LaLiga apuró el aplazamiento del Villarreal - Espanyol por si se levantaba la alerta en acuerdo con ambos clubes
El Centro de Coordinación de Emergencias de la Generalitat Valenciana mantuvo su recomendación de no jugar hasta última hora pese a que minutos después rebajó la alerta.
Con algo menos de 48 horas transcurridas desde el extraño no partido entre el Villarreal CF y el RCD Espanyol, poco a poco se van conociendo más respuestas sobre la cancelación del encuentro, el extraño timing del mismo y como vivieron los protagonistas en primera persona todo aquel suceso que dejó una extraña imagen: un estadio lleno, un cielo nublado pero en el que no llovía, pero un partido suspendido por la lluvia que pudiera caer y que caía a los alrededores.
Vayamos por partes. Este medio ha tenido una versión oficial sobre por qué LaLiga apuró tanto el aplazamiento del encuentro y realmente la respuesta es más sencilla de lo que parece: querían esperar a ultimísima hora por si se levantaba la alerta. El organismo tuvo la notificación de la alerta por temporal desde las 18:20 horas aproximadamente, pero mantuvieron el horario del partido por si llegado el momento la alerta se levantaba y porque desde el centro de Emergencias no les negaron que dicha alerta pudiera levantarse. Algo que no ocurrió y por ende, no pudo haber partido
La respuesta oficial del organismo al que ha tenido acceso este medio es la siguiente: "Desde la emisión del aviso, se valoró la evolución de la situación por si las autoridades competentes levantaban la restricción en la zona por el temporal, lo que habría permitido jugar. Sin embargo, al no haber cambios en la alerta, ni LALIGA ni la RFEF podían autorizar el encuentro, ya que depende exclusivamente del órgano competente, en este caso el Centro de Coordinación de Emergencias de la Generalitat Valenciana".
ℹ️La @AEMET_CValencia informa que que han bajado el nivel de aviso del interior sur de Castellón, pasando a nivel amarillo por lluvias para hoy.
— Emergències 112CV (@GVA112) March 3, 2025
🟠Se mantiene el nivel naranja por lluvias en el interior norte de Castellón para hoy, y nivel amarillo para el litoral.
➡️Desde el… https://t.co/4qoAKVdluI pic.twitter.com/ZgqHU98dhk
LaLiga, además, no podía manifestarse sobre que la gente acudiera a La Cerámica o no si la mencionada Unidad de Emergencias no restringía la movilidad. Y su estrategia, pactada tanto con Espanyol como Villarreal al querer jugar ambos conjuntos, fue clara: apurar por si se podía disputar el partido. Una apuesta que a la postre terminó por no funcionar dado que se mantuvo la alerta... momentáneamente.
Lo que llamó la atención y cabreó de sobre manera a los aficionados fue que apenas 10 minutos después de la suspensión del partido, el Centro de Coordinación de Emergencias de la Generalitat Valenciana levantó la alerta o en todo caso la rebajó a alerta amarilla. Una valoración única y exclusivamente del mencionado Centro de Coordinación de Emergencias sobre el que ni LaLiga ni la RFEF tienen ningún poder.
El Villarreal y el Espanyol querían jugar: “No podemos estar 30 días sin casi competir”
El Villarreal y el Espanyol sabían que el aplazamiento podía darse, pero al avanzar el calentamiento sin que cayera gota alguna en el césped de La Cerámica y con el conocimiento de que tanto LaLiga como sus clubes estaban en contacto con los organismos de Emergencia para saber si levantaban la alerta, tenían la esperanza de que el partido se pudiera jugar.
El Villarreal quería jugar. Fernando Roig concretamente no entendía que si se había permitido el traslado de aficionados al partido, la circulación de la gente etc. Pese a haber alerta, la propia alerta supusiera la suspensión del partido ¡Y más cuando instantes después la quitaron! El cabreo fue morrocotudo.
De hecho, en el cónclave que hubo en el terreno de juego que implicó a varios encargados del Villarreal CF (Fernando Roig, Marcelino, Gerard Moreno), así como varios integrantes del Espanyol (Manolo González, Fran Garagarza), no se terminaba de entender no la cancelación del partido -pues si así lo decretan las unidades de Emergencias había poco que decir-, sino que se considerara que la situación era de alerta pero pese a esa alerta sí se permitiera el desplazamiento de los aficionados al estadio y no así disputar el partido.
De hecho, hay un detalle importante que 'reventó' a los entrenadores allí presentes: van a competir una vez en un plazo de 30 días. Entre que esta semana no han jugado y que en apenas dos semanas hay parón de selecciones, tanto Espanyol como Villarreal CF apenas jugarán una vez en casi un mes, algo que no es para nada beneficioso para la preparación física.
Lo que queda patente es que hubo un fallo de recomendaciones o de análisis de la situación: si no se podía jugar por la alerta de la DANA, no tuvo sentido que se permitiera el desplazamiento de aficionados, mientras que si los aficionados ya estaban allí y en apenas 20' se rebajó la alerta, no tiene demasiado sentido que se cancelara el partido. Pero como el Centro de Emergencias no dijo lo contrario, LaLiga apuró sus posibilidades de disputar el encuentro. La fecha en la que el partido se disputará, si nada cambia, será el próximo 2 de abril lo que en cierta medida perjudicará a ambos conjuntos que pasarán de tener una semana limpia con solo una jornada, a tener jornada intersemanal.