El fuera de juego semiautomático tampoco llegará a LaLiga la próxima temporada
La RFEF ha cancelado el concurso para la prestación del VAR, que abría la puerta a incorporar esta tecnología.

El fuera de juego semiautomático tardará, como mínimo, una temporada más en llegar a España. La RFEF ha hecho oficial en la tarde de este lunes que cancela el concurso para la prestación de videoasistencia al arbitraje, abierto en marzo y suspendido ahora después de un auto judicial que ha dictado una serie de medidas cautelares solicitadas por la empresa Mediapro. La productora considera que las bases favorecían a Hawk-Eye, actual proveedor del VAR en España, y pidió paralizar el proceso.
Este embrollo legal se traduce en varios asuntos prácticos: Hawk-Eye seguirá presentado el sistema VAR en Primera y Segunda durante la 23-24 ("en las mismas condiciones que en las últimas campañas", aclara la Federación) y se cierra la puerta al fuera de juego semiautomático. La polémica con el gol de Asensio en el Clásico de marzo llevó a muchos protagonistas a demandar un método más preciso para determinar cuándo un jugador se encuentra en posición irregular.
El concurso presentado por la RFEF, que básicamente se basaba en la contratación de una empresa externa que facilitase al organismo federativo los medios suficientes para que el videoarbitraje sea viable, estaba formado por tres bloques, de los cuales sólo dos debían ser cumplidos de forma obligatoria por las empresas concursantes: el 1 (fútbol masculino) y el 2 (fútbol femenino, exigiéndose VAR en la Liga F). El tercer apartado era el que contemplaba la aplicación del sistema, que ya se ha utilizado en la Champions, el Mundial o la última Supercopa de España en Riad.
En su comunicado, la Federación desvelaba las exigencias que debían cumplir los concurrentes: proporcionar todo el sistema técnico necesario, compuesto de al menos 12 cámaras que rastreasen exhaustivamente el movimiento de los jugadores y el balón, cubriendo cada centímetro del terreno de juego, y tener la capacidad de identificar de forma precisa hasta 29 puntos de datos de cada jugador, 50 veces por segundo y su posición exacta sobre el césped.
De esta forma, se permite que se envíe una alerta automática a los colegiados de la sala VOR y que se aplique de inmediato la sanción correspondiente. También se pedía un sistema de animación en tres dimensiones para poder mostrar la jugada de forma casi inmediata a los espectadores en televisión y a los aficionados en los videomarcadores de los estadios. De haber cumplido alguna empresa estos requisitos, la RFEF hubiese ofrecido el sistema a los clubes y hubieran sido los equipos de Primera y Segunda los que decidiesen si incluirlo como parte del VAR.
Esta tecnología es una de las principales apuestas de FIFA y UEFA para modernizar el arbitraje. El presidente del CTA, Luis Medina Cantalejo, ya lo apoyó en público ("todo el mundo se cree más este sistema que el otro") e Infantino siempre ha defendido su aplicación: se busca un criterio más objetivo y exacto que la comprobación manual y se pretende reducir el tiempo de espera que se genera en cada revisión. España, por lo menos, deberá aguardar hasta la 24-25 para probar su eficacia.