Jordi Badia: la voz del Barça que combatió el ictus a golpe de pedal
Fue director de comunicación del club en la primera etapa de Laporta y ahora es alcalde de Calaf.
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"Ya no descuelgo el teléfono para enterarme de qué pasa en el club", reconoce Jordi Badía, quien fuera director de comunicación y portavoz del Futbol Club Barcelona entre 2003 y 2008. Badia es, ante todo, periodista. Y, desde 2015, también alcalde de Calaf. Hizo de la bicicleta y de la literatura sus pasiones y tras sufrir un ictus decidió hacer una de las carreras más brutales para recaudar fondos: la North Cape. A pocos meses de cerrar ciclo como gobernador de su pueblo, recuerda el camino que le ha llevado hasta aquí.
Cerca de 4.000 kilómetros en una carrera sin asistencia. Durante el camino cambia el paisaje, la persona y también podrían llegar a cambiar la vida de miles de personas. De la mano de la Fundació Althaia, Jordi Badia recaudó algo más de 50.000 euros en la lucha contra el ictus. La fundación tiene el reto crear un centro para rehabilitar a los enfermos con ictus y otras enfermedades neurodegenerativas y Jordi, a golpe de pedal, aportó su granito de arena.
"Con mi primer sueldo me compré una bici", recuerda el alcalde de Calaf. "Desde pequeño me atrajeron las grandes gestas y siempre me he movido por lo que he querido hacer", añade. Allí le nació la pulsión por los grandes retos, como los ironmans. Completó tres. "La preparación mental me viene de serie", comenta entre risas. Pero no son palabras vacías. Jordi sufrió un ictus en febrero de 2014 y en septiembre de ese mismo año volvió a rodar. La decisión de hacer la North Cape fue sencilla: "Vi el video de la competición me dije que quería hacerla", explica.
Pedalear contra el ictus
El ictus, a pesar de que personas como Jordi logran sacudirse de él y esconder las secuelas, se convierte en el compañero de vida de mucha gente. Siempre ocupa un lugar en tu cabeza porque tu vida y la de tu entorno cambia. "Cuando ya estaba preparado para hacerla, pensé en muchas cosas: en Juan Carlos Unzué con la ELA, en Eva Giménez y la enfermedad de Dent… Y quise hacer algo, que aquello tuviera sentido", recuerda Badia.
Entonces apareció Althaia, "donde me salvaron", comenta. "Pedalear siempre es avanzar", expone el periodista. "La carrera tienes que llevarla en el corazón, no la tienes que reducir a números, distancias, tiempos… porque si te la tomas así, es probable que no la termines", narró en su blog personal, su amigo durante el viaje. Y es que menos de la mitad de los participantes logran llegar a la isla de Mageroya, el punto más al norte de Europa por el que se puede llegar por carretera. La última subida se sufre y disfruta a lo largo de entre 30 y 40 kilómetros.
"No quería que la carrera terminase nunca"
Exdirector de comunicación del Barça"Iba subiendo y tenía ganas de llegar, me esperaba mi familia y les quería agradecer su apoyo, quería decir a la gente que me apoyó que ya estaba hecho, quería terminar el reto personal y sentir satisfacción… Y por otro lado no quería que terminase nunca. Era una sensación de plenitud. Yo nunca me dije que ya lo tenía hasta el último momento. Habría llegado hasta andando si hubiera hecho falta. Al llegar sentí todos los sentimientos al mismo tiempo, la plenitud total. No quería que aquella carrera terminase nunca", narra Jordi desde el recuerdo.
Quien fuera durante cinco años portavoz del Barça se plantó con la bici en la línea de meta. La sensación de trascendencia envuelve aquel reto en algo especial. "Si dentro de unos años la fundación puede inaugurar el centro, pensar que tú pudiste contribuir te da aún más satisfacción. De otra forma, la habría completado, estaría contento, le diría a mis amigos que ya está… ¿Y luego qué? Y no lo menosprecio, pero el hecho de trascender, de poder ayudar, le da mucho más sentido", expone.
Una etapa convulsa en el Camp Nou
Durante un lustro Jordi vivió una época complicada en el Barça, la primera etapa de Laporta como presidente del club. "Todas las épocas son convulsas en el Barça", comenta. Vivió en primera persona la irremediable ruptura entre Laporta y Rosell y el escándalo de Alejandro Echevarría, directivo del club y entonces cuñado del presidente, que intentó negar su pertenencia a la Fundación Francisco Franco.
¿Volvería Jordi a aceptar la propuesta de Laporta de ser el director de comunicación? "Por un lado, es un trabajo que no volvería a hacer sabiendo todo lo que pasó. Pero por otro lado, no me arrepiento. Es una experiencia que no habría vivido. Me ha enseñado mucho. Es una respuesta contradictoria, pero es como lo vivo", responde.
Jordi se acostumbró a vivir entre terremotos en el Camp Nou. Eso sí, el club terminó ganando ligas y su segunda Champions. Ahora ha encontrado la paz en las carreteras y trabaja en el silencioso corazón de Calaf.
A la espera de descubrir cuál será su futuro -quiere seguir ligado a la universidad como docente y volver a escribir-, su huella le hará trascender en forma de un futuro edificio de la Fundación Althaia. Hay vida más allá del fútbol. Y ojalá pueda haber una vida aún más digna para todos aquellos que sufren un ictus.