Todavía no ha empezado LaLiga y el Celta ya se puede sentir perjudicado. Y no, en esta ocasión no es por una mala decisión arbitral, una como las muchas que ya le costaron puntos la temporada pasada. Solo hace falta recordar lo ocurrido ante Mallorca, Las Palmas, Sevilla, Girona para comprobar que el saldo de final de curso, al equipo vigués le faltaban puntos. Pero no, ahora los tiros van por otro lado que poco tienen que ver con los colegiados o con lo que sucede en el campo.
Este jueves, LaLiga anunció los horarios de las jornadas dos, tres y cuatro. Hace unas dos semanas ya había publicado los de la fecha inaugural. El dirigido sorteo del calendario había determinado que el Celta jugase las dos primeras jornadas del campeonato en casa (Alavés y Valencia) y las dos siguientes fuera (Villarreal y Osasuna), antes del primer parón de selecciones del curso. De esa forma eliminaba la posible ventaja que pudiese tener por disputar los dos primeros encuentros en Balaídos. Pero hoy la ha liado.
Para la mayor parte de los equipos de Primera División, a excepción de Real Madrid y Barcelona, jugar en casa suele ser muy ventajoso. Tener el calor de tu afición, esa que aprieta al rival cuando peor lo está pasando el equipo o esa que levanta el ánimo de sus jugadores ante cualquier revés, supone muchos puntos en mayo. Y parece una obviedad que cuantos más aficionados haya en el estadio, mejor.
Pues LaLiga le ha puesto al Celta los dos primeros partidos del campeonato en viernes. Los dos en casa. Los dos, además, con un horario nefasto como es el de las 19.00 horas. Es cierto que en agosto mucha gente está de vacaciones y tiene cierta flexibilidad horaria, pero también lo que es en fin de semana, porque está comprobado, acude más gente al estadio. Es decir, el equipo vigués tendrá menos aficionados de los que debería en dos partidos seguidos. Es una injusticia porque hay un festivo local ese viernes 16 de agosto que mucha gente utilizará para salir unos días. Si el partido fuese el domingo, no habría problema alguno al respecto.
Desconozco los motivos que llevaron a la patronal del fútbol español a tomar esta determinación, algo que solo le ocurre a los vigueses para abrir la temporada: ningún otro conjunto disputa las dos primeras jornadas en casa y fuera del fin de semana. Hasta mayo quedan 17 partidos en Balaídos y seguro que algún encuentro más se juega en viernes o lunes, pero lo importante es ver si también ocurre con el resto de equipos que no disputan competiciones europeas.
Porque la realidad es que cambia mucho el hecho de jugar un viernes en lugar de un sábado o domingo. El Celta empieza LaLiga con el pie izquierdo, como si no tuviera muchos problemas encima. Es probable que mucha gente piense que esta opinión es una pataleta propia de alguien que se aburre, pero solo hace falta hablar con aficionados y abonados del Celta para darse cuenta del malestar. Y si algo molesta, es que se ha hecho mal.
