Joao Félix no lo dice pero sus negocios sí: no quiere volver a Madrid

"Tengo claro que va a ser un ambiente muy complicado para todo el equipo. Claro que contra mí va a ser un poquito peor, pero soy jugador de fútbol, tengo que estar acostumbrado a este tipo de cosas", afirmó Joao Félix en Dazn en la previa del encuentro ante el Atlético de Madrid en el Metropolitano.

Esto no es ninguna sorpresa, el recibimiento del aficionado atlético para Joao Félix no va a ser ni más ni menos de lo que se espera. Los hinchas rojiblancos no olvidan los buenos momentos, pero la mayoría no están contentos con cómo se ha desarrollado el camino del atacante mientras tiene contrato con el Atlético.

Malas caras, malos gestos, partidos en el banquillo, momentos buenos, goles impresionantes... pero con la sensación de que todo esto ha sabido a poco porque el jugador de 24 años, que tiene contrato hasta 2029 con el Atleti, costó 127 millones de euros y no ha rendido en ningún momento según lo esperado. Pero no sólo en el Metropolitano, tampoco lejos de él, ni en Montjuic, ni en Stamford Bridge.

Joao Félix no piensa volver a Madrid. El portugués tiene claro que su destino está lejos de la capital española y podemos afirmar que si en algún momento se le pasó por la cabeza tener una nueva oportunidad vestido de rojiblanco, eso ya ha cambiado.

El portugués (y su entorno) tenían puesta su vivienda de La Finca en alquiler hasta hace algunas semanas. Esa vivienda ya no se encuentra en alquiler, si no que sólo se encuentra a la venta. Está valorada en torno a unos 12 millones de euros y, por ahora, no tiene comprador. El mensaje es claro: no quiere volver a Madrid.

Tras los primeros meses en Can Barça parecía claro que el futbolista seguiría en el club blaugrana, aunque todavía estaba por ver cuál sería la manera de afrontar la operación. En el club colchonero no ven otra cesión y en el Barcelona, hoy en día, no pueden afrontar una operación financiera gigante.

Esto ha cambiado con el paso de los meses, porque Joao Félix ha rendido, sí, pero menos de lo que se esperaba. En el partido de vuelta de octavos de final de Champions League fue suplente, tuvo buenos minutos pero pocos, algo que un jugador de su nivel no puede permitir.

33 partidos, ocho goles y cinco asistencias en poco más de 1700 minutos en toda la temporada parece un bagaje muy pobre para un jugador de su exposición. Seguramente en el Metropolitano saldrá más motivado y querrá demostrar tanto al Barcelona como a sus excompañeros, que se equivocan con él, que el futuro está en sus pies y que con sólo 24 años tiene mucha carrera por delante, aunque lejos de Madrid.