Lamine demuestra lo que dejó entrever durante toda la pretemporada: "Es espectacular"
El canterano vivió ante el Tottenham su primera gran noche como futbolista del Barcelona.
Se marchó del campo hablando con Abde mientras se tapaba la boca. Por lo que emana sobre el verde, Lamine Yamal parece uno de esos niños que se sentaba en la última fila y miraba el reloj a cada rato esperando que fuera la hora del recreo. A sus 16 años recién cumplidos, Lamine empieza su tercera temporada jugando a fútbol once. Ha jugado cuatro ratitos con el Barcelona, suficientes como para demostrar que está forjado en materiales de otra galaxia.
No hay nada más vertiginoso que una comparación para poner a un futbolista en el mapa. Porque ya no tiene nada que ganar, sino cotas que escalar. A Lamine no le hace falta, pero su fútbol, su zurda y los tiempos que maneja obligan al barcelonista a pensar en Leo Messi. El argentino debutó con el primer equipo a los 16. Con 18, ya tras haberse estrenado a pase de Ronaldinho, tuvo su primera gran noche en el Gamper. Fue contra la Juventus de Capello. A Yamal todavía le quedaban dos años para nacer.
A los 25 minutos de partido, el entrenador italiano se acercó a Rijkaard para pedir la cesión del menudo futbolista argentino. El cuarto de hora de Lamine fue una invitación al club para renovar al canterano de manera indefinida. En Las Vegas, Ansu Fati borró de un plumazo la figura de un Ousmane Dembélé que ya se encuentra en París. Unos días más tarde, en el debut en Montjuïc, Lamine escribió su primer relato en la montaña mágica.
Una premonición durante la pretemporada
Corría la tercera semana de julio cuando el Barcelona se entrenaba en el Memorial Coliseum de Los Ángeles. Los internacionales y los nuevos fichajes ya se ejercitaban a las órdenes de Xavi y remarcaban el buen ambiente que se vivía en el vestuario. Y a pesar del talento que la plantilla ha sumado este verano, desde el cuerpo técnico alucinaban con un futbolista: Lamine. "Es espectacular", comentaban los que podían ver sus entrenamientos. No era algo nuevo. En el momento de su debut, desde las altas esferas del club avisaban de todo lo que prometía.
Su actuación ante el Tottenham no cambia nada. Al contrario, reafirma su estatus. Desde el cuerpo técnico apuntan que continuará en dinámica de primer equipo y entrenará con los mayores cada día. Sólo se replantearía su situación en caso de que no disfrutase de muchos minutos. Entonces, para no estar inactivo, competiría puntualmente con el Barça Atlètic en Primera Federación. "Se irá decidiendo semana a semana, pero de entrada hará vida con el primer equipo", apuntan desde el vestuario.
¿Qué hacías tú a su edad? 🤯 pic.twitter.com/li39YXDswp
— FC Barcelona (@FCBarcelona_es) August 8, 2023
"Es una maravilla ver jugar a Lamine con este descaro", comentó Xavi al acabar el partido. Tampoco dudó Ferran Torres, otro que se está saliendo esta pretemporada, en hablar bien del canterano. "Está demostrando madurez muy grande. Ya lo veíamos en los entrenamientos, tiene algo distinto. Espero que tenga suerte y continuidad", valoró el atacante.
Cinco intervenciones, tres terminaron en gol
Lamine rompió definitivamente la crisálida y echó a volar. Llevaba unos segundos en el campo cuando con cuatro toques de balón, a campo abierto, puso el gol en bandeja a Ferran. No fueron toques limpios y tampoco tiene Lamine -a falta de moldear el cuerpo de adulto- una gran explosividad. En un mundo de gigantes brilla con el cuerpo y la ilusión de un niño. La pelota se le quedó un pelín atrás y optó por un brillante golpeo con el exterior para asistir. El primero que en ir a abrazarle fue Fermín, otro de los regalos de la pretemporada para Xavi.
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— Mati (@MoleiroRole) August 8, 2023
Unos minutos después, con una finta con el cuerpo y un arranque forzó una falta de Solomon a escasos metros de la frontal. A punto estuvo Marcos Alonso de colgar el balón en la escuadra. En su siguiente intervención, rompió a Reguilón, entregó el balón a Ferran y este asistió a Ansu. La segunda unidad blaugrana llega con ganas de romper jerarquías.
Era ante un rival en pleno proceso de reconstrucción y ante un Reguilón que terminó agarrotado físicamente. Pero los chispazos de Lamine, a sus 16 recién cumplidos, le llevan a un escenario distinto. Si en los entrenamientos de la pretemporada ya era el mejor del equipo, ya ha dejado claro que también puede serlo durante los partidos.