ENTREVISTA

Javito y su fichaje fallido por el Deportivo: "Valerón preguntaba, ¿cuándo llega el transfer, coño?"

El exfutbolista, que ahora trabaja en una tienda junto a su mujer, habla en Relevo sobre su carrera futbolística en Grecia y Turquía, y su no fichaje por el Dépor.

Javito durante un amistoso con la camiseta del Deportivo de la Coruña./
Javito durante un amistoso con la camiseta del Deportivo de la Coruña.
Julio Ocampo

Julio Ocampo

Tras su experiencia en Can Barça, Francisco Javier Peral Perianes (Moraleja, Cáceres, 4 de noviembre de 1983) comenzó un periodo errante que le llevó de Grecia a Turquía, con algunas escalas en España (Hércules o Alcorcón). Un peregrinaje que lo cierra donde comenzó, en Extremadura. Hay historias que precisamente son bellas porque su prestigio se sostiene en carreteras secundarias. La de Javito es, sin duda, un ejemplo claro que narrar. Incluso su accidentada experiencia en La Coruña.

- En el Aris de Salónica juegas cinco temporadas: 2006-11.

Sí, como te dije, me llamó un entrenador que había estado en las inferiores del Barça. En Grecia estuve doce años en total. Muchísimo tiempo. La siento como mi segundad casa, sinceramente.

- En Youtube circula un golazo tuyo al Atlético de Madrid. ¡Con la zurda a David de Gea!

Sí, también otro al Zaragoza, que lo eliminamos. Se me daban bien los equipos españoles cuando nos encontrábamos en competiciones europeas. Mis compañeros, bromeando, me decían: "No te van a dejar entrar en España".

- ¿Y tú que respondías?

Nada, les decía que ellos tenían mucho dinero y que nosotros nos teníamos que apañar con lo que teníamos. Hacía mi deber, nada más. Sobre el gol al Atleti, fue un buen gol. Quizás tuve algo de suerte, no sé.

- ¿Era la Europa League?

Sí, llevábamos ya muchos años clasificándonos. Ese año nos tocó el Rosenborg, Bayer Leverkusen, Atlético. Yo dije: "Madre mía, si esto es un grupo de Champions. No vamos a hacer ningún punto. Bueno, a disfrutar por lo menos". El caso es que quedamos segundos y rozamos, incluso, el primer puesto. Ganamos al Atlético y Rosenborg, después empatamos contra los alemanes y nos clasificamos. Si hubiéramos ganado en Leverkusen habríamos sido primeros de grupo.

- ¿Perdisteis?

Sí, 1-0 gol de Vidal. Al finalizar el encuentro lo dijo incluso el técnico Heynckes: "Lo normal es que hubiera ganado el Aris". Fallamos cuatro delante del portero alemán. El fútbol está loco, sin embargo fue una gran experiencia.

- En Grecia te convertiste en un ídolo.

No sé si un ídolo, pero donde más me conocen es en Grecia. Jugué en varios equipos de Primera. Les gustaba mi carácter, pero sobre todo mi forma de jugar. Era eléctrico, y siempre encaraba. Además, ayudaba mucho en defensa. Recibía muchas patadas, eso sí. "Javi, lo que más nos gusta de ti es que lo das todo. Un día puedes jugar mejor o peor, pero lo das todo. Si no metes goles te sacrificas mucho, y eso nos encanta". Siempre me lo reconocían. Esa era mi forma de jugar, y no la iba a cambiar. También te digo que había veces que no la metía ni con dos porterías. En otras ocasiones jugaba muy bien, la verdad.

- Luego te marchas a Olympiacos.

Era el equipo más importante de allí. Estuve un año, aunque mi aventura griega se completó con otros dos clubes: AO Kerkyra y Panthrakikos. Seguí viendo puerta con facilidad, incluso en los derbis. La gente estaba encantada conmigo en todos los aspectos. Yo era, además, muy respetuoso. Por ejemplo, en los derbis marcaba y no hacía gestos de faltarle el respeto a nadie. Lo celebraba, y punto. Eso la gente lo apreció. La gente me quiere todavía. Aprendí a hablar griego, y cada vez que vuelvo de visita me dicen: "Javi, tú eres un griego más. Esta es tu casa". Me siento querido y valorado. Es recíproco. Nunca se sabe, de momento estamos en Extremadura…

Javito junto a Ernesto Valverde, durante su etapa en Olympiacos.
Javito junto a Ernesto Valverde, durante su etapa en Olympiacos.

- ¿Por qué dejaste Olympiacos sólo un año después?

No jugaba mucho (el entrenador era Ernesto Valverde). Entonces me llamó Héctor Cúper, que entrenaba en Turquía (Orduspor). Ya me había dirigido en el Aris. El caso es que se enteró por el mismo representante que compartía con Ibagaza de mis suplencias. Luchó por mí. Creía que era perfecto para el fútbol que tenía en mente. "Javito no se rinde nunca, le quiero ya". Entonces me llamó para ofrecerme un puesto fijo en la banda derecha. Me fui, porque ya guardaba un buen recuerdo del Aris. Mi mejor momento en Grecia fue precisamente con Cúper. No lo dudé, y me marché a Turquía. Es un entrenador que sabe prepararte perfectamente física y tácticamente.

- ¿Qué nivel había?

La liga es mucho más fuerte respecto a Grecia. Había jugadores muy buenos. ¡Tienen mucho dinero allí! Hay futbolistas magníficos que no los conoce nadie, y que están allí porque les pagan una barbaridad. La afición quedó muy sorprendida conmigo. Jugué seis meses, y viví en Ordu. Los utilleros, que normalmente eran muy recelosos de los extranjeros, querían que me quedara. ¿Sabes? Había comenzado a chapurrear el turco, y eso gustaba. Veían que me esforzaba pese a tener siempre un traductor. Me decían: "Por favor, Javi, quédate más tiempo". Me volví, porque para la familia era mucho mejor Grecia. Lo del colegio para las niñas y muchas cosas más a nivel de comodidad.

- Eso es en 2012. Luego vuelves a Olympiacos, que ya no te quiere. Entre ese periodo y 2014, que fichas por Kerkyra, juegas en España: Hércules y Alcorcón.

En Alicante me llamó Quique Hernández, a quien tuve también en el Aris. Aún recuerdo nuestro diálogo. "¿Tú qué haces sin equipo? Ya, te la han liado los griegos, ¿no?". Y sí, me la habían liado. El Hércules estaba en ley concursal, pero me aseguró un sueldo para estar más o menos bien. Jugué una temporada (hasta 2013), y me encontré fenomenal. Cumplí con mi trabajo, como siempre.

- Lo del fichaje fallido por el Deportivo... ¿Cómo fue? Entrenaste con ellos algunos meses en 2011. Justo entre el Aris y Olympiacos.

No me dieron el transfer, así que no pude jugar. Recuerdo a mis compañeros allí todos los días: "Javi, tío, ¿cuándo viene el transfer? ¿cuándo llegan los papeles? Nos haces mucha falta". El club hizo muchos esfuerzos económicos por obtenerlo, pero no pudo ser. Acudieron a todos los estamentos posibles, pero nada. La historia es que mandaron el dinero al Aris, pero ellos decían que -como tardaba dos días en llegar- lo hacía fuera de plazo. El Dépor insistía en que miraran la fecha del pago y no de la llegada del dinero, pero nada. Me la liaron los griegos, sí. El club gallego recurría y recurría, pero el traspaso no terminaba de cerrarse.

Javito disputando un partido amistoso con el Dépor.
Javito disputando un partido amistoso con el Dépor.

- Te paraba la gente por La Coruña.

Sí, para suplicarme: "Javito, por favor, nos hace mucha falta. Juega ya de una vez. Te vemos entrenar, en los amistosos. Eres clave". Eso la gente, pero compañeros como Valerón y Lauren iban en la misma línea: "Tío, ¿cuándo llega el dichoso transfer?". Yo entrenaba todas las semanas con los titulares, y luego llegaba el viernes… Ni FIFA ni UEFA sabían nada de nada, así que me iba con los suplentes otra vez. Yo me quejaba: "Me cago en diez".

- El Deportivo dejó de insistir.

Cada vez que apelaban pagaban un dineral. Yo ya estaba mentalizado que no jugaría allí con ellos. Les agradecí el esfuerzo. En realidad, los meses que estuve fui uno más. Me trataron muy bien. Hice todo, salvo debutar en Liga. Me involucraban en todo: charlas, negociaciones… Valerón decía que yo también tenía que estar siempre: "Tú eres de la plantilla, entrenas todos los días con nosotros. Tienes que estar presente en todo lo que se mueve en el club". Un crack el canario, un futbolista increíble.