Cinco filiales en cinco años y la 'culpa' es del método Claudio Giráldez en el Celta: "En un pasito estás en Primera"

A Jordi Escobar (2002, Cataluña) no le ha importado cambiar de equipo para buscar su mejor oportunidad. Si el objetivo último de un canterano es hacerse hueco en una primera plantilla, Escobar tomó una decisión trascendental el pasado verano: después de haber marcado 11 goles con el Logroñés en Primera Federación, con muchos interesados en ficharlo, con opciones de sobra para dar un salto en su carrera o incluso para tener una experiencia en el extranjero, decidió fichar por el Celta Fortuna, filial del conjunto vigués, su quinto equipo 'B' en los últimos cinco años.

"Económicamente no era la mejor oferta, pero la progresión deportiva me tentaba mucho. Suben muchos canteranos desde la pretemporada, el entrenador del primer equipo llegó desde el filial y apuesta mucho por los jóvenes... En cuanto escuché eso y que estaban interesados en mí, me atraía mucho", explica Escobar a Relevo.

En su última temporada como futbolista Sub-23, el delantero español lo apostó todo al proyecto gallego donde Claudio Giráldez ilusiona a cada canterano que pisa el club: "Si haces las cosas bien estás a un pasito de la Primera División. En otros filiales igual estás a dos pasitos porque no sube tanta gente".

Y este caso en concreto, el de estar a uno o más pasitos, Jordi Escobar lo sabe bien: el del Celta es su quinto filial desde marzo del 2020, antes del coronavirus, cuando disputó su último partido con el Valencia Mestalla (segundo equipo che). Después vino el Almería, donde incluso debutó en Segunda División. Sin embargo, tras jugar habitualmente con el filial, encontró dos cesiones consecutivas. Primero al Barcelona B, luego al Betis B. "En la última cesión casi no jugué, además me lesioné...", habla sobre sus constantes experiencias en filiales, en fichajes o en préstamos.

"Salí de varias canteras fuertes sin ser importante al 100%, sin tener tantos minutos, ese verano necesitaba una división donde se me pudiera ver y en un equipo donde fuera a tener mucho protagonismo. Por eso me fui al Logroñés. Le tengo un gran cariño al club y a toda la gente que estuvo conmigo".

Su etapa en el Logroñés le permitió vivir en un primer equipo, sufrir cada jornada y dar un giro nuevo a su carrera: "Fue un pasito atrás para dar dos o tres hacia adelante, me ayudó mucho. Sobre todo por ir a un campo como Balaídos o al del Barcelona B... y no ser uno de ellos, sino pensar que íbamos a la guerra y que había que sacar los tres puntos como fuera. Es una manera distinta de ver el día a día, te juegas la vida cada jornada". Sus 11 dianas en 31 titularidades, además siendo joven, le colocaron en el escaparate de muchos clubes de toda Europa. Pero entonces llegó el Celta.

Ahí está el caso reciente de Pablo Durán, consolidado con Giráldez, que simplemente extiende una lista interminable donde Gabri Veiga es el máximo exponente, ahora en el Al Ahli, y en la que también aparecen otros como Fer López, Hugo Sotelo, Damián Rodríguez, Javi Rodríguez, Yoel Lago, Hugo Álvarez, Sergio Carreira... "Impresiona la lista. Y piensas: en cuanto lo haga bien...".

Desde entonces, cuando por las mañanas ve a Claudio Giráldez en A Madroa, a Escobar le sale una sonrisilla por dentro: "Nos cruzamos muchas mañanas, nos saludamos...", cuenta sobre su relación con el técnico del primer equipo.

"Tengo envidia sana, cada jugador del filial quiere estar ahí, todos buscamos lo mismo desde pequeños", reconoce Escobar, que acumula nueve goles en 21 partidos disputados (12 como titular), y que firmó un contrato hasta 2026. Si el año próximo continuase en el filial, en el caso de subir al primer equipo ya no podría volver a bajar, puesto que será su primera temporada como mayor de Sub-23.

De momento, como mínimo, se siente listo para el reto: "Ahora es cuando más preparado estoy, años atrás estaba entre cesiones".