino como empecé. Da pena ver a Isco fuera. Porque se lo merece. Pero que tire la primera piedra el que crea que alguna convocatoria es justa. Hazle caso a tu gente, Isco. Que ellos sacan el pecho por ti, como tu club, que ha colgado una foto tuya cinco minutos después de no verte entre los convocados. Como tu afición, que hoy está enrabietá por no verte cumplir un sueño pese a lo histórico de anoche.
Es donde te quieren. Donde te valoran. Donde te aportan. Es en Heliópolis, mago.
