GETAFE CF
Jaime Mata, el delantero al que le curtieron los 'noes' y que ya es historia del Getafe: "En el Rayo se le dio la espalda"
Con 37 tantos, el madrileño está a uno de convertirse en el máximo goleador del club azulón en Primera División: "Le costó mucho".
Quién podría imaginarse que, a sus 35 años, Jaime Mata, (Tres Cantos, Madrid, 1988) estaría a un solo gol de convertirse en el máximo goleador de la historia del Getafe en Primera División. Sus tanto al Almería la pasada jornada le sitúa, con 37, a la altura de toda una leyenda azulona como Manu del Moral. Sin ser este curso una pieza indiscutible en los esquemas de José Bordalás, el mérito es mayor para quien tuvo que esperar hasta cerca de la treintena para dar el salto a la élite.
"¿Sabes ese dicho de 'las cosas difíciles son las que tardan en llegar'? Pues eso se cumple con Jaime Mata". Luis César Sampedro coincidió con el delantero madrileño en la temporada 17-18 en el Real Valladolid. Siendo la entidad vallisoletana equipo de Segunda División, a sus 28 años, la élite parecía muy lejana para quien había dado ya muchos bandazos por las distintas categorías del futbol español.
"Cuando llegué al Valladolid, Mata estaba más fuera que dentro. El club quería llegar a un acuerdo con él para rescindir su contrato porque no había cumplido con las expectativas", recuerda el técnico gallego. Ese entendimiento no llegó y Mata, que tenía aún un año más de contrato, finalmente se quedó en Valladolid. "El club me autorizó a alinearlo porque nadie podía asumir su ficha. A partir de la segunda jornada le puse de titular y desde ahí todo cambió".
"Es un ejemplo absoluto. Hay muy pocos casos como el suyo"
Entrenador de Jaime Mata en el Rayo BCon 33 goles, Mata terminaría el curso como máximo goleador de la temporada regular en Segunda División. "Sintonizó rápido con lo que yo le pedía y se convirtió en un jugador voraz. Supimos dar con la tecla y Mata, que lo máximo que había anotado eran 15 goles en Segunda B, se salió". Su gran año en Pucela le catapultó hacia donde había estado peleando desde que era sólo un adolescente: jugar en Primera División.
Un futbolista al que tildaban de mayor para un filial
Porque la carrera de Jaime Mata no es la de ese niño que se formó en los campos de la ya extinta Ciudad Deportiva del Real Madrid o que lució los colores del Atlético de Madrid en el Cerro del Espino. Él, que nunca pisó una gran cantera, dio sus primeros pasos en un humilde equipo de Tres Cantos, el Galáctico Pegaso. "Aunque ya le conocía de su etapa en el juvenil, coincidí con Mata en el primer equipo del Pegaso la temporada 08-09, cuando ascendimos a Tercera División. Para la edad que tenía, 19-20 años, tenía una presencia física importante. Para su corpulencia, no era torpe", recuerda a Relevo José María Rodríguez 'May', entrenador de Mata.
"No era muy hablador, pero era una esponja", cuenta. "Hasta que no le salían las cosas no paraba. Nunca bajaba los brazos. Una de las cosas que más admiraba de él es que escuchaba mucho. Era un futbolista muy obediente que, tanto en los entrenamientos como en los partidos, se dejaba el alma".
"Le costó mucho. Su caso es muy distinto al de muchos jugadores que están un filial y que rápidamente dan el salto"
Entrenador de Jaime Mata en el Galáctico PegasoJugador insaciable que "lo intentaba, lo intentaba y lo intentaba", pero al que la suerte no le acababa de sonreír en términos deportivos. "Alguna vez me llamaron del Leganés para preguntarme por él. No recuerdo si el Leganés estaba en Segunda o en Segunda B. Dije que se lo llevaran para el primer equipo, no para el filial, pero allí no lo terminaban de ver. No terminaron de apostar por él y a final de temporada se marchó al Socuéllamos (Tercera División)".
Primero al Socuéllamos y, más tarde, al Móstoles, antes de recalar el curso 11-12 en el filial del Rayo Vallecano. "Llegó con 23 años. Para un filial se consideraba que era un futbolista que ya se salía un poco de la edad. Vino con esa vitola de jugador veterano, ya muy hecho, porque había jugado en muchísimos equipos en Tercera División", cuenta quien fuera técnico de aquel Rayo B, José Manuel Jimeno.
«Ha demostrado 'aquí estoy yo, os habéis equivocado»
Imaginando que aquella aventura en el filial franjirrojo podría abrirle por fin las puertas de la élite, lo cierto es que, desde los despachos, las miradas apuntaban hacia otra dirección. "Se juntaron dos figuras: Jaime Mata y Léo Baptistão. Este último era más jovencito que Jaime. A final de temporada, pese a que Mata tenía aún un año más de contrato, se valoró la posibilidad de que Baptistao siguiera en el filial y a Mata desvincularle del club pensando en que ya había pasado su edad para el filial y que no tenía proyección para el primer equipo. El chico rescindió contrato teniendo todavía una temporada por delante. Tuvieron una mala vista...", recuerda Jimeno con resignación.
"Se le dio la espalda porque se optó por más juventud. Se apostó por Leo y se desvincularon de Jaime cuando a lo mejor lo inteligente habría sido cederle a otro equipo e igual la temporada que viene le traes de vuelta y lo tienes en el primer equipo. Creo que se cometió, y a posteriori se ha visto que fue así, la torpeza de dejarle libre y dejarle volar".
Sólo un año después de su llegada, Mata saldría del Rayo por la puerta de atrás. "Pese al varapalo, él demostró mucha perseverancia. Quería más y no tiró la toalla". Dos temporadas en el Lleida Esportiu (2ºB) y otras dos en el Girona (Segunda División), quienes fueran sus técnicos sólo tienen palabras de cariño y elogios para quien, tras despuntar en el Valladolid, por fin obtuvo la recompensa deseada.
"Es un ejemplo absoluto. Hay pocos casos con esa historia de jugar tantísimos años en el fútbol modesto, que le den la espada, que no tenga continuidad, que llegue tan tarde a la élite... Y fíjate hoy. Ha demostrado 'aquí estoy yo, señores, os habéis equivocado hasta las trancas'. Es de admirar", dice Jimeno.
"Le costó mucho. Su caso es muy distinto al de esos jugadores que están en un filial y que rápidamente dan el salto. Cuando estuvo en Valladolid, él ya tenía una edad. Pero lo que es el destino, logró ser internacional con la Selección Española con 30 años y ahora está a un gol de convertirse en el máximo anotador de la historia del Getafe", añade José María.
"Ni él se imaginaba todo lo que iba a vivir después"
Entrenador de Jaime Mata en el Real Valladolid"Ni él se imaginaba todo lo que iba a vivir después. De no contar para el Valladolid, terminar máximo goleador, fichar por el Getafe, Selección...Se merece todo lo bueno que le pase", dice Luis César Sampedro.
Sin poder ocultar su cara de felicidad tras sus dos goles al Almería, "vine a Getafe con la ilusión de un niño pequeño y, seis temporadas después, sigo con la misma ilusión", Jaime Mata se ha ganado desde la humildad y la perseverancia ser historia del cuadro azulón. "Merecidísimo".