Iván Alejo contra sus etiquetas: "Mi imagen de marrullero es equivocada, lo he pasado mal con las amarillas"
El jugador del Cádiz hace balance de la temporada del descenso y abre la puerta a una salida: "Haremos lo mejor para el club y para mí".

Como buen extremo, Iván Alejo (Valladolid, 1995) siempre fue un jugador de límites, de correr por encima de la línea, como un funambulista acelerado, lo que le hizo caer demasiadas veces. De un tiempo a esta parte se ha templado, lo que tiene tanto revolcón, aunque la esencia permanece. Pelo platino y mirada de pillo, el pucelano le pone verbo a una temporada en la que empezó como un avión y acabó gripado con el descenso del Cádiz. Acaba contrato en 2025 y deja entrever fin de ciclo, pero siempre de la mano de su 'padre', el presidente Manolo Vizcaíno. A sus 29 años, promete rendimiento si le dan proyecto. También para demostrar que su imagen no se corresponde con el 'hate' que genera. [En una segunda parte abordaremos su episodio con Vinicius].
¿Cómo estás?
En una situación un poco rara, un verano atípico, porque el descenso de categoría al final te trastoca todos los planes. Te hace vivir el verano de manera diferente, porque es algo para lo que nunca te preparan. Asimilando todavía el golpe, que ha sido duro. Enfocado en darle la vuelta a la situación, en buscar nuevos objetivos, nuevas metas para volver a ser feliz.
¿Cuánto duele un descenso?
Duele mucho. Ya no tanto por nosotros, sino por la gente. Parece un tópico, algo que siempre decimos los futbolistas de cara a la prensa, pero al final el club es de los aficionados, es de la gente, son quienes pagan los abonos, quienes dejan de hacer muchas cosas para asistir al estadio cada semana. Y ver tanta gente llorando y sufriendo duele. Desde aquí también quiero pedir perdón por una imagen que se vio mía en el último partido, un momento de risas en el último partido contra el Almería. Fue una situación aislada. Entiendo que no sentase bien, pido disculpas desde aquí a la gente de Cádiz. Nos duele mucho, como a ellos, la situación e intentaremos darle la vuelta.
¿Y cuándo deja de doler un descenso? ¿Esa cicatriz perdura en el tiempo?
Eso es una mancha que te queda siempre en el currículum. De cara también a otros clubes, de cara a los aficionados, cuando un futbolista tiene un descenso… eso ya no se quita. Pero bueno, creo que es como todo en la vida. Al final el paso del tiempo y buscando nuevas metas y nuevos objetivos pues poco a poco va cicatrizando y deja de doler.
El hecho de que estuvieseis en esa situación durante tantos meses y que no fuera algo inesperado, ¿lo hace menos doloroso?
Igual suena duro decirlo, pero era la crónica de una muerte anunciada. Quizás con las dos últimas victorias contra Getafe y contra Sevilla, sí que es verdad que cogimos un poco de esperanza, un poco de vida, metimos a la gente de nuevo. Pero las sensaciones desde dentro no eran las mejores. Durante la temporada hay que intentar hacer ver a la gente que se podía, pero bueno, desde dentro también éramos conscientes de que era muy difícil, porque apenas habíamos ganado cuatro partidos en todo el año. La dinámica era muy mala, en casa, que es donde habíamos sido siempre muy fuertes. No conseguíamos ganar, partidos que otros años, con Sergio como entrenador, cuando había que ganar ese partido decisivo, lo ganábamos siempre. Este año no hemos tenido eso. Es una pena, porque lo hablábamos con los compañeros cuando se consumió el descenso, que creo que teníamos todo para permanecer, un grupo fantástico, unos compañeros que nos llevamos todos muy bien, pero por diferentes circunstancias, parecía que este era el año que íbamos a caer. Y es una pena, porque nos ha dolido mucho, pero bueno, es totalmente merecido.
¿Crees que el despido de Sergio os perjudicó?
Yo sí lo pienso. Es verdad que llevábamos mucho tiempo sin ganar, 18 ó 19 partidos sin ganar, pero el vestuario estaba con él. Y eso al final en un grupo es muy importante. Se ha visto con Ancelotti que mucha gente lo ha criticado y es un gestor de grupo maravilloso y fantástico y ahí tenéis dónde ha llevado el Real Madrid. Creo que la marcha de Sergio nos perjudicó. A mí personalmente me dolió mucho, como deportista y como persona, porque aparte de ser un magnífico entrenador es una muy buena persona. Creo que no nos vino bien su despido y los números así lo han confirmado.
Hablabas antes del partido contra el Sevilla, ¿qué opinas de la denuncia del Rayo por presunto amaño?
Que al final va a quedar en nada, porque es que en ningún momento hubo nada. Es un partido en el que un equipo se juega la vida, como éramos nosotros, y el Sevilla, que no se juega absolutamente nada, con un poco de crispación de la grada con ellos por la temporada realizada. Y al final eso es así, cuando un equipo no se juega nada y otro se juega todo, se nota en pequeños detalles, en disputas… Unos piensan en no lesionarse, en lo que va a hacer la siguiente temporada… Es una realidad, el que no quiera admitir eso creo que no entiende mucho de fútbol. El Rayo Vallecano está en su derecho de reclamar lo que ellos crean conveniente, imagino que con esa victoria habrían visto un poco el peligro porque estábamos cerca de ellos, pero nosotros estamos muy tranquilos con lo que hicimos. El Sevilla fue un equipo muy profesional en todo momento, y ganamos, fuimos mejores durante el partido, pudimos marcar, creo que el resultado 0-1 fue muy corto con lo visto en el campo.
¿Cómo es un vestuario que está toda la temporada en una situación tan complicado? ¿Hay menos alegría, más crispación, más discusiones?
Es complicado. Un descenso afecta a todos los miembros del club, no solo de la plantilla. Obviamente la crispación es mayor. Se ve en pequeños detalles, piques en los entrenamientos o malas palabras. He tenido la suerte de que el vestuario del Cádiz es un vestuario magnífico, todo creado por el presidente, que siempre le gusta tener gente que sea muy sana en el vestuario y siempre lo ha conseguido. Pero el día a día es complicado, cuando pasan las semanas y no consigues ganar, pasan cuatro meses que es lo que estuvimos sin ganar nosotros, al final llegas el lunes al vestuario y no sabes cómo mirar a tu compañero de al lado, no sabes qué decirle, si le dices que es una mierda lo hundes, si le intentas animar a lo mejor otro te manda al carajo.
En lo personal, ¿cómo ha sido tu temporada?
Un poco como viene siendo en los últimos años, de altibajos. En este caso me voy con la conciencia muy tranquila. Hay otras temporadas que al final sabes que has hecho cosas mal, que quizás no has dado todo lo que tenías que dar para ayudar al equipo. Obviamente me voy muy fastidiado con el descenso, porque me duele mucho, y al final Cádiz es el equipo que me ha dado todo, pero creo que empecé la temporada a un muy buen nivel. La primera vuelta jugué casi todos los partidos de titular, estaba con la confianza del míster, me encontraba muy bien. Incluso en enero tuvimos la posibilidad de ir a otro club, se habló con mi agente en este caso y decidimos que lo mejor era continuar en Cádiz. Por circunstancias ajenas a mí, que en este caso el entrenador decide por otro compañero, dejé de jugar en un momento que me estaba encontrando bien. Intenté pedirle explicaciones al míster de por qué no estaba jugando o qué tenía que hacer para ayudar al equipo. Su respuesta fue que me veía demasiado responsabilizado con la situación. Yo prefiero jugadores responsabilizados en mi equipo. Estoy tranquilo por mi temporada, creo que he intentado hacer lo mejor posible, he intentado dar todo de mí. Una pena el descenso porque mi objetivo era estar en Cádiz mucho tiempo, pero el descenso complica las cosas.
¿No crees que bajaste un poco el nivel?
Al final creo que es una balanza. El míster no se va a tirar piedras contra su tejado y pone a los que él considera que están mejor. Mi nivel en la primera vuelta fue bastante bueno y creo que todos los jugadores tienen altibajos. Yo pegué un bajón, pero nunca tuve problemas físicos. Quizás la marcha de Sergio anímicamente me hace daño. Estaba muy unido a él, muy vinculado a él para sacar la situación y quizás su marcha me hizo daño.
En cualquier caso, estamos de acuerdo que en la primera vuelta se vio al mejor Alejo de siempre. ¿Cuáles fueron las causas?
Yo en verano hablo con Manolo Vizcaíno, el presidente. Si hay alguien a quien tengo que agradecerle que haya jugado cuatro años en Primera División es a él. Yo venía de un año complicado con todo el tema de la situación de Vinicius, del público con rumores y críticas hacia mí. Era el momento de pensar qué hacer. Hablamos con él y con Sergio y valoramos todas las posibilidades. Y les digo que mi idea es quedarme. Estaba muy motivado, muy seguro de que podía darle la vuelta a la situación. A partir de ahí empiezo a jugar titular. Nunca había empezado la Liga de titular y eso me da confianza. El equipo empieza a tener buenos resultados. Y yo soy un futbolista que cuando las cosas van bien me vengo un poquito arriba. No sé si es bueno o es malo, pero me pasa. Empecé a sentirme importante como nunca me había sentido. El míster me dio esa confianza. 'Estáte tranquilo, que si estás mal te voy a seguir poniendo'. Me da esa confianza de saber que a lo mejor si tengo dos partidos malos en otra situación dejaría de jugar, pero yo sabía que iba a seguir teniendo esa continuidad aunque hiciera uno o dos partidos malos. Para un futbolista eso es todo. La confianza, la cabeza. Y se vio al mejor Iván Alejo, como nunca en Primera División. De agosto a enero encontré esa regularidad.
"He notado que por ser Iván Alejo me sacan amarilla, por ser del Cádiz me sacan amarilla. Es una situación que a mí me ha hecho pasarlo mal. No me gusta ser el jugador más amonestado de las cinco grandes ligas"
Hay un dato tuyo que llama mucho la atención que es el de las tarjetas amarillas (17 en 1688 minutos, una cada 100'). ¿Cómo lo explicas?
Creo que hay varios aspectos. Uno de ellos es que soy un jugador muy intenso, que utiliza mucho el contacto físico. El fútbol se ha vuelto tan físico que si no estás al nivel te pasan por encima. Me gusta mucho el contacto, los roces, los piques y obviamente ahí la culpa es mía. Eso me puede traer cosas positivas, pero también me trae cosas negativas como el tema de las tarjetas amarillas, que es una situación con la que yo lo he pasado mal. Pero luego creo que hay otro factor, que es el de los árbitros. Creo que van muy condicionados cuando pitan a Iván Alejo. Es más, incluso me avisan antes del partido. Me dicen 'estáte tranquilo, no quiero amonestarte pronto…'. Y hay algún árbitro en concreto que pienso que lo hace a propósito lo de amonestarme. Uno lo nota cuando viene premeditadamente. He notado que por ser Iván Alejo me sacan amarilla, por ser del Cádiz me sacan amarilla. Es una situación que a mí me ha hecho pasarlo mal. No me gusta ser el jugador más amonestado de las cinco grandes ligas. No creo que haya hecho méritos para ello. Es un tema que tengo que mejorar mucho, cambiar mucho, quizás tendré que modificar mi juego en algunos aspectos para dar una vuelta de tuerca. Pero de todo se aprende. Este año me voy con ese récord, que obviamente es negativo. El año que viene intentaré cambiarlo para que la gente no se quede con que Iván Alejo es un jugador marrullero. No me gusta que se me ponga esa etiqueta, porque creo que no lo soy.
¿Qué imagen crees que hay en tuya? Tanto en la afición como en compañeros y rivales.
Pues que soy un jugador muy marrullero, que estoy todo el día dando patadas. Creo que esa es la imagen que se tiene y creo que es una pena, porque es equivocada. Soy un jugador que utiliza mis virtudes en beneficio de mi equipo y de mi club. Unas veces me sale bien, otras veces me sale mal.
Pero has pasado por muchos vestuarios (Alcorcón, Eibar, Getafe, Málaga, Cádiz) y yo tengo la impresión de que eres un tipo querido.
Compañeros de otros equipos siempre me lo dicen, que soy muy pesado, que soy muy tocanarices. Me lo dicen siempre y al final al rival le incomoda y le desquicia también. Quizás tengo que dar una vuelta de tuerca a esa situación, ser un poco menos temperamental en el campo y utilizar un poco más mis armas futbolísticas en beneficio del equipo. Quien no me conoce tendrá una imagen mía de un futbolista un poco díscolo y alocado. Pero cuando me conoces creo que te llevas una percepción distinta. Pienso que soy buen compañero. Me gusta siempre estar de broma, alegre, disfrutar del vestuario. Cuando deje esta profesión, espero dentro de muchos años, confío en que los jugadores con los que he coincidido me vean como un buen compañero y un tipo que intento hacerle la convivencia en el vestuario un poquito más fácil.
¿Y la próxima temporada?
Tengo contrato un año más con el Cádiz. Cuando firmas los contratos, yo siempre pienso que son para cumplirlos. El presidente sabe mi opinión, sabe mi manera de ver las cosas y yo sé la suya. Nunca voy a ser un problema para el club. Y menos para Manolo, que es la persona más importante en mi carrera. Todo lo que haga, va a ser en beneficio del club y en beneficio del presidente, porque cuando alguien te da todo, hay que ser agradecido. Y una persona que me ha dado todo, como es Vizaíno, voy a intentar ir de la mano con él y hacer lo mejor para el club.
¿Y lo mejor para el club qué crees que es?
Habrá que hablarlo. Ahora ha llegado un entrenador que pienso que con su llegada hemos dado un paso muy muy grande. El Cádiz tiene que ser candidato al ascenso directo, por el entrenador que hemos firmado, y por cómo se está gestionando el club. No sé lo que va a pasar. El presidente sabe mi intención, el míster nuevo también sabe mi intención. Hablaremos con mi representante, con mi familia, y a partir de ahí buscaremos lo mejor para todos, para que ellos estén felices, y yo obviamente vuelva a ser feliz.
"El presidente sabe mi intención, el míster nuevo también sabe mi intención. Hablaremos con mi representante, con mi familia, y a partir de ahí buscaremos lo mejor para todos"
¿Por qué ha sido tan importante Manolo Vizcaíno en tu carrera?
Porque me rescató cuando estaba en el fango. Yo estaba en Getafe, venía de una temporada muy complicada a nivel personal, con problemas personales, con problemas deportivos, y él confió en mí como el que más, me rescató. Siempre dicen que hay una persona que te marca para siempre en tu carrera, y en mi caso ha sido él. Me dio toda la confianza del mundo, he tenido muchas discusiones con él, he estado mucho tiempo sin hablarme con él, una relación un poco amor-odio. Pero sacó al Cádiz de Segunda B y lo ha mantenido en Primera cuatro años, aunque este año hayamos descendido. Merece todo el respeto del mundo. Creo que no se le está tratando con el respeto que merecen tanto a él como la directiva. Él únicamente mira por sus jugadores, prefiere recibir los golpes y que la plantilla esté aislada de todo. Y le han dado muchos palos y muchas hostias. Que un estadio entero te insulte y cante tu dimisión, después de que la has ascendido de Segunda B a primera, es complicado: Yo se lo he dicho a él, me duele que el estadio esté contra él, porque que es un gestor maravilloso. Y para mí es la persona más importante de mi carrera.
Decías que también has tenido encontronazos con él. ¿El más fuerte?
Cuando me quise marchar al club de mi ciudad, el Valladolid. Fue en el verano de 2021. Manolo se cerró en banda, y no había manera, le llamaba y no me cogía el teléfono, le ponía whatsapp y no me los contestaba, y un día en la ciudad deportiva tuvimos un encontronazo fuerte. Estuvimos un tiempo sin hablarnos, pero luego la verdad que quizá algo tiene Manolo que no es rencoroso, y lo solucionamos con un abrazo.
Hablas del Valladolid, ¿Contento con el ascenso?
Sí, obvio, mucho, mucho, para alguien que va al estadio desde bien pequeñito, para alguien que su familia ha estado detrás del Valladolid, que va a todos los partidos… Pues imagínate, después de un año tan duro, tras un descenso, con un ambiente un poco raro… volver a Primera División es una alegría tremenda. Lógicamente está por encima la tristeza por el descenso del Cádiz, pero me alegra por la afición y porque creo que hay personas ahí dentro que se lo merecen mucho ese ascenso.
¿Con 29 años estás a tiempo de mostrar todavía una mejor versión? ¿Qué necesitas para ello?
Absolutamente. Necesito estar tranquilo y tener esa confianza que tuve en la primera parte de esta temporada. Sin ningún tipo de preocupación alrededor. Cuando todo va medianamente bien, soy un futbolista muy aprovechable. Me encuentro en mi mejor momento. Es verdad que el descenso, te vuelvo a repetir, mancha la temporada y no haber jugado las últimas semanas lo empaña todo un poco más. Pero estoy preparado para volver a dar un gran nivel, más maduro que nunca. Estoy súper concienciado en que aún puedo dar un buen nivel en el fútbol español. Físicamente me encuentro muy bien. Llevo dos o tres años sin ninguna lesión muscular. Me encuentro en mi mejor momento físico y anímico. Con ganas de volver a disfrutar y de volver a hacer disfrutar a la gente del fútbol y que no se queden solo con mis tarjetas amarillas.